¿Hay racismo en el barrio madrileño de Tetúan?

"Esto es Tetuán, no Ciudad de Dios", canta el Jarfa en uno de los temas de Antihéroe, donde también rima "en el racismo no existe pacifismo". El rapero, natural de Piedralaves (Ávila), es uno de los vecinos orgullosos de este barrio madrileño, en el que residen también La Veneno, el ilustrador Cristóbal Fortúnez o los jevis de Gran Vía. La zona es noticia por la manifestación de los miembros del Hogar Social de Madrid que, aprovechando los altercados de bandas latinas en la ciudad, se manifestaron el fin de semana con pancartas ["Interculturidad, inseguridad" o "Tetuán obrero y español"] en la plaza de Las Palomas pidiendo su deportación. Ante la posibilidad de un brote de racismo, nos acercarnos a comprobar si, además del oportunismo de esta maniobra del grupo ultraderechista, existe realmente un problema real de delincuencia callejera y rechazo a los inmigrantes.

Nada más desembarcar allí, Mercedes, la agente de Metro que hace el turno de mañana, nos confiesa que nunca camina por el tramo entre Estrecho y Cuatro Caminos: "Ahí campan a sus anchas, y cada banco es de una nacionalidad, después es curioso que hacia el lado de Castellana es más tranquilo pero hacia Almansa siempre hay problemas". Por suerte, en el suburbano solo recuerda un altercado con pedradas que fue controlado por la Policía, pero insiste en que "no se puede generalizar, pero los dominicanos vacilan y son agresivos, es imposible llamarles la atención porque enseguida te llaman racista". Habla de borrachos tirados en la acera, miedo a sentarse en calles y parques, y los compara con otros latinoamericanos que sí son educados, "como los ecuatorianos".

Por motivos obvios, la gente es reticente a opinar sobre el tema y si lo hace se resiste a ceder su nombre o su imagen. Un veterano comerciante, por ejemplo, añora la época en la que "esto era como un pueblo y no un sitio en el que los dominicanos van de sobraditos, se hacen los dueños del parque pidiéndote pasta si quieres jugar al fútbol o le meten un tiro a un policía". Este hombre, uno de los que piden que su declaración sea anónima, se pregunta por qué las peluquerías latinas abren hasta la una de la mañana y aclara que "no todos son así, igual que no todos los rumanos vienen a pedir y a robar, pero cuando te enteras de que atracan a ancianos en los portales te entra mala hostia". Nunca ha tenido problemas con la gente de Hogar Social y valora que den comida a las españoles porque "Cáritas solo se la da a extranjeros".

VICE: ¿Ha notado que el barrio ha empeorado en los últimos años?

Sí, antes era mucho más tranquilo. Ahora hay más delincuencia, la cosa está mal. Y yo tengo suerte de que no me ha pasado nada, pero se escuchan historias. Hay muchos inmigrantes, en mi casa por ejemplo solo somos tres españoles, el resto son extranjeros. Eso es lo que ha cambiado.

¿Quiere decir que esos inmigrantes son conflictivos?

No, no, hay de todo. Los chinos son bellísimas personas, no dan ningún problema, son muy respetuosos y educados. También los de otros países son muy prudentes. No se puede generalizar, lo que pasa que de vez en cuando ves o te enteras de peleas en la calle que es algo que antes no pasaba. Más en unas zonas que otras. Y, a veces, son extranjeros. Yo intento llevarme bien con todo el mundo.

¿Qué más cambios negativos percibe?

Bueno, la verdad es que tampoco es una cosa grave que no puedas andar por la calle. Lo que noto es la suciedad porque si te fijas, en donde la piscina, allí se ponen fuera y dejan todas las botellas tiradas por el suelo. Eso es una porquería, a mí no me parece bien. También robaron en la nave que hay debajo de mi casa, pero ya le digo que yo no tengo problemas con nadie y tampoco me han robado así que espero que siga así tranquilo.

VICE: ¿Qué le parece que pidan la deportación de bandas latinas?

Eso creo que es un poco exagerado, racismo puro, más que nada porque la delincuencia callejera no es solo de los latinos o sus bandas, también de los españoles. Aquí al lado hay un centro de inserción y tenemos robos de drogadictos en las tiendas. Yo soy de Vallecas y te aseguro que cualquier barrio con poco poder adquisitivo tendrá problemas de delincuencia, no solo los que tienen muchos inmigrantes. Quizá hacia arriba, hacia Plaza Castilla, la cosa empeora un poco y vendría bien presencia policial, pero de ahí a deportar a nadie…

De modo que no es un problema exclusivo de los latinos.

Para nada. Mi compañera de trabajo es latina y no solo no tiene nada que ver con eso sino que la misma lo sufre. A ver, yo cuando me trasladaron a esta tienda, reconozco que no me gustaba nada la idea, pero reducir un problema de delincuencia al hecho de que hay mucha población latinoamericana es un error. Lo que pasa aquí pasa o pasaba en Vallecas, Villaverde o cualquier otro sitio. De vez en cuando montan follón, sale alguna noticia, pero no solo ellos.

¿Recuerdas cómo era antes el barrio?

Es que yo lo conozco de cuando era pequeño, que era casi un descampado. Era muy tranquilo, pero es que todo Madrid era muy tranquilo. Era más un pueblo en el que todo el mundo se conocía. Otra cosa. No se puede comparar aquello con lo que hay ahora.

VICE: ¿Cómo te afectan a ti estas protestas, siendo latina?

Yo es que he visto a dominicanos con machetes desde mi ventana, en los carnavales. Andan buscándose entre ellos y hay peleas. Claro que me afecta, porque al final la gente es racista, pero yo no hago caso. No me parece mal que deporten a alguien que cometa un crimen porque si hace algo malo a lo mejor les tienen que llevar a su país.

¿Qué tipo de racismo sufres?

El típico. Te miran mal o te llaman panchita cuando vas en el metro. Llevo diez años aquí, ya me considero de aquí, no hago ni caso a lo que me digan o si me insultan. Hay de todo. Igual que hay bandas latinas, hay latinos que se comportan bien. Es que es absurdo pensar que son todos delincuentes. A mí lo único que me preocupa es mi hija, que tiene catorce años, y muchos chicos de bandas tienen esa edad.

¿Qué te cuenta tu hija sobre estos jóvenes?

De momento, por suerte, no me cuenta mucho. Yo estoy pendiente y sé que afuera del instituto de La Almudena, en la plaza Remonta, quedan chicos para pelear pero también hay policías controlando. Nada más. Todo lo que nos afecta es que, a veces, por la noche no puedes ir tranquilo o tienes que tener cuidado de no pasar por algún parque oscuro.

VICE: ¿Sabías que hubo una manifestación contra la delincuencia latina?

Sí, fue justo donde vivo yo, en la plaza del Supercor. Yo no soy racista, lo único que sí pasa es que a veces tienes un poco de miedo en el barrio. No por mí, que sigo haciendo más o menos lo mismo, sino más por mi hijo que tiene ahora doce años y a lo mejor le paran y le amenazan o le dicen algo. En la terraza de debajo de mi casa ya no vamos nunca a tomar algo. De hecho, llevo aquí toda la vida y ahora me planteo irme del barrio.

¿Tan grave es la situación?

No, tampoco es grave. No es que tengamos ningún problema. Lo que pasa que, teniendo niños, prefiero vivir en un sitio en donde no haya jóvenes que se creen los amos del barrio. Por ejemplo con los gitanos, antes, no había problema. No es una cuestión de que sean o no latinos. Pero habiendo robos cada dos por tres, parece a veces que han hecho de zonas como Alvarado un gueto. La solución a todo esto no debería ser algo tan extremista como deportarles, en mi opinión.

¿Qué es lo que menos te gusta del barrio?

En general, se meten en trasteros que no son ni pisos, hay peleas en bares y lo que te decía de chicos que cogen las bicis del ayuntamiento y se juntan todos en el parque. Se sientan en la plaza y no tienen ningún control, ese es el problema. Es algo de las bandas, no de los vecinos. Yo jamás he tenido problemas con mis vecinos. Ni en verano, que dicen que montan jaleo, para nada. De drogas tampoco he visto nada.

VICE: ¿Hay de verdad un clima de agitación en el barrio?

Lo que hay es gente mayor con miedo a que les roben y al hacerlo les den un empujón. Hay también robos en casas, peleas callejeras, dominicanos en bicicletas que arrollan a la gente y aún tienen más que decir. No digo que solo sean ellos, pero son los que más se ven. He visto hasta cómo le daban una paliza a un señor mayor y después, delante de los policías, se ponían chulos diciendo que conocían sus derechos. Creo que la primera cosa que habría que hacer es revisar la Ley del Menor.

¿Lo has sufrido tú personalmente?

He sufrido malas respuestas, contestaciones de cachondeo que no vienen a cuento, cuando les pides sitio para pasar con una persona mayor o que no tiren todo al suelo. Yo solo pido es que cumplan las normas. Nosotros, incluidos mis padres, somos los primeros que hemos emigrado. Pero respetando las normas y las leyes que son para todos. Con educación y civismo se solucionaba el problema. Lo que pasa es que si en su casa no les educan, no lo voy a hacer yo. Son los primeros que se automarginan y se niegan a integrarse, vienen y viven cómo en sus países, pero en cuanto les dices algo ya te vienen con el cuento del racismo. No son solo jóvenes, también papás y mamás.

¿Todo esto afecta a los negocios y la actividad comercial?

Claro. Antes daba gusto pasear y la gente venía a Bravo Murillo porque era agradable y entraba en las tiendas. Ahora ya no, si tienen que comprar pues compran, pero no se dan un paseo como antes. Y yo lo entiendo porque lo que quieren es un sitio tranquilo donde la gente sea educada.