La expresión “pelea de comida” nunca volverá a evocar imágenes de comedores de preparatoria, bodas que salieron mal o un bebé jugando con su papilla. La elección presidencial de 2016 en Estados Unidos ha concedido a esta frase conceptos nunca antes contemplados.
En respuesta al intento mexicano contradictorio por “Hacer que las esquinas vuelvan a ser maravillosas“, la Cámara de Comercio Hispana en Estados Unidos ha emprendido una iniciativa enfocada en el registro de votantes, llamada “Guac the Vote.” Javier Palomarez, el presidente de la organización, dijo que el propósito de esta campaña es registrar a más votantes contra Trump a medida que el plazo de registro oficial termina.
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Es fácil notar que esta idea está centrada en la comida mexicana más popular de Estados Unidos —los tacos y el guacamole— y es mentada directa a Donald Trump y sus simpatizantes. Trump, por supuesto, ha sido un poco hostil contra los mexicanos, llamándonos criminales, narcotraficantes y violadores; mientras irónica y absurdamente declara su amor por los hispanos y los tacos bastardos servidos en Trump Tower Grill.
Apenas hace poco, te contamos acerca de los comentarios virales —y algunos dirían autoaversivos— de Marco Gutiérrez, el fundador de Latinos for Trump, quien anunció en televisión nacional: “Mi cultura es muy dominante. Y eso causa problemas. Si no hacemos algo al respecto, vamos a tener puestos de tacos en cada esquina”. Como si ése fuera un problema, incluso en el fantasioso caso de que una hegemonía culinaria de ese estilo pudiese ocurrir.
Así que ahora el contingente de taqueros ha tomado el asunto en sus propias manos con guacamole y han convertido el #guacthevote en el equivalente a lo que fue el #imwithher (en apoyo a Hillary Clinton).
No es secreto que Trump tiene algunos fans entre la gran masa de latinos residentes en Estados Unidos, pero según la encuesta más reciente de New Latino Voice, conducida por la Universidad Internacional de Florida —la encuesta se realizó después del discurso de Trump sobre la inmigración el 30 de agosto y luego de las declaraciones de Gutiérrez—, el apoyo al candidato a lo largo del país entre los latinos descendió a un 10.7 por ciento. Solo para ofrecer un poco de perspectiva, Mitt Romney había alcanzado un 40 por ciento de aprobación entre los votantes latinos de Florida en 2012 y aún así perdió la silla presidencial ante Obama.
Puede ser que este tipo de iniciativas no sólo involucren a los puestos de tacos. Esta semana, después de que los demócratas de Colorado establecieran un puesto de tacos justo afuera de las oficinas centrales de la campaña de Donald Trump en Denver, Paul Lopez, un concejal de la ciudad de Denver, tuvo otra idea brillante: “Animo a todos los paleteros” a registrar personas para votar, le dijo a NBC News. “Tienes que ser creativo. Tienes que acercarte a la gente”, añadió. Las paletas, por supuesto, son muy populares en toda América Latina.
Nunca antes se habían politizado tanto los aguacates, las tortillas de maíz y las aguas frescas.
Este año y la elección de los vecinos del norte es ciertamente, un periodo muy extraño e importante para el resto del continente americano.