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Guerra entre policía y ultras franceses tras la final de la Eurocopa

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Más que por el fútbol, por desgracia esta Eurocopa pasará a la historia por los disturbios. París fue nuevamente testigo de primera mano de los encontronazos entre la policía y los ultras el día de la final del torneo: los cuerpos policiales acabaron usando cañones de agua y gas lacrimógeno para sofocar a la multitudes justo debajo de la Torre Eiffel durante el partido.

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Después de la derrota de Francia en el Stade de France, las tensiones continuaron a lo largo de la avenida de los Campos Elíseos.

Situation très tendue à proximité de la #TourEiffel ! #FRAPOR pic.twitter.com/8MCGpPPzlT
— Remy Buisine (@RemyBuisine) July 10, 2016

Durante el partido, algunos aficionados trataron de entrar en la fanzone, que tenía capacidad para 90 000 personas; cuando la policía les negó la entrada, estalló el conflicto. Los ultras franceses empezaron a lanzar botellas y palos a los antidisturbios y muy pronto aparecieron columnas de humo procedentes de coches y contenedores quemados.

Después del partido, la policía cargó contra los aficionados en los Champs-Élysées —que une el Arc de Triomphe y la Torre Eiffel— que estaban tirando fuegos artificiales.

Como consecuencia de los ataques de Estado Islámico en el Stade de France en noviembre, la seguridad ha sido la máxima obsesión de la policía durante la Eurocopa. Las autoridades galas, sin embargo, han sido objeto de críticas por parar inadecuadamente los combates entre los grupos de ultras durante el torneo.

Alguna vez, a los gendarmes hasta se les ha acusado de promover más violencia entre los hooligans. Tras el descontrol de la fase de grupos parecía que todo había vuelto a la calma con las eliminatorias, pero las escenas del pasado domingo han vuelto a romper la relativa paz que se había instalado en el país.

La policía francesa ha alertado a la gente para que no se acerque a la Torre Eiffel o a los Campos Elíseos. Aseguran que la situación no es segura