Cristina Cifuentes ha dimitido como presidenta de la Comunidad de Madrid. Para tomar esta difícil decisión le han hecho falta la Operación Púnica, una acusación de falsificar un máster y un vídeo en el que se demuestra que sustrajo —por accidente, según ella— dos cremitas de Olay de un supermercado.Cifuentes ya tenía claro que iba a dimitir, según ha declarado en rueda de prensa. Pero pensaba anunciarlo el día 2 de mayo, coincidiendo con la fiesta de la Comunidad de Madrid, que conmemora el levantamiento contra los franceses de los madrileños. Cristina pensaba hacerlo por la puerta grande, pensaba despedirse por todo lo alto, pero "la resistencia de las personas tiene un límite", como ella misma ha declarado, y el suyo estaba en que la gente pensaba que había robado dos cremas de una marca de pobres.También ha dicho que sabe que su padre "se sentiría y se siente" orgulloso de ella, que es lo más importante, que "no puede permitir a la izquierda radical gobernando la Comunidad porque destruirían todo lo hecho" o que "se ha saltado semáforos en rojo".El discurso mismo de Cifuentes, en el que se han mezclado las insinuaciones contra su propio partido con explicaciones sobre el robo de las cremas y su valor ha sido de por sí un meme, así que las redes lo han tenido fácil. Esta ha sido la interpretación de los tuiteros de la última pantomima producida por Génova, 13, resumida en 10 tuits.
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