El Presidente de Zambia, Michael Sata, de 77 años, falleció la noche del martes en Londres. El Vicepresidente Guy Scott, de 70 años, asumirá el cargo como presidente interino hasta las próximas elecciones, que tendrán lugar de aquí a tres meses. Esto significa que Scott se convertirá, al menos provisionalmente, en el primer presidente blanco de África desde el fin del apartheid, cuando Frederik de Clerk dejó la presidencia de Sudáfrica en manos de Nelson Mandela en 1994.
Sata murió poco después de las 21.00 horas (las 22.00 hora española) en el Hospital Rey Eduardo VII, si bien el centro médico ha declinado hacer comentarios al respecto. Se cree que el presidente llevaba un tiempo enfermo, pero la preocupación por su salud fue en aumento desde que el pasado septiembre no acudiera a un discurso que tenía programado en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
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Roland Msiska, secretario del gabinete de Zambia, confirmó la mañana del miércoles la muerte del presidente Sata presidente Sata en un comunicado, y añadió que había estado en compañía de su esposa, Christine Kaseba-Sata, y de su hijo, Mulenga Sata. Msiska instó a los zambianos a “permanecer en calma, unidos y en paz durante este difícil momento”.
Entre los homenajes que le rindieron al que fue presidente – apodado el ‘Rey Cobra’ por su agresividad verbal – estuvo el de Rupiah Banda, su predecesor, quien dijo en The Guardian que Sata era “más que un servidor del Estado. Era un competidor apasionado, un hombre de convicción y determinación. Por encima de todo, Michael Sata fue un verdadero zambiano, en cuerpo, alma y espíritu”.
Sata comenzó a trabajar de joven como policía, y su vida incluyó también períodos en los que trabajó como empleado de una fábrica de automóviles y como barrendero de los andenes de la Estación Victoria de Londres.
La Constitución de Zambia dice que en caso de fallecimiento del presidente, el vicepresidente asumirá el cargo de forma interina y deberá convocar elecciones presidenciales en un plazo de 90 días. Scott ocupará el puesto temporalmente hasta que se celebren las elecciones, a las que no concurrirá. El ahora presidente interino no puede aspirar a presidir Zambia de forma permanente, debido a una ‘cláusula de parentesco’ de la Constitución, que dictamina que solo los zambianos cuyos padres hayan nacido en el país pueden optar a la presidencia.
Guy Scott nació en Livingstone (Zambia). Su padre era originario de Glasgow, y su madre nació en Watford, Inglaterra. Estudió Matemáticas y Ciencias Económicas en la Universidad de Cambridge y obtuvo un doctorado en Ciencia Cognitiva por la Universidad de Sussex.
Scott ha hablado muy abiertamente acerca de las razas en el pasado. En 2013 dijo a The Guardian que el internado al que asistió de joven en Zimbabwe era “como estar en la Juventud Hitleriana: las teorías sobre la inferioridad de la raza negra y este tipo de cosas”. También dijo que Sata le decía cosas tales como: “‘¿Qué serías si no fueras blanco?’ Le dije: ‘El presidente?’, lo cual hizo que se callara”.
El mismo día en que asumió su nuevo cargo, Scott admitió al periódico británico The Telegraph que él es el primer líder democrático blanco de África “desde los Venecianos”, y que la llegada de un blanco a la Presidencia podría suponer “un pequeño shock para el sistema”. Añadió que está “muy orgulloso de que hayan confiado en él”.
“Todo el mundo se está acostumbrando a llamarme ‘Su Excelencia’, y me estoy acostumbrando a ello. Muchos chicos me siguen en sus motocicletas. Es muy extraño”, continuó Scott.
Martin Makweti, un representante del partido político de Zambia Alianza para el Desarrollo y la Democracia, dijo a VICE News que el presidente Sata era conocido por su “fuerte y autoritario carácter… O bien te gustaba o le odiabas”.
Makweti dijo que Sata había polarizado el país, y que muchos ciudadanos opinaban que mientras invertía una gran cantidad de recursos en su provincia natal, Muchinga, otras zonas rurales a menudo quedaban totalmente abandonadas. “Él llegó al poder con un montón de promesas. Quien asuma el cargo tiene muchísimo trabajo que Sata dejó sin resolver”.
Sata describió a Scott como “un caballero”, y dijo que su carrera sólo sería significativa si los opositores políticos pudieran aprovecharla como “algo que explotar.” Y agregó: “La mayoría de los zambianos nacieron después de la independencia por lo que no tienen esa animosidad”.
Makweti dijo que durante los próximos 90 días “habrá empujones” para obtener apoyo en las elecciones presidenciales, y que, en su opinión, “no se podría haber encontrado una persona mejor y más madura para dirigir esta transición.”
El profesor asociado de Derecho Internacional en la London School of Economics y ciudadano de Zambia, Chaloka Beyani, dijo a VICE News que Zambia se enfrenta a un momento de incertidumbre constitucional, dado que Sata es el segundo presidente que ha fallecido en el cargo en solo seis años.
Según Beyani, la celebración de elecciones presidenciales tiene un impacto negativo en el país, porque significa que Zambia puede terminar con un presidente que no controle el parlamento. Y agregó que “actualmente se está produciendo una seria lucha de poder entre bambalinas en el propio partido del presidente”.
Scott y Beyani ya se conocían antes de que Scott se involucrara en la política de Zambia. Beyani dijo que “habrá aquellos que quieran cambiar la ‘cláusula de parentesco’ de la Constitución [porque quieren a Scott como presidente], pero no creo que obtengan la mayoría”. Añadió que, incluso sin la cláusula de parentesco, no está seguro de que Scott quisiera postularse a la presidencia. “Él mismo es bastante mayor”. Entre otros ministros, dijo, “no hay un competidor claro”.
Zambia es independiente del Reino Unido desde 1964 y sus ciudadanos celebraron el 50 aniversario del país el pasado 24 de octubre.
Sigue a Sally Hayden en Twitter: @sallyhayd