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Instagram Stories ha cambiado totalmente nuestra forma de ligar

La gente con pareja no tiene ni idea de cómo nos hemos aprovechado de esta función para nuestros juegos sexuales y ahora no hay marcha atrás.
Hannah Ewens
London, GB
instagram ligar
Ilustración por Owain Anderson

El impacto que las Instagram Stories han tenido en nuestras vidas es considerable y, probablemente, todavía no sepamos hasta dónde va a llegar. Cuando se lanzó la función, hace un año, la vigilancia constante de todos los movimientos de los amigos era ya algo común entre los adolescentes, quienes llevaban media vida acostumbrados a Snapchat y al vlogging. Pero los adolescentes no tienen una agenda muy activa, así que la mayoría de sus publicaciones son en sus habitaciones, en coches, o en el instituto.

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Las Instagram Stories, más populares entre el público de veintitantos, suelen mostrar situaciones: gente poniéndose hasta el culo, fotos de unas vacaciones inolvidables, y fiestas a las que no te han invitado.

Te dan descripciones instantáneas de cada momento íntimo de la vida de los demás para dar envidia, porque tú te estás perdiendo esas experiencias. La mayoría de nosotros dejamos mensajes de WhatsApp de amigos cercanos sin contestar toda una noche por estar mirando en bucle historias de gente con la que no hemos hablado en años.


MIRA: Cómo los selfies modifican nuestras vidas


Por tanto, tiene sentido que el mayor impacto de las Instagram Stories recaiga sobre las citas. No hace mucho que, con el lanzamiento de Tinder, las relaciones sentimentales se han empezado a ver afectadas por la tecnología. Esto puede resultar confuso para alguien que tenga pareja, pues las historias, aparentemente, no permiten ligar o conocer gente nueva. Pero, dejad que os explique en detalle, desde la vida horrible de la soltera, cómo sí que lo hacen.

LAS CLÁSICAS PUBLICACIONES PARA "SUBIRSE EL EGO"

En su día, las publicaciones para "subirse el ego", llamadas thirst traps en inglés, se definieron como "una foto narcisista o un mensaje provocador, publicado en las redes sociales con la intención de conseguir que los demás expresen públicamente su atracción hacia ti". Con el tiempo, y gracias a las stories, esto se ha extendido, y ahora todo el mundo se siente atraído y todo es más atrayente.

Las stories se han hecho tan famosas que son un tema recurrente. Cualquier selfie frontal o en el espejo, en la cama con ropa interior de Calvin Klein o con cualquier otra marca, una captura de pantalla de una canción que estás escuchando —quizás has hablado de ella con la persona o personas a las que quieres atraer, o sabes que les gustará—, o lo típico: un vídeo frontal de ti ladeando la cabeza, poniendo morritos, comprobando que sales bien en la cámara mientras grabas, y mirándote sensualmente a ti mismo, y a cualquiera que vea el vídeo.

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Entráis en ese ritual de apareamiento extraño de ver y ser visto, de aceptación y rechazo, que es lo más importante del juego

Funciona de la siguiente manera: publicas una foto con una, dos o más personas en mente. Quieres que la vean, y ellos hacen lo mismo. Entráis en ese ritual de apareamiento extraño de ver y ser visto, de aceptación y rechazo, que es lo más importante del juego. Si tiendes la trampa y ellos caen, victoria. Pero, si ellos, a propósito, deciden no abrirla y dejarte esperando, tu gozo en un pozo. Cuando ellos luego publican historias, y tú has estado ocupado todo el día y no las has visto hasta por la noche, se la has devuelto. La cosa no acaba cuando os acostáis, sino que dura hasta que os cansáis, empezáis una relación o termináis odiándoos el uno al otro.

Si has hecho una foto demasiado provocativa o, simplemente, una publicación para "subirte el ego" demasiado descarada para una story, teniendo en cuenta tus seguidores (por ejemplo, los tíos babosos del curro, o tu tía, que siempre da like a todas tus publicaciones), puedes publicar la foto, ir a los ajustes de la historia y ocultarla de todo aquel que quieras. De esta manera, las personas que quieras que lo vean pensarán que, casualmente, has publicado una foto semidesnuda en tu historia, pero lo que no saben es que hay diez fotos más.

Lo que estás haciendo, básicamente, es mandarles una foto donde sales bien, sin que ellos tengan ni idea del penoso motivo por el que lo has hecho.

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Una típica foto para subir el ego

INSTAGRAM DIRECT HA TRANSFORMADO EL SEXTING

Puedes hacer dos cosas después del sexting. La primera es volver a observar tu blasfemia, sentirte un tanto orgullosa por tus habilidades ortográficas y gramaticales bajo presión, y preguntarte una vez más si eres lo suficiente natural y espontánea como para seguir adelante con la cabeza bien alta.

La segunda es volver a mirar el mensaje para ver la sensualidad y seducción que sugería en el momento de enviarlo, y que ahora te parece horrible, como una amenaza sexual. Son fotos extrañas y desagradables que vagan por la pantalla.

Si dijiste algo malo, puedes hacer que no lo parezca tanto. Las fotos y los vídeos se eliminan automáticamente a las veinticuatro horas y, una vez los has abierto, puedes verlos solo una vez

Antes de las nuevas tecnologías, nunca te habías visto en el ojo del huracán, pues el espejo no podía soportar tanto horror y calentón. Pero ahora es algo que tenemos que soportar, nos guste o no, y estoy casi segura de que a la mayoría no les gusta.

Instagram lo sabe. Pasar de la historia para "subirte el ego" al Instagram Direct te permite revelar algo públicamente, y justo después ligar en privado, todo de forma muy discreta. Además, puedes eliminar mensajes, como si nunca hubiesen existido. Si dijiste algo malo, puedes hacer que no lo parezca tanto. Las fotos y los vídeos se eliminan automáticamente a las veinticuatro horas y, una vez los has abierto, puedes verlos solo una vez. Esto ha hecho del sexting tan inocente como Tinder hizo las citas online.

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LA GENTE QUE TE GUSTA ES MUY ABURRIDA

Antes de las stories, cualquiera que tuviera el pelo bonito y un nombre que sonase europeo era extremadamente atractivo. Pero ahora te das cuenta de que esa persona desayuna Kellogg's cada día y de que va cada domingo al bar con tres amigos con pinta de llamarse Antonio.

Si tienes más de cinco historias —no quiero ni hablar de aquellos con más de diez—, directamente, te "silencio". Realmente, nadie hace clic en tu foto de perfil y piensa, Qué bien, una docena de redonditas, qué ganas de ver todos los momentos de tu día, desde los vídeos de por la mañana y el desayuno con tu compi de piso, a tu selfie en el baño de la oficina. Y el vídeo en que sales andando y cantando de camino a casa, también.

Cuando ya eres conocido como uno de estos instagramers de mierda, "eres popular, los demás instagramers te reconocen".

Una foto mía caminando por Peckham y con pintas de retrasada

EL MISTERIO DE QUIÉN MIRA TUS HISTORIAS PRIMERO

Cuando publicas una historia, aparece una lista de todo el mundo que la ha visto, pero, ¿con qué criterio se ordenan esos nombres?, ¿está todo el mundo a quien sigo?, ¿y también todos los que me siguen?, ¿se hace a través de un algoritmo? He aquí la gran duda sobre las Instagram Stories, la cual nos lleva torturando desde el principio.

Cuando veo la lista, es como si toda la gente que conozco quisiera acostarse conmigo, además de mis mejores amigos, de los frikis, y de los que se pasan todo el día con el móvil, que siempre ocupan los primeros puestos de la lista. Pero también parece que yo quiera acostarme con todos los de la lista, aparte de mis mejores colegas, que, como ya he dicho, suelen ser los top de la lista. Diferenciar esto es muy importante. Yo, sin embargo, sigo sin tenerlo del todo claro.

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La lista de gente que mira tu historia se ordena según ciertos factores, como, por ejemplo, aquellos usuarios que han mirado recientemente tu historia, o los perfiles con los que más interactúas

Estoy tan agobiada por esto que he enviado correos a varias personas que dicen ser relaciones públicas de Instagram, y he obtenido la siguiente respuesta: La lista de gente que mira tu historia se ordena según ciertos factores, como, por ejemplo, aquellos usuarios que han mirado recientemente tu historia, o los perfiles con los que más interactúas.

Así que está claro que no se hace al azar, sino siguiendo un criterio, pero no nos dirán cuál. Vamos, que están jugando con nosotros.

QUIEN TE GUSTA ACABARÁ SABIENDO LO TONTO QUE ERES

Los adolescentes de hoy en día saben cómo hacer cosas vulgares, ilegales e inútiles en las redes sociales, lo cual han copiado de la generación idiota que no tenía ningún referente para aprender a utilizar internet correctamente. Además, nos han visto acosar por Twitter y publicar fotos horribles en Bebo.

Si tú, veinteañero, vas a cometer la estupidez con alguien de ir a sentarte al tejado de alguna casa a las seis de la mañana, con pintas como las de las víctimas de The ring, y escuchando Despacito en el móvil, todo el mundo que te gusta y que te admira se enterará, pues seguimos en nuestra línea de publicaciones absurdas. Nunca aprenderemos. Y con eso lo que consigues es incitar a otros a hacer lo mismo, o que no les guste y pasen, todo dependerá de si son tan pringados como tú.

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ES JODIDAMENTE FÁCIL VER POR ACCIDENTE LA HISTORIA DE ALGUIEN CUANDO SOLO QUIERES HACER CLIC EN EL CÍRCULO DE LA FOTO PARA IR A SU PERFIL

Situación: estás en casa de unos amigos una noche de verano, con unos buenos cubatas para despedirte del domingo. Decides mostrarles a la persona por quien harías lo que fuera por echarle un polvo, aunque no la sigas en Instagram. Buscas a esa persona y, torpemente, haces clic en la foto en vez de en el nombre. Entonces, te aparece un vídeo estúpido e, instintivamente, tiras el móvil como si fuera un bicho.

Entre los gritos de tus amigos —ah, no, que son tus gritos—, te tiras al suelo, coges el móvil y justo ves la última historia de todas las que se han reproducido automáticamente. Luego, sale un círculo que desaparece, y vuelves a la pantalla con todos los nombres de la gente a la que más sigues. Has "visto" todas las historias.

Buscas a esa persona y, torpemente, haces clic en la foto en vez de en el nombre. Entonces, te aparece un vídeo estúpido e, instintivamente, tiras el móvil como si fuera un bicho

Te vas corriendo a la habitación y deseas poder seguir corriendo y atravesar la pared como un dibujo animado, pero prefieres coger una almohada y ponerte a gritar como una loca. Las risas de tus amigos retumban desde la otra habitación. Para ti es el fin, para ellos, el principio del cachondeo.

AQUELLOS CON QUIENES TE HAS ACOSTADO SERÁN LOS MÁS FIELES A TUS STORIES

Yo solo miro historias de gente con la que me quiero acostar, de mis mejores amigos, y de mujeres cuya piel me gustaría llevar de vestido, es decir, que tienen éxito, talento y son guais. Sin embargo, mucha de la gente que sigue mis historias religiosamente es gente con la que me acosté una vez, o varias, y no volvimos a hablar más, o que está obsesionada conmigo, o que me ha acosado para acostarse conmigo, además de gente a quien no le caigo bien.

Las stories han arruinado cientos de años de teorías sobre el deseo

Todos sabemos que no hay nadie que no cotillee la vida de los demás, y llevamos haciéndolo desde la época del Fotolog, Myspace y MSN. Ahora lo vemos como algo mucho más normal, pues las stories son, aparentemente, tan espontáneas e infinitas, que mirarlas no parece un delito. Será por eso que las personas con las que nos hemos acostado no se sienten mal por hacerlo. Y es que los círculos de arriba de la pantalla son tan tentadores.

Cuando tienes una cita, te quedas pensando: ¿querrá esta persona acostarse otra vez conmigo?, ¿soy su segundo plato?, ¿soy un tipo de medalla que le gusta colgarse de vez en cuando?, ¿POR QUÉ HAS APARECIDO?

LA SED DE PROTAGONISMO SIEMPRE SEGUIRÁ

No quiero dramatizar con todo lo que acabo de decir, pero la verdad es que las stories han arruinado cientos de años de teorías sobre el deseo. Ya no hay nada imposible de conseguir. Si has estado viendo las historias de alguien en Instagram después de conocerlos en Tinder, o después de haberte acostado con ellos alguna vez, los conoces ya a fondo, y entonces te da la sensación de que son más cercanos y que no te van a engañar, y así es cómo te vas metiendo en sus vidas. A algunas personas esto les aburre y no les gusta, pero a otras les obsesiona. Actualmente, Tinder, y el hecho de tomar el primer contacto con posibles "polvos" a través del móvil, ha hecho que el ligar en persona desaparezca, y se ha sustituido por stories, por publicaciones extrañas, absurdas, divertidas, aburridas, intrigantes e infantiles.

Incluso si desapareciesen las stories, se diseñaría alguna otra aplicación para gente que necesita subirse el ego. Como Slavoj Žižek decía, "la raison d'être del deseo no es conseguir la satisfacción plena, sino seguir viendo ese deseo como lo que es, un deseo". Todos estamos atrapados en este ciclo masoquista, creado por nosotros mismos. En resumen, estaremos con el ego por los suelos hasta el fin de nuestros días.