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Los griegos nostálgicos a quienes les gustaría salir del euro y volver al viejo dracma

Después del incontestable voto a favor del “No” en el órdago del sábado, la incertidumbre, la confusión y las permanentes colas en los cajeros automáticos, vuelven a Grecia.

En Grecia existe la sensación de que se ha ganado una batalla. Sin embargo, la guerra está lejos de estar terminada. Los resultados del referéndum empezaron a filtrarse el domingo por la noche. E “No” resonaba incontestable. En la plaza Syntagma de Atenas miles de griegos se concentraban para bailar y cantar canciones patrióticas. En los últimos días el júbilo se ha ido evaporando y ha dado paso, de nuevo, a la incertidumbre, la confusión y a las omnipresentes colas en los cajeros automáticos.

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El martes por la mañana, el primer ministro, Alexis Tsipras llegó a Bruselas flanqueado por su equipo de negociadores. Entre ellos estaba el flamante ministro de Economía, Euclid Tsakalotos, hombre educado en Oxford, que asumió el cargo después de la renuncia del indomable Yannis Varoufakis. Se rumorea que Tsipras quiere que la exorbitante deuda de 323 mil millones de dólares que acumula Greca, sea condonada en un 30 por ciento y reembolsada a 20 años.

En las calles de Atenas, se percibe la nostalgia del dracma, la moneda anterior al euro.

Nick, que fue reclutado durante el referéndum para colgar los carteles del “Sí” — a pesar de que él votó a favor del “No” — recordaba con cariño los días anteriores al euro. “No sé qué moneda es la mejor, pero sí que recuerdo vivir mejor en los días del dracma”, confesó a VICE News. “Mi padre construyó una bonita casa y nos fuimos e vacaciones. Con su único trabajo fue capaz de criar a 3 hijos. Hoy en día hacen falta 3 trabajos para criar a un niño”.

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En el Dimotiki Agora, el cavernoso mercado de comida de Atenas, Paris Klonis, pescadero, agitaba una enorme y resbaladizo pargo al aire, mientras recordaba con entusiasmo los días de la antigua moneda.

“Todo el pescado barato ya se ha terminado, pero hoy ya no es posible vender pescados caros. Especialmente ahora, con los bancos cerrados”, aseguró a VICE News. “Yo te pregunto… ¿Qué sentido tiene trabajar 15 horas al día para perder dinero? Los millonarios de antes comen ahora de la basura. Antes, cuando el dracma, éramos ricos”.

‘Los millonarios de antes comen ahora de la basura. Antes, cuando el dracma, éramos ricos’

Bajo un callejón ensombrecido, Giorgis Kosmidis está sentado en la tienda de mascotas de su familia. Está rodeado de bolsas de comida par animales y de jaulas en las que los pájaros piulan y revolotean. La habitación está presidida por un brillante loro verde, recostado orgulloso y inconsolable, sobre su percha. Muchos griegos tienen dificultades ahora para alimentarse, por no hablar de sus mascotas. Sin embargo, Kosmidis declaraba a VICE News que el negocio sigue fluyendo, aunque nadie sabe qué será lo siguiente.

“El domingo expresamos nuestra rabia y ahora estamos esperando”, dijo. “Intentaron asustarnos. Nos dijeron que si votábamos “No” dejaríamos el euro y volveríamos al dracma, pero yo solo quiero que alguien me cuente los beneficios de cada opción. Lo que está claro es que en los medios nadie nos dice que es lo que más nos conviene. Yo, al menos, recuerdo que las cosas eran más baratas entonces. Y, de repente, cuando nos sumamos al euro, los precios se dispararon de la noche a la mañana”.

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Un trabajador limpia un grafiti en el exterior del edificio del Banco Central de Grecia, en Atenas. (Foto de Yannis Behrakis/Reuters)

Grecia es el tercer productor mundial de aceite de oliva. Y los campesinos, muchos de los cuales tienen miedo de que los bancos les obliguen a vaciar sus cuentas de ahorros, están exigiendo a los distribuidores que se les pague en metálico. Pero los distribuidores no pueden hacerlo ya que se supone que los bancos tienen que seguir cerrados, como mínimo, hasta el miércoles.

“Yo no siquiera quiero pensar en lo que pasará si dejamos el euro”, aseguró el martes Chris Dimizas, director y responsable de la productora de aceite de oliva Greekpool, a la agencia Reuters.

Los expertos están divididos de un modo similar. Panagiotis Petrakis, profesor de economía en la universidad de Atenas, declaró a VICE News que volver a la antigua moneda sería extremadamente complicado.

“Mucha gente está nostálgica, pero confunden el pasado con la moneda. Y no son la misma cosa”, afirmó Petrakis. “Uno de los motivos por los que la gente votó “No” fue porque Tsipras prometió al país que lucharía por mantenerlo en el euro. Pese a que el regreso al dracma sigue siendo una posibilidad, creo que estamos muy lejos de eso. Ahora mismo es técnicamente imposible”.

Mientras, Stavros Drakopoulos, un profesor de pensamiento económico y metodología aseguró a VICE News que el referéndum aumentó las probabilidades del llamado “Grexit” del euro.

“Tras el referéndum ahora hay una mayor probabilidad de salir de la zona euro”, dijo. “Las actitudes rígidas de los acreedores hacen que sea mucho más difícil de conseguir un poco de margen para respirar en las negociaciones. Usted, por supuesto, espera que el público le resulte difícil entender estas cuestiones tan técnicas, pero el consenso es que la dracma sería peor al principio, pero en el mediano y largo plazo, posiblemente, sería mejor. “

El martes por la noche, las informaciones que salían de la reunión clave de ministros de Finanzas de la zona euro no eran optimistas. Se insinuó que el equipo griego no había esbozado nuevas propuestas.

“Es probable que sea una pérdida de tiempo”, dijo el primer ministro de Malta Joseph Muscat.

La noche del lunes, el Banco Central Europeo presionó aún más a los bancos griegos manteniendo el control de crédito de un límite de diario de 50 euros impuesto a los ciudadanos griegos. Algunas de las principales empresas están pagando los salarios de los empleados en efectivo.

De regreso a Bruselas, la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió que el reloj no se detiene. “Ya no es una cuestión de semanas”, dijo a los periodistas. “Es cuestión de días”.

Sigue a Andrew Connelly en Twitter: @connellyandrew

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