La manifestación de los becarios de la ONU que exigen cobrar termina en altercados

Los becarios de la ONU organizaron ayer una nueva manifestación en el cuartel general de Nueva York. Se concentraron para exigir, una vez más, que se les pague por su trabajo. Sin embargo, poco después de entrar en el edificio fueron expulsados por los miembros de seguridad. Más o menos entonces, el mismo personal de seguridad se dirigió a los periodistas de VICE News y les exigió que borraran las fotografías de sus cámaras.

A la una del mediodía 20 becarios de distintas agencias de la ONU se concentraron bajo la lluvia en la sede central de la organización. Se agolparon en la entrada de visitantes. Sujetaban pancartas en las que se podía leer: "Lo impagado es invisible". Los becarios esparcieron ante ellos varios zapatos vacíos. Acto seguido explicaron que simbolizan a los jóvenes de los países en vías de desarrollo, incapaces de trabajar como becarios si no se les paga.

El evento fue organizado por un grupo autobautizado como Fair Intership Initiative (FII, Iniciativa por unas prácticas justas). Se trata de una de las mayores organizaciones dirigidas por estudiantes en prácticas, y reivindica que las agencias de la ONU ofrezcan prácticas remuneradas, algo que la amplia mayoría no hace.

Mehrnusch Anssari es una becaria alemana. Trabaja en el departamento legal de Naciones Unidas. Dice que solo pudo viajar a Nueva York gracias al programa de ayuda del gobierno de su país, un respaldo que solo ofrecen un puñado de países.

"La gente del mundo desarrollado necesita el dinero", explicó. "Yo creo que los becarios deberían de cobrar, especialmente aquellos que no se pueden permitir venir aquí".

Los becarios concentrados repitieron varias veces la misma reivindicación y subrayaron que no lo hacían por ellos, sino por todos aquellos que no pueden costearse los viajes de tres a seis meses rumbo a Nueva York y a Ginebra — dos de las ciudades más caras del mundo, donde la organización ofrece la mayoría de sus prácticas.

Pasados 20 minutos, la mayoría de los becarios se dirigieron al interior del edificio donde está ubicada la Asamblea General para hacerse una fotografía. Allí es donde las cosas se complicaron. Los becarios se dispusieron a sentarse frente a un tablado de retratos enmarcados en los que se distingue la imagen de todos los secretarios generales que han desfilado por la ONU. Entonces se les aproximó un guardia de seguridad y les dijo que las manifestaciones en el interior del edificio están prohibidas. Les arrebataron las pancartas. Los estudiantes replicaron que solo se querían hacer unas cuantas fotos juntos. El guardia se lo permitió, pero acto seguido otros dos miembros de las fuerzas de seguridad se personaron en la sala. Claro que estos no eran meros guardias, sino que eran sendos integrantes de las Fuerzas Especiales de Emergencia. Iban enfundados en trajes negros y en chalecos antibalas.

Los agentes empezaron a registrar los carteles que algunos de los estudiantes habían doblado y encajado bajo sus brazos. VICE News llevaba media hora fotografiando el encuentro y siguió haciéndolo con la llegada de los agentes. Poco después, los dos guardias exigieron a VICE News que borrara las fotos ya que no habían pedido permiso para hacerlo.

Acto seguido, el aquí firmante se identificó como periodista. A los agentes de seguridad les dio lo mismo, y siguieron exigiendo que las fotografías fuesen borradas. Los reporteros de VICE News nos negamos. Entonces uno de los agentes arrancó la acreditación a uno de los periodistas de VICE News y se largó con ella. Adujo que los miembros de seguridad necesitaban apuntar los datos personales de todos los presentes.

Para los becarios, el incidente supuso un perturbador punto y final para una de las mayores protestas organizadas para defender sus derechos ante la ONU en Nueva York. Además, también subrayó uno de los miedos de todos los becarios presentes: que el hecho de defender las prácticas pagadas pueda poner en peligro sus actuales prácticas; e, incluso, un posible trabajo para la ONU en el futuro.

A pesar de ello, Alessandro Greppi, uno de los organizadores del FII, explica que las cosas pintan bien para su causa. Greppi se ha reunido ya con los representantes de las misiones de más de 15 estados miembros, entre ellos Estados Unidos, y todos le han mostrado su apoyo de uno u otro modo.

Lo que no ha quedado del todo claro son los motivos por los que la ONU no paga a sus becarios. La organización alude a una resolución de hace décadas. Según esta, los países miembros prestarán a personal voluntario para el departamento de Pacificación y solo la Asamblea General podrá aprobar que se remuneren las prácticas de los becarios. Greppi asegura que más allá de las consideraciones legales específicas, la política de la ONU requiere que sea el secretario general de la organización, en este caso Ban Ki-moon, quien abogue explícitamente por el cobro y presione a los países miembros para que así se haga.

"Al final son ambos [tanto Naciones Unidas como los estados miembros] los que tienen que ponerse de acuerdo, aunque es el secretario general quien debe sacar el tema en primer lugar", explica Greppi.

Respecto al encontronazo con los miembros de seguridad, el despacho de Ban respondió que los agentes estaban actuando de acuerdo con las directrices de su trabajo. De ahí que informaran a los estudiantes que no podían congregarse en el edificio de Naciones Unidas.

"Lo más importante es que la ONU no permite ni las protestas políticas ni las pancartas en el interior de su edificio, de manera que el departamento de seguridad tiene órdenes específicas de disolver cualquier encuentro de esa naturaleza", ha relatado el portavoz de la organización, Farhan Haq, a través de correo electrónico.

Haq ha añadido también que transmitirá cuál es la política de la ONU en cuanto al acceso de los periodistas en materias de seguridad.

"Siempre ha quedado muy claro que los periodistas pueden cubrir todos los eventos y que Naciones Unidas defenderá ese derecho", ha comentado.

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