Así es ser reportero de "Sálvame"

Omar Suárez acaba de sacar un libro: Sálvame, soy un reportero en apuros . El título ya lo dice todo. En la portada se le puede ver con un micro en la mano y sentado en un chester tapizado con monigotes que saltan a la comba o contienen patatas fritas en su interior. El libro es un recopilatorio de anécdotas personales que le han sucedido a lo largo de sus dieciséis años como reportero.

Él ha conseguido cosas que muchos españoles querrían como asistir a las fiestas que Paquirrín da en su casa. Eso sí, desde fuera y con el riesgo de que dos cachorros de león contratados para formar parte del espectáculo te acaben mordiendo y acabes con los pantalones ensangrentados. Cuando le pregunto si en las fiestas de Kiko Rivera hay triangulitos de nutella me dice que le hago preguntas que ni los del Deluxe saben contestar.

VICE: ¿Cuál ha sido la peor experiencia que has vivido como reportero de Sálvame?
Omar: La peor experiencia fue sin duda el encontronazo con María José Campanario. Yo venía con mucha ilusión al programa porque acababa de entrar en Sálvame hacía dos o tres semanas. No sabía muy bien a lo que me enfrentaba, pero tenía claro que yo quería mantener mi tono amable. Sin comerlo ni beberlo me encontré con María José Campanario y su padre insultándome, empujando a la cámara y en ese momento incluso me planteé dejar el programa. No lo hice porque Carlota Corredera, una gran amiga, me hizo análisis psiquiátricos y psicológicos y me convenció para que no lo hiciera.

¿En la tele hay tanta droga como se dice?
Yo soy una persona súper sana porque no bebo ni alcohol. Esto de la tele y las drogas son mitos. Aquello que dicen "la droga va corriendo por los camerinos" es falso. Llevo dieciséis años en televisión y nunca lo he visto. Es más, cuando me dicen: fulanito se mete, me quedo como "No me lo puedo creer".

¿Hasta qué punto conservas tu intimidad cuando pones un pie en Sálvame?
A los reporteros se les respeta muchísimo la vida personal porque no entramos dentro del grupo de los colaboradores, que se tienen que desnudar y abrirse en canal. A nosotros nos respetan de momento. Nunca se sabe lo que puede pasar.

¿Cuál es la reacción de los famosos al ver que les vas a preguntar con un micrófono de Sálvame?
Muchas veces tienen miedo y además te lo dicen: "Uy Sálvame…" Luego yo les hago las preguntas y fenomenal, ven que tampoco hay para tanto. Lo más fuerte del caso es que cuando se hace un corrillo en torno algún famoso las preguntas más fuertes las hacen otros medios.

Explícame alguna metedura de pata del directo.
Por ejemplo una muy fuerte fue cuando estábamos haciendo una primera conexión desde un hospital donde se suponía que estaban operando a Mila Ximénez y después de hacer la conexión recibí un montón de llamadas algunas de ellas del propio hermano de Mila para decirme que no estaba en ese hospital. Fue un error garrafal, porque incluso otros compañeros pensaban que Mila estaba donde yo había dicho y realmente era yo quien estaba en el lugar equivocado. En la segunda conexión tuve que desplazarme corriendo al verdadero hospital donde estaba ella. Equivocarse es humano y hay que reírse de uno mismo, yo lo hago en muchos capítulos del libro.

¿Te has encontrado en alguna situación en la que te han pedido más de lo que tú realmente querías dar?
Tengo mucho sentido del ridículo, porque soy muy vergonzoso y muy cortado. Alguna vez Jorge Javier me ha dicho: venga, ponte a cantar. Yo ante esto le doy la vuelta, le contesto algo divertido, él se ríe y así no canto. Pero sí que es verdad que en uno de los directos me tuve que tirar en una piscina con Rosa Benito sin haberlo preparado y en aquél momento no tenía otra porque me dijeron por el pinganillo: "tírate con ella a ver si se anima", porque le daba miedo lanzarse al agua.

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Llegados a este punto de la entrevista y después de haber sido tan directa con mis preguntas le pido que me haga un 1x1 (aquello que se hace normalmente en fútbol para saber cómo han estado los jugadores). Le propongo 11 players en el terreno de la prensa del corazón.

Tamara Falcó: Es muy buena chica, me cae fenomenal. Su reciente vocación de monja hace que la eleve a la categoría de santa (en el libro). Me encantan los Preysler, así da gusto de ir a trabajar.

Ana Obregón: Me parece una tía súper cachonda y súper divertida. Yo es que además la sigo desde pequeño. Me da mucha rabia que se metan con ella porque siempre ha trabajado y sigue trabajando pero como da la impresión de ser alegre e infantil pues parece que puede ser el dardo de todo.

Ricky Martin: Por él casi me quedo tetrapléjico. Yo tenía que grabar un saludo para Jorge Javier y salí corriendo detrás de él en la oscuridad del Palacio de los Deportes. Me caí desde una altura que mi propia cámara se asustó, pero cuando vio que respiraba y le contestaba se empezó a descojonar.

David Bisbal: Él junto a Pablo Alborán o Antonio Banderas son personas que están en lo más alto y cuanto más altos están más cercanos y más naturales son. En cambio hay otros "pedorros" que te encuentras y que salen de la nada, sobretodo los de realitys (como por ejemplo Gran Hermano), que salen de allí y se creen que lo son todo, cuando realmente la fama les va a durar cuatro días en la calle.

Jorge Javier Vázquez: Como jefe es genial (sin peloteos). Con todo lo grande que es y con todo lo que ha conseguido lo que me sobra de él es que sigue siendo una persona insegura en el sentido que sigue teniendo sus miedos… por ejemplo vamos a una firma de libros y me dice: ¿Tu crees que habrá gente? O me dice ¿Tu crees que irán a verme a tal sitio? Y yo le digo: pero vamos a ver Jorge Javier… ¿Cómo lo puedes dudar?

Rosa Benito: Fui su confesor durante un tiempo que ella pasó muy delicado. Nuestra relación va viento en popa. Sabe que puede contar conmigo. Sé muchas cosas de ella que nunca he dicho ni diré.

Lydia Lozano: Es la amiga que me llevaré de Sálvame.

Belén Esteban: Es una persona muy generosa. Muchas de las cosas que le han pasado han sido precisamente por ser tan generosa. Como amiga es absolutamente fiel. Ella por sus amigos MA-TA.

Karmele Marchante: A mí me encanta. Vive como en su mundo extraterrestre… No quiero decir que se le resbale todo, pero ella está allí, le da como un poco igual todo, le dan igual las críticas y está a su bola.

Kiko Hernández: Me parece un cerebro televisivo. Todo lo que suelta por la boca es 100% televisivo. Consigue que la gente esté pegada a la tele y no se mueva de allí.

Kiko Matamoros: Es una de las personas más educadas que hay en el programa y eso que tiene pinta de gruñón. Hay mucha gente que dice "uy, qué miedo". Pues no, es una persona súper maja.

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Y después de analizar aquel once solo me queda hacerle una pregunta:

¿Has tenido alguna experiencia personal con algún famoso más allá de lo profesional? ¿Has acabado teniendo alguna relación incluso de amistad?

Como yo tengo un perfil bastante amable y me gusta ponerme en la piel del otro por lo general el famoso se relaja a veces delante y otras detrás de la cámara, pero soy fiel. A mí me han contado muchas cosas en secreto y yo distingo perfectamente entre lo que puedo contar y lo que no puedo contar. Yo antes que periodista soy persona.

Puedes saber más sobre el libro de Omar aquí.