La policía militar en Guatemala toma fuertes medidas contra la escena psytrance inspirada en la cultura Maya

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La policía militar en Guatemala toma fuertes medidas contra la escena psytrance inspirada en la cultura Maya

¿Quién se impone a quién en una colisión de culturas en América Central?

La cultura Maya está experimentando un resurgimiento en el mundo latino y en otros sitios y el lago Atitlan en Guatemala, un importante punto de energía espiritual para los mayas, se ha convertido en un lugar para que los extranjeros vayan a probar y se conecten con la ancestral sabiduría por la cual son conocidos los mayas.

El lago es hogar de los Tz'utujil, uno de los 21 grupos étnicos Maya que aún vive en Guatemala. Muchos alrededor del lago sólo hablan Tz'utujil, visten de forma tradicional y el practicar ceremonias es algo común para ellos.

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El área también se ha convertido en la mecca de la escena psychedelic trance, admiradores de la música dance con aroma a pachuli en sudorosas comunidades que gustan de los alucinógenos. Los raves que duran toda la noche han atraído la atención no solamente de la gente, también del gobierno.

En el 2012, el gobierno de Guatemala aprobó una ley para que todos los bares y restaurantes dejen de servir alcohol a la 1AM. Sin embargo, en el epicentro de la escena y turismo psytrance alrededor del lago, San Pedro La Laguna, la llevaron un paso más lejos, ordenaron que la música debe terminarse en los establecimientos públicos a las 11PM, en un intento por terminar con los raves. Son el único municipio en Guatemala que impone esta ley.

"Se está convirtiendo en un estado autoritario," dice Byron Molina, un expatriado metido en la escena dance local. "Se comienza a ver a los pinches militares con la policía, no son policías, son pinche militares con AK-47s. ¿Qué está pasando? ¿Dónde está la guerra?

Byron es mejor conocido como "Houston". Fue criado en los Estados Unidos, pero sus ancestros provienen de varios países centro americanos. De adulto, se mudó a Guatemala para rastrear sus orígenes ancestrales, pero lo que encontró fue algo muy diferente: psytrance.

Para Molina, el descubrimiento fue un despertar espiritual y el comienzo de una nueva vida. Ha pasado los últimos siete años promoviendo la escena psytrance en Guatemala, más específicamente alrededor de San Pedro La Laguna. Pero desde que la ley se aprobó hace tres años, la escena nocturna del psytrance ha experimentado fuertes medidas en su contra por parte del gobierno.

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"Entrarán en conjunto a un bar y dirán que tienen autoridad por ser un espacio público. Pero el hecho de que sea un lugar público no significa que puedas entrar cuando la gente está pasando un buen rato y poner pistolas en sus caras, mientras buscas a ciertas personas. Es terrorismo. Es difícil de explicar. Tienes que estar ahí y sentirlo. Quizá lo veas esta noche. Veremos que pasa."

Imágenes psicodélicas comúnmente acompañan la cultura psytrance.

Esa noche noche un bar local tenía un evento de psytrance, con una after-party planeada para durar toda la noche en una enorme propiedad a las orillas del pueblo. El bar no fue allanado esa noche, pero cuando se terminó la música un hombre se paró y comenzó a gritar fuertemente "la after-party es por acá" señalando la puerta. Hordas de guatemaltecos y extranjeros caminaron por la autopista hacia la solitaria casa a las orillas del pueblo, el sitio no-oficial en San Pedro La Laguna para las after-hours.

Mientras nos acercábamos, los organizadores usaron luces de bengala para iluminar el camino, la calle era obscura y la gente se movía con precaución. De pronto, unos proyectores comenzaron a brillar por detrás y dos camionetas pickup comenzaron a circular lentamente a través de la gente. Cada una traía en la parte trasera policía militar con mascaras, uniformes negros y chalecos negros antibalas, mientras sostenían enormes armas automáticas. Se estacionaron cerca de la entrada de un pequeño camino que aparentemente llevaba a la casa.

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Los organizadores gritaban repetidamente que la policía no podía hacer nada porque era propiedad privada. Le dieron paso a la gente a través de las camionetas negras, por un camino obscuro sin luces. La policía miró, sin hacer nada. Era la 1:30AM.

Entre los cambios de DJ, Houston habló con los organizadores mientras vigilaba a la policía a las afueras, preguntándose si, de hecho, entrarían a tierras privadas. La música se escuchaba fuerte, pero por lo que pude ver estaba lejos del pueblo.

El psytrance es intenso. Golpea en tu cabeza como un martillo, con rápidas baterías, bass repetitivos, sonidos chirriantes, sin melodía y con drops casi nulos que crean una sensación de hipnosis en medio del caos.

"Para mi se trata de la música, es sobre la experiencia del trans-dance. Es sobre salir y vivir libre, llevando tu mente a otros sitios. No sólo es viajarse y quedar jodido, aunque eso comúnmente sucede," menciona Houston. "No hay letras, no hay palabras; es sobre tu mente llevándote a donde quiera llevarte."

Este espíritu es común entre ellos. "No se trata de drogas. Yo no estoy drogado en este momento. Es sobre la música. La música es mi droga," grita Michael, un expatriado que ha vivido en San Pedro La Laguna por más de siete años que se ha sumergido en la escena.

La policía no invadió el evento esa noche, pero caminaron por fuera hasta altas horas de la madrugada, observadores y precavidos. Cada persona que abandonó la fiesta tuvo que caminar a través de las poderosas armas y los ojos observantes que esperaban dentro de las camionetas negras. Es un contraste a la sensación serena que normalmente evoca el lago Atitlan.

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Este lago es majestuoso, hay algo aquí sobre la locación. No creo que ni siquiera la gente que aquí habita entienda qué es," dice Houston.

La belleza e historia espiritual del lago Atitlan ha llamado a más y más extranjeros que tratan de entender su misteriosa atracción. El pueblo de San Pedro La Laguna es tranquilo. Los turistas se quedan en los alrededores del lago, pero sólo arriba de la colina, caminos de adoquín forman una red que mantiene unida a la comunidad. Es tan fácil ver a un joven Maya con su cabello lleno de gel y jeans, como es ver a una mujer anciana vistiendo tradicionalmente, sosteniendo una canasta en su cabeza.

La dicotomía ha creado una división en la población. Muchos jóvenes quieren divertirse, mientras las generaciones más viejas quieren mantener las tradiciones y, quizá más importante, dormir un poco los fines de semana.

"Creamos esta ley para que la gente ordinaria pueda relajarse, para no molestar a los vecinos," explica el alcalde de San Pedo La Laguna, Diego Ixmatah González, Se rehusa a comentar más a fondo acerca del incremento de las tropas del gobierno patrullando la ciudad en las noches, más allá de comentar, "se están haciendo esfuerzos."

"Hablé recientemente con la Policía Civil Nacional," dice. "Pedi más agentes para que cuiden a toda la población. Tendremos a más personal próximamente que controlen la atmósfera de San Pedro La Laguna."

El gobierno de Guatemala no siempre ha sido amigo de los Mayas. Una guerra civil de 36 años tuvo lugar principalmente entre el gobierno y los rebeldes Mayas que veían su cultura siendo perseguida. Se estima que durante la guerra entre 140,000 y 200,000 guatemaltecos fueron asesinados o desaparecidos, de los cuales se cree que el 83% eran Mayas.

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En el pico de esta masacre el presidente, Efraín Ríos Montt, fue acusado de genocidio en el 2013, aunque poco después la suprema corte revocó esa sentencia y recientemente fue declarado mentalmente incompetente para su juicio. El actual presidente y ex oficial militar, Otto Pérez Molina, ha sido acusado de liderar algunas de las masacres conectadas con Montt en 1982 y es visto por muchos como una extensión del antiguo gobierno que subyugó a los Mayas por décadas.

"Ha habido una discriminación sistemática contra los Mayas por parte de nuestro gobierno En la escuela hay contenido contra los Mayas en la educación formal. Las instituciones religiosas hablan pobremente de las prácticas Maya. Las políticas y economía son completamente de discriminación contra la cultura," nos dice Juan Manuel Chavajay. Él es el director de Taa'Pi't ONG, un centro de aprendizaje intercultural basado en San Pedro La Laguna que apunta a dar soporte a las tradiciones y educación de los niños de las comunidades Mayas.

Varios niños juegan en computadoras en las oficinas; fotos de miembros conocidos de la comunidad y de pasados eventos Maya cuelgan de las paredes; artefactos y artesanías tradicionales se muestran en el cuarto. Discutimos la espiritualidad que el lago mantiene para los Mayas y el asegura que había eventos sagrados a lo largo del año en las montañas a las afueras del pueblo, aunque dice que estas prácticas son secretas y no podía decirme más excepto que eran llevadas a cabo en varios puntos importantes de energía para esta cultura.

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Juan Manuel repitió varias veces la conexión entre el lago y la comunidad, su cultura y la espiritualidad de los Mayas. No pude evitar pensar como esto era similar a lo que Houston y la demás gente mencionaba sobre los eventos de psytrance que trataban de conectarse con algo más; sin embargo, cuando mencioné esto a Juan Manuel, no estuvo de acuerdo.

"(La felicidad de los asistentes) es una felicidad temporal. No es algo emocional o una forma de ver la vida diferente. La vida no necesita un boost, ¡La vida misma es un gran estímulo! Creo que ellos usan el termino felicidad, amor y comunidad como una distracción."

"Se que varios residentes que viven cerca de estos bares no están felices. La gente de aquí es tranquila, trabajan en la agricultura. Necesitan dormir porque se levantan temprano, entre las 4 y 5AM. Es opresión en su propia comunidad."

Los Mayas en Guatemala se han convertido en uno de los principales puntos para el turismo, que en gran manera es parte de la economía del país. Ha creado un delicado balance en donde el gobierno necesita la presencia Maya para atraer turistas y esto ha forzado a los gobiernos a finalmente aprender sobre la cultura Maya y sus tradiciones. Estos mismos turistas son los que participan en los raves, que de hecho afectan a la comunidad local, al traer ingresos pero también drogas. Las tradiciones parecen desvanecerse bajo la presión de influencias externas.

Miré alrededor de la oficina de Juan Manuel, en la espiritualidad que sangra de las paredes, sintiéndome sobrepasado por una situación sin respuestas claras. Le pregunté ambiguamente, ¿Qué es lo correcto para el lago?

"Bueno, (los Mayas) ven que la sociedad ya no tiene un espíritu sin mucho coraje. Hay demasiada tristeza, la humanidad se está desmoronando. Resumir la cultura fortalecería a los individuos, serían más libres, más auténticos y tendrían un espíritu de solidaridad. Y seguramente esto crearía un cambio significativo, no sólo con la comunidad, pero con la naturaleza y la sociedad."

Nathaniel Janowitz es un frecuente colaborador de Vice News - @NGJanowitz
Todas las fotos son del autor excepto las que señalan lo contrario.