Hoy es 29 de agosto y de seguro esa fecha no les dice nada. Pero si le pusieran un poco de atención a las efemérides que en verdad importan, sabrían que un día como hoy nació Michael Jackson y en A tranquear el zorro le vamos a rendir un homenaje hablando de Driller (1984), la parodia porno de “Thriller.” Se las platico rápidamente, porque ya me quiero ir a dormir.
La historia comienza, como siempre, en el exterior de un cine porno.
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Una ñoña del pasado le reclama a su novio que no sea más como Hot Star, la estrella de la película que acaban de ver. O sea, que no sea negro, espantoso y putísimo. Van a casa de ella, donde el ñoño hace su jugada. La novia finge no querer, pero sabemos que en el fondo se muere de ganas.
“¡Fuchiiiii! ¡Me embarraste los lentes! ¡Me llenaste la nariz! ¿Qué les voy a decir a mis papás?”
Es una noche tenebrosa, sus papás no están, y está leyendo un pasquín sobre ovnis. Como es de esperarse, la chica se está cagando de miedo. Cuando se duerme, vemos luces, humo y manos pachonas que se acercan a ella. Despierta.
¡El cuarto está infestado de zombis, que entran rompiendo puertas y ventanas, y se forman frente a su cama!
Lo bueno es que son unos zombis bailarines comandados por Hot Star, que no manifiesta ningún interés en comérsela o poseerla. Se contenta con hacer mariconadas y cantar una canción: ” It’s a driller/in the night/come closer to me baby. I’m gonna treat you right/Driller/day and night/you won’t believe how good this feels inside”
De repente, Hot Star se convierte en lobo y saca un pollo gigantesco y saltarín que gira como taladro. Le hace de cosas a la muchacha, que se queja indignada: “¿Cómo pudiste? ¡Soy presidenta de tu club de fans!”
Corte a una escena que no tiene nada que ver, en un castillo embrujado donde pasan cosas de lo más extrañas: fulanas pintadas en tonos metálicos comparten consoladores luminosos eléctricos, Toxie, el Vengador Tóxico, aparece metiéndole cosas a una china, aparecen también unos anormales enmascarados de tanga carmesí.
Los de la tanga resultan ser parte del corps de ballet de Hot Star, quien sale nuevamente a escena, rodeado de perros y perras de razas mixtas y vestidos con poca vergüenza.
Ya saben que a ese nada más le gusta bailar, así que eso hace “mientras”, hay una orgía. Cuando todos ya se vinieron. Entonces, desaparece en una nube de humo.
La chamaca despierta sobresaltada. Fue solo un sueño. Alguien toca a su puerta…
¡Es Hot Star, machísimo como siempre, que le pide permiso para usar su teléfono! Viaja en un coche conducido por un chonto.
“La irresponsabilidad es parte del placer del arte”. El nombre puede sonarles conocido. Fin.
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