Por qué se suicidaron tantos holandeses al inicio de la II Guerra Mundial

El artículo se publicó originalmente en VICE Holanda.

La noche del 15 de mayo de 1940, cinco días después de que las fuerzas alemanas hubieran invadido los Países Bajos, el escritor judío Abel Herzberg caminaba por las calles de Ámsterdam. Su trabajo era asegurarse de que todas las luces de la ciudad estaban apagadas para impedir que bombarderos nazis pudieran fijar su objetivo. Y a esa labor se dedicaba Herzberg cuando una mujer, presa del pánico, se le acercó corriendo y le rogó que la acompañara a una casa cercana.

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Cuando llegaron, Herzberg encontró los cuerpos sin vida de un matrimonio que se había suicidado. Trató de salvarlos, pero ya era demasiado tarde. Aquella pareja no fue la única que decidió quitarse la vida: ese mismo mes, 350 personas hicieron lo mismo en los Países Bajos, a veces familias enteras.

“Solo se habla de unos cuantos escritores y científicos notables que se suicidaron durante la guerra, pero a mí también me interesaban todas esas historias que nadie había escrito” — Lucas Ligtenberg

En su nuevo libro, Mij krijgen ze niet levend (“No me atraparán vivo”), el escritor y periodista Lucas Ligtenberg indaga este horrible periodo y narra las historias de aquellas personas que perdieron toda esperanza. Hablé con Lucas sobre su trabajo y sobre por qué muchos historiadores parecen haber evitado este tema hasta hoy.

VICE: ¿Por qué decidiste escribir este libro?
Lucas Ligtenberg: El tema siempre me ha parecido fascinante y desconcertante. Cada vez que se saca a colación en los Países Bajos, por lo general solo se habla de unos cuantos escritores y científicos notables que se suicidaron durante la guerra, pero a mí también me interesaban todas esas historias que nadie había escrito. Ni siquiera en obras como The Kingdom of the Netherlands During World War II (El reino de los Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial), del historiador Loe de Jung, se ofrecen detalles específicos o historias personales al respecto.

¿Por qué crees que estas historias son tan importantes?
Porque representan el pánico y la conmoción que causó la ocupación nazi. No es fácil hacerse una idea precisa de lo que los holandeses —sobre todo los judíos— debieron de sentir cuando los alemanes los invadieron. Para muchos, la idea de que Hitler estuviera en el poder resultaba tan aterradora que vieron en el suicidio la única salida posible. En algunos casos, solo hicieron falta cinco días para que estas personas perdieran la esperanza. Tratar de entender su historia contribuye a arrojar algo de luz a este horrible periodo.

“Para muchos, la idea de que Hitler estuviera en el poder resultaba tan aterradora que vieron en el suicidio la única salida posible”

¿Cómo te ha afectado la experiencia de escribir este libro?
Ahora no puedo ir en bicicleta por Ámsterdam sin recordar todas esas personas sobre las que he escrito. Allí donde voy, pienso, Para mí, muchos de los lugares de esta ciudad están ahora marcados por su historia.

¿Por qué crees que no se mencionan estos suicidios en la mayoría de los libros de historia?
En algunos casos, las razones son personales. El historiador que he mencionado antes, Loe de Jong, que era judío, huyó con su mujer y sus vecinos a la ciudad portuaria de Ijmuiden el día después de la capitulación de los Países Bajos para luego dirigirse a Londres. Pero tuvieron que separarse y, mientras que De Jong y su mujer lograron llegar a Londres, sus vecinos —la familia Win— tuvieron que regresar. Esa misma noche, todos los miembros de la familia Win se suicidaron.

De Jong estaba muy unido a ellos y todos solían salir a navegar juntos. Tal vez le resultó demasiado duro escribir aquella historia, porque solo mencionó brevemente el episodio en una de sus obras.

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Izquierda: Bruno Asch (fila de atrás, en el extremo izq.) se quitó la vida antes de que capturaran a su familia. Derecha: la familia Win

¿En algún momento te sentiste abrumado por los acontecimientos mientras investigabas?
Sí. Una de las historias que más me conmovió es la de Bruno Asch, un prominente alemán judío miembro del consejo municipal de Fráncfort y Berlín y residente en los Países bajos desde 1940. Cuando el ejército alemán invadió Ámsterdam, Asch también se suicidó. Mi teoría es que lo hizo porque le sobrepasó el sentimiento de culpabilidad al no haber sido capaz de poner a su familia a salvo.

Posteriormente, su esposa y sus hijos fueron arrestados y enviados a campos de concentración. Una de sus hijas consiguió escapar: iba de camino a casa con una amiga cuando vio a sus hermanas y a su madre en la parada del tranvía. Quiso ir corriendo a su encuentro, pero su amiga la detuvo. Tanto su madre como sus hermanas murieron en el campo de concentración y cuatro meses después también la arrestaron y mataron a ella.

¿Has aprendido algo del suicidio a través de tu investigación?
Gracias a todas las historias narradas en primera persona, he podido hacerme una idea bastante buena de lo que sentían estas personas en ese momento, pero no creo que se puedan comprar estos casos con los suicidios en general porque, a mi entender, se dan en unas circunstancias muy específicas, esto es, el inicio de la ocupación nazi. En cualquier caso, uno solo puede hacer conjeturas sobre por qué alguien querría quitarse la vida.