Artículo publicado originalmente por VICE en francés.
La península de Anatolia es la región más occidental del continente asiático, solo separada del sureste de Europa por el Bósforo, que divide Estambul en dos. Antes de convertirse en parte de la actual Turquía, la región fue anteriormente el centro del colosal Imperio Otomano, que en su apogeo en 1683 se extendía desde Yemen hasta Austria, desde Azerbaiyán hasta Túnez.
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“Quería evocar esta idea del neo-otomanismo”, dijo el fotógrafo francés Mathias Depardon, autor del libro Transanatolia, cuya portada representa una gran mancha de sangre que imita la forma del Imperio Otomano. “Es el sentimiento que estamos viendo reflejado en la estrategia expansionista del gobierno actual, que ha ayudado al presidente Erdogan a conseguir el apoyo de su electorado de extrema derecha”, explicó.
El neo-otomanismo es una ideología política que promueve el compromiso político turco en regiones que antes formaban parte del Imperio Otomano. Bajo el liderazgo de Erdogan, la posición de Turquía en los asuntos internacionales ha pasado en gran medida de un aliado occidental, miembro de la OTAN y candidato a la UE, a un líder poderoso en el mundo islámico.
En la última década, Turquía ha intervenido en conflictos en diferentes países islámicos, incluidos Irak, Siria, Libia y, más recientemente, en la disputa de Nagorno-Karabaj entre Azerbaiyán y Armenia. Turquía también ha llevado a cabo una exploración agresiva de gas en las aguas del Mediterráneo oriental, lo que ha provocado tensiones con su vecino Grecia. Actualmente, Erdogan se ve a sí mismo como una “especie de califa [gobernante musulmán] del mundo turco-musulmán”, dijo Depardon.
Depardon pasó muchos años en Turquía, pero las autoridades lo encarcelaron durante 32 días y finalmente le prohibieron la entrada al país en 2017 mientras trabajaba para la revista National Geographic, acusado de trabajar sin una credencial de prensa. Antes de su arresto, había reportado los planes de Turquía para construir numerosas presas en los ríos Tigris y Éufrates, que generarán electricidad y proporcionarán agua de riego a la región. El llamado Proyecto de Anatolia del Sur estará conformado por 22 presas, pero los críticos dicen que tendrá un gran impacto en los flujos de agua hacia los vecinos de Turquía, Siria e Irak, y creará tensiones entre los países. El año pasado, la controvertida presa Ilısu en el río Tigris inundó la ciudad de Hasankeyf, de 12.000 años de antigüedad, desplazando a miles de residentes en la región.
En su libro recién publicado, Depardon centró su lente en la influencia turca tanto en las fronteras del país como en los territorios que se encuentran más allá, desde el Mar Negro hasta Azerbaiyán y el Turquestán Oriental, hogar de los uigures en el noroeste de China.
“Cuando viví en Turquía, había un ‘menú sultán’ en Burger King”, dijo Depardon “y los programas de televisión más populares celebraban el período otomano”. Dijo que la nostalgia por la evocación del poder perdido de la nación aparecía en los lugares más inesperados. Como un pequeño restaurante con vista al Mar Negro, decorado con sillas de plástico, manteles a cuadros y un avión de combate retirado en exhibición. La región rural a orillas del Mar Negro es el área donde creció el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y sigue siendo uno de los bastiones de su partido conservador, Partido de la Justicia y el Desarrollo, hasta el día de hoy.
En Transanatolia, Depardon nos muestra el rostro de esta nueva Turquía moldeada por el nacionalismo de Erdogan. No hay otro lugar en el que esta visión sea más evidente que en el barrio de Başakşehir de Estambul, una comunidad cerrada donde vive la élite del país, que alberga césped artificial, lujosos edificios y grandes mezquitas recién construidas. El Club de Fútbol Başakşehir, el equipo del barrio, se ha convertido en sinónimo de su mayor aficionado, el propio presidente Erdogan, que representa los valores del Partido de la Justicia y el Desarrollo en oposición al status quo tradicionalmente secular de Turquía.
Las fotos de Depardon van desde el estilo documental hasta los retratos de personas. Además de su encarcelamiento en 2017, el fotógrafo dijo que la policía lo persiguió y lo confrontó muchas veces. “Digamos que hay algo de tensión en estas áreas”, explicó. Bajo el régimen de Erdogan, Turquía ha detenido periodistas a un ritmo alarmante, con 67 reporteros actualmente en la cárcel en enero de 2021. Es por eso que Transanatolia fue publicado inicialmente en Francia, aunque una pequeña editorial en Estambul especializada en fotografía, MAS Matbaa, pudo imprimir el libro también.
Aunque tiene prohibido ingresar a Turquía por un período indefinido, Depardon ha seguido viajando a lo largo de los márgenes del país. Continúa investigando lo que él llama la “guerra del agua de Mesopotamia”, o el control de Turquía sobre los recursos hídricos de la región. Aunque todavía espera poder regresar algún día, dijo que el proyecto fue una forma de “cerrar el capítulo” de sus años en Turquía.
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