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Hablamos con parejas que empezaron a grabar porno durante la pandemia

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Cassie y Alex son una pareja de lesbianas no binarias que perdieron su trabajo durante la pandemia. Cuando Alex sugirió grabar porno en pareja, Cassie accedió de inmediato. “Hicimos una cuenta de PornHub esa noche y publicamos nuestro primer video al día siguiente”, dijo Alex.

La mayoría de los videos que tienen son en pareja. Al principio, pensaban que sería un trabajo temporal y no esperaban que los videos tuvieran tantas reproducciones. Fue una sorpresa y una alegría que no saliese como esperaban: “Tuvo 1000 reproducciones el primer día. Fue cuando comenzamos a preguntarnos si se trataba de algo que podíamos hacer a tiempo completo”, dijo Cassie. “Ahora, es un trabajo de jornada completa y nuestra única fuente de ingresos. Con suerte, seguirá siendo así”.

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Aunque a la gente siempre le ha gustado la pornografía, su popularidad ha crecido exponencialmente durante la pandemia. Ha habido un aumento de audiencia, pero también de producciones y trabajadores. OnlyFans informó de un crecimiento significante de altas de nuevos creadores de contenido, que en su mayoría eran personas desempleadas que querían ganar dinero vendiendo contenido pornográfico en internet. Algunos lo hacen con sus parejas, para aumentar las ganancias o para apoyarse. Y, en muchos casos, acaban disfrutando de la experiencia.

Grabar porno requiere un trabajo en equipo tremendamente coordinado y es necesario planear toda la logística, aún más cuando lo haces con tu pareja. En el caso de Cassie y Alex, eso significa seguir un horario de trabajo y decidir dónde, cómo y cuándo van a grabar el contenido. “Tenemos reuniones diarias por la mañana con café y calendarios en la cama. Planeamos las escenas que queremos grabar esa semana y reservamos horas para las colaboraciones”, dijo Cassie. “Comentamos ideas de cosas que hayamos visto y no hemos probado o que hayamos escuchado que son populares. Tenemos listas de ideas que actualizamos constantemente”.

“Cuando sabemos que vamos a grabar un video específico, esa mañana, hablamos de los detalles de producción”, dijo Alex, “como el vestuario, los ángulos y el guion”. Alex supervisa los aspectos técnicos, como las cámaras, la luz y la edición de videos, mientras que Cassie gestiona las redes sociales de la pareja y las ventas en ManyVids y JustForFans. Las ganancias, que dividen por igual, van directamente a una cuenta conjunta que utilizan para pagar el alquiler y las facturas. “Nos encanta trabajar en pareja”, dijo Alex. “Es como tener citas todos los días”.

Pero Cassie y Alex no son las únicas personas que se han decidido a grabar porno en pareja. Antes de la pandemia, Mary Moody, creadora de contenidos para adultos, trabajaba como camgirl en solitario. Su novio, Justin Case, ofrecía su ayuda de vez en cuando mientras estudiaba el máster y trabajaba a jornada completa como asesor de marketing y desarrollo de negocios. “Justin me apoyó desde el principio y me ayudó muchas veces grabando o con la parte tecnológica”, dijo Moody. A veces, también aparecía como invitado en las plataformas de Moody y hacían videos juntos para divertirse y, según Case, sentirse sexualmente más unidos.

Case comenzó a salir cada vez más en los contenidos de Moody cuando se mudaron a una casa nueva a principios del año pasado durante el inicio de la pandemia. Convirtieron la casa en un estudio de rodaje con paneles de sonido profesionales, conexión a internet de alta velocidad y muebles nuevos. “Prácticamente todas las habitaciones de la casa están preparadas para grabar nuevo contenido”, dijo Moody. “Cada vez que compramos algo, pensamos si se verá bien en la cámara o si dificultará la maniobra del equipo”.

Ahora que Case ha terminado de estudiar y trabaja desde casa, ayuda a Moody a preparar la iluminación y el equipo de filmación para los espectáculos y videos en solitario. Moody y Case utilizan una habitación como oficina y otra como almacén; en el resto de su casa hay luces y cámaras por todas partes. “Como Justin no muestra la cara cuando hacemos contenido juntos, siempre nos aseguramos de que pueda moverse sin que se le vea la cara, para que pueda seguir trabajando o ir a la cocina”, dijo Moody. “Tenemos que mover las cosas muchas veces. Si no, los perros tirarían las luces”.

La participación ocasional de Case en los videos ha ayudado a Moody a mantener a su base de seguidores comprometida, mientras atrae nuevos clientes que disfrutan de videos en pareja. “Como no he grabado con otros trabajadores sexuales durante la pandemia, me ha ayudado mucho tener aquí a Justin para ofrecer contenido nuevo”, dijo Moody.

Mary Moody
MARY MOODY EN CASA. FOTO CORTESÍA DE MARY MOODY

Sin embargo, por lo general, Case suele ayudar solo con la parte administrativa y de organización. “Yo soy más del lado tecnológico, así que ayudo mucho con eso. Por ejemplo, construí un servidor para poder manejar todos los archivos de video”, dijo Case, que no gana dinero con sus apariciones esporádicas ni por su trabajo detrás de las cámaras. “Francamente, Mary es la estrella”, dijo Case, “así que no me veo con derecho de recibir dinero de los videos. Si acaso, ella me lleva a cenar o pedimos Postmates, ahora que no podemos salir”.

Algunas parejas han comenzado a grabar videos durante la pandemia como una especie de trabajo extra. Gabe y Michaé, dos creadores trans de contenidos para adultos, abrieron una cuenta de OnlyFans durante una noche romántica al comienzo de la pandemia. Ambos tienen empleos a tiempo completo en el sector benéfico y nos pidieron que utilizáramos solo su nombre para proteger su puesto de trabajo. El dinero extra de OnlyFans es un suplemento a su salario normal, pero lo hacen principalmente para pasar el rato. “Fue más porque queríamos que otra gente nos viera y para ofrecer visibilidad a las parejas y cuerpos trans”, dijo Michaé. Dividen el trabajo y las ganancias a partes iguales y utilizan el dinero para pagar el equipo de rodaje y, en algunas ocasiones, darse una escapada.

“Me interesaba hacer porno desde hacía un tiempo”, dijo Gabe. “Michaé había hecho espectáculos de webcam en el pasado, así que siempre me decía: “¡Sí, hazlo!”. Un día, yo dije: “Vale, hagámoslo juntos”. Gabe y Michaé alquilaron una habitación de hotel donde grabaron sus primeros videos y los pusieron a la venta en internet.

Gabe and Michaé
MICHAÉ, IZQUIERDA, Y GABE, DERECHA. FOTO CORTESÍA DE GABE Y MICHAÉ

Están aprendiendo a hacer negocios en pareja y a gestionar la forma en la que este trabajo afecta a la relación. A veces, pueden surgir sentimientos de inseguridad o celos cuando un fan muestra interés o deseo solo por uno de ellos o hace un comentario crítico. “Surgen las inseguridades, como ocurre en todas las relaciones”, dijo Gabe. “Pero tratamos de hacer lo posible por comunicarnos y escuchar las necesidades del otro y respetar las capacidades y límites de cada uno”.

De vez en cuando se paran a recordar que, aunque sea como ingreso extra o por diversión, sigue siendo un trabajo. Michaé dijo: “Nos lo recordamos constantemente el uno al otro y que, aunque la gente exprese deseos individuales por uno de los dos, nos sentimos seguros en la relación”.

Todas las parejas señalaron la importancia de verse primero como parejas y después como socios. Pero Moody y Case creen que el apoyo es un aspecto más de la relación con alguien a quien quieres. “Nunca tuve una relación en la que sintiera que a mi pareja le importaran mis objetivos”, dijo Moody. “Me sorprendió bastante lo mucho que me apoyó Justin y es una de las razones por las que lo amo”.

Hacer porno juntos durante la pandemia “ha sido una forma genial de apoyarnos el uno al otro”, dijo Case. “Estoy muy feliz y orgulloso de ver su éxito y agradecido de poder estar ahí para servir de apoyo mientras lo consigue”.

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