Para una porción muy pequeña de la élite mundial, mil millones de dólares no es mucho. Mil millones de dólares dan para comprar todas las acciones del Silicon Valley. Mil millones es lo que los empresarios chinos ganan fabricando HiPhones y spinners. Sé que parece bastante pasta pero a esa gente solo la verás volar en jets privados de mierda como un Gulfstream o un Cessna.
Pero para los Estados del Golfo y gran parte de las oligarquías rusas, “rico” significa algo muy distinto. Este grupo exclusivo de multimillonarios compran grandes aviones comerciales, desde Boeing a Airbus, y los adornan con alfombras tejidas a mano, paneles de madera, y oro por todos lados.
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Se trata de un mundo privilegiado en el que es casi imposible entrar, a menos que seas el fotógrafo del avión, contratado por el diseñador de interiores para retratar toda la decoración. Al menos, así es cómo Nick Gleis lo hizo.
Nick ha convertido el fotografiar jets privados de la súper élite en su profesión. Ansel Adams fue quien le formó originalmente, pero con la fotografía de paisajes, así que Nick se inició en la fotografía aeronáutica casi por accidente. Ha estado haciendo esto durante treinta años, y ha llegado a fotografiar a unos 1.000 jets privados. VICE habló con él en su casa, en Virginia.
VICE: Hola, Nick, explícame, ¿qué es lo que tanto te gusta de los aviones?
Nick Gleis: Bueno, en verdad, era algo que no me decía absolutamente nada. Para mí los aviones no son más que un medio de transporte, pero tengo pasión por la fotografía, y considero que los interiores de los jets privados me permiten progresar en esta práctica .
¿A qué te refieres con eso?
Lo que quiero decir es que cuando subes a un jet privado, su calidad está por encima de lo que una persona de a pie conoce. Es decir, este tipo de aviones puede tener prácticamente de todo, de todo lo que tendría una mansión, un apartamento o un castillo. La diferencia es que estás volando a ochocientos kilómetros por hora, así que el peso es un factor muy importante. Imagínate la mesa de tu salón en el jet.
“Este tipo de aviones puede tener prácticamente de todo, de todo lo que tendría una mansión, un apartamento o un castillo. La diferencia es que estás volando a ochocientos kilómetros por hora”
Por lo general, no puedes levantar ni una, pero, en este tipo de aviones puedes levantar una en cada mano. Estos jets están pensados para que te sientas como en casa y tengas las mismas facilidades que en tu hogar, lo único que cambia es que el peso es mucho más ligero y que para apreciar la calidad casi que necesitas un microscopio, eso es lo que me fascina.
Vale, recapitulemos. ¿Cómo te iniciaste en esta profesión?
Hace unos treinta años trabajaba para una empresa de fotografía en Burbank, California. Tenía veintisiete años y la compañía con la que colaborábamos se llamaba Tiger Air. En ese momento estaban decorando un Boeing 727-100 para clase ejecutiva. Entonces, Tiger Air nos encargó las fotografías de cómo iba progresando la decoración del jet. Para acabar los interiores de estos aviones se suele tardar un año o dos, y ellos querían fotos del producto final, y yo me encargué de eso.
“¿Qué preferirías ser, uno de los miles de fotógrafos de bodas que hay, o uno de los tres fotógrafos de aviones del mundo?”
¿Y fue ahí cuando te convertiste en el fotógrafo de jets privados?
No, yo lo vi como una muy buena oportunidad y, justamente, encontré la empresa Garrett AiResearch, que operaba fuera del aeropuerto de Los Ángeles y que era una de las empresas de aeronaves más grandes del mundo. En aquellos momentos, diseñaban los interiores de cuarenta jets al año, era exagerado. Entonces fui a AiResearch y rogué y supliqué que me dieran trabajo. Y ya puedes suponer lo que me contestaron, el resto es historia.
Entonces rogaste que te dieran trabajo, pero comentabas que los aviones no te dicen nada. ¿Qué es lo que te motivó?
El dinero.
Ah, claro, supongo que no cobras nada mal, ¿no?
Sí, bueno, el quid de la cuestión es: ¿Qué preferirías ser, uno de los miles de fotógrafos de bodas que hay, o uno de los tres fotógrafos de aviones del mundo?
El segundo. Entonces, llevas haciendo esto treinta años. ¿Has notado cambios en el diseño de los jets privados de la élite en todo este tiempo?
Lo que ha pasado con este sector es que se ha vuelto muy conservador, y la situación económica ha tenido mucho que ver con esto. Los jets privados de la familia real de Arabia Saudí eran, y siguen siendo, muy del estilo ejecutivo. Y son bonitos, no me malinterpretes, pero no tienen el gusto que los diseñadores reflejaban en los 747 hace varias décadas, en los años ochenta y noventa.
¿Entonces actualmente no te encuentras con lavamanos como éste, que parecen jacuzzis?
Eso es. Ese lavamanos está hecho de abulones, y ya no se ven más diseños como ése. El caso es que el grifo está en el medio, y si pones la mano en el lado derecho, sale agua fría, pero si la pones en el izquierdo, sale agua caliente. En cambio, si colocas la mano en el medio, el agua que sale es templada. Y este invento nació de un trozo de aluminio.
¿Y cómo es la gente más rica del mundo?
En mi opinión, los más ricos son, por lo general, buenas personas. No son imbéciles prepotentes como algunos de los americanos famosos. Los Kardashians, por ejemplo, son muy ricos, pero comparados con los ricos con los que trato, no tienen nada, son indigentes. Los ricos con los que yo trabajo son muy formales y distantes, son conscientes de quienes son y de que a todo el mundo le gustaría sentarse a su lado, así que no suelen abrirse a desconocidos sin ser maleducados.
“En mi opinión, los más ricos son, por lo general, buenas personas. No son imbéciles prepotentes como algunos de los americanos famosos”
Además, son muy exigentes porque han pagado por los mejores servicios y esperan resultados. Si algo sale mal y no les gusta, no te dicen nada, te lo dicen sus representantes. Cuanto mejores servicios les prestas, más simpáticos son, lo que de nuevo les diferencia de los famosetes americanos.
Me horroriza la mierda que se trae esta gente entre manos. No tienen clase ninguna, se piensan que volar en su Gulfstream es una experiencia increíble, pero no tienen ni idea de lo que es eso realmente.
¿Lo dices por experiencia propia?
Sí, claro. Me ha tocado fotografiar muchos jets privados de famosos.
¿Y cuál ha sido el famoso más maleducado con quien has trabajado?
No puedo decírtelo. Lo que sí te puedo confesar es la persona que más me ha gustado, y ha sido Tom Cruise. La gente que lleva sus jets son clientes míos y él siempre dice, “eh, ¿cómo estás? Encantado de conocerte”. Tom Cruise es un hombre reservado, pero siempre muy educado, y te hace pasar un buen rato.
Has recibido críticas por tratar con gente que gana lo que gana por dedicarse a tareas poco éticas, ¿cómo llevas ese tema?
No hago mucho caso a las críticas porque es todo mentira. The Telegraph publicó un artículo reivindicando que yo había sido el fotógrafo elegido para los dictadores africanos, pero eso no es cierto. Yo no voy a países donde me van a disparar. Me da igual el dinero que vaya a ganar, pero no voy a ir a Irán, Iraq o ninguno de esos sitios donde me pueden pegar un tiro. Además, Arabia Saudí está al lado.
En esos lugares es necesario que un miembro de la familia real me acepte el visado para entrar al país, aunque aún aceptándomelo, no me dejarían moverme mucho por allí, no me darían mucha libertad. Así que paso de esos sitios. En cambio, a Dubái y a los Emiratos Árabes sí que iría porque están muy occidentalizados, pero nunca pisaría las tierras de ningún dictador loco.
“Tom Cruise es un hombre reservado, pero siempre muy educado, y te hace pasar un buen rato”
¿Te gusta tu trabajo?
Pues mira, me considero el ser más afortunado que ha pisado la Tierra. Quería hacer esto desde los veinte años, muy a pesar de mis padres, y sigo haciéndolo actualmente. Me gusta hacer fotos, tanto que el único momento en el que me siento realmente feliz es cuando lo hago.
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Entrevista por Julian Morgans. Síguele en Twitter o Instagram para descubrir más historias como esta.
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