Ahora, algunos chicos están ampliando la gama de la moda masculina al usar corsés. Al igual que en el caso del esmalte de uñas, el maquillaje, las faldas y los tacones altos, los corsés son otra forma en que los hombres se expresan a través de elecciones de moda poco convencionales.
El corsé, una prenda interior ajustada diseñada para moldear el cuerpo de quien lo usa y que alguna vez fuera un símbolo de la opresión patriarcal, es conocido popularmente por ser una prenda que crea la ilusión de que las mujeres tienen una figura parecida a la de un reloj de arena. Sin embargo, esta prenda también ha sido utilizada por los hombres durante mucho tiempo. Citando el libro The Workwoman’s Guide de 1838, el USS Constitution Museum dijo que los miembros de la caballería usaban corsés al cazar y hacer ejercicio extenuante, del mismo modo en que en la actualidad se usan los cinturones para levantamiento de pesas. La prenda se abrió pasó al mundo de la moda en la década de 1820, cuando la apariencia de reloj de arena se volvió popular para los hombres.
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Mister Pearl, un famoso fabricante de corsés, quien desfiló por la pasarela ready-to-wear de primavera de Alexander McQueen en 1995 usando un corsé, y Zdenek Lusk, un diseñador que creó corsés para looks de estilo urbano masculino a principios de este año, han tratado de mantener esta estética viva para los chicos.
La prenda a menudo se vincula a expectativas corporales poco realistas, especialmente para las mujeres, pero a medida que cada vez más personas adoptan la moda no binaria, algunos hombres han empezado a usar los corsés como una manera de rechazar las normas de género.
“Me encantan los corsés. Me encanta cómo se ven y cómo funcionan”, le dijo a VICE el profesor de español de 36 años, Ian Pérez.
Pérez, quien vive en Chicago, se puso un corsé por primera vez en 2018.
“Los he estado usando con regularidad, y cada vez más en público, desde entonces”, dijo, y agregó que ahora usa corsé tres o cuatro días a la semana porque ayudan a completar su atuendo.
Sin embargo, sabe que el encorsetamiento, especialmente cuando no se hace bien, puede conllevar peligros físicos, y señala rápidamente cómo evitarlos.
“Yo compararía los corsés con correr de forma no competitiva. Es perfectamente posible hacerlo con regularidad y de manera segura y cómoda, pero para eso se requiere preparación, cuidados y una comprensión adecuada de nuestro cuerpo y sus límites”, dijo Pérez.
Agregó que además de la preparación, lo más importante en cuanto a los corsés es usar uno adecuado para tu talla y colocarlo correctamente en el cuerpo.
Si bien Pérez usa corsés porque le gusta cómo se ven, reconoce que otras personas los usan por razones diferentes, como una forma de explorar y expresar sus identidades de género.
“[Los corsés] pueden significar absolutamente todo o nada. Ninguna de las dos perspectivas es incorrecta, y creo que eso es lo que cada vez más gente está descubriendo”, dijo.
Atlas Keighley, un joven de 19 años que trabaja en una panadería en Wollongong, Australia, dijo que usar corsé le resulta empoderador y lo ayuda a mejorar su autoestima. Keighley publicó un video de él usando un corsé en TikTok, donde los videos con el hashtag #menincorsets tienen cerca de 192 millones de visitas.
“Me gusta traspasar los límites tanto de lo que puede considerarse masculino como de lo que puede considerarse femenino, por lo que tener una prenda de vestir que logre ambas cosas al mismo tiempo es genial”, le dijo a VICE Keighley, quien se identifica como una persona trans y alternativa.
Explicó que le gustan especialmente los chalecos tipo corsé, porque hacen que sus hombros se vean más anchos y le ayudan a tener una mejor postura mientras le permiten disfrutar también de una curva ligeramente femenina en su cintura.
Keighley, que comenzó a usar corsé con regularidad hace casi un año, dijo que al principio sintió una sensación extraña, no incomoda, sino más como un nuevo tipo de presión en el cuerpo. Añadió que sentir incomodidad es una clara señal de que el corsé puede no ser el adecuado.
“De hecho, usar un corsé inadecuado o barato, o usar uno bueno en la talla incorrecta, puede ser bastante peligroso, así que si usas corsé y te duele o es muy incómodo, algo no está bien”, dijo Keighley.
Que deben ser dolorosos “es la principal idea equivocada en cuanto a los corsés”, dijo Gabriel Jesus, un consultor de marketing de San Francisco.
Jesús tiene una colección de corsés que varían en estilo; algunos vienen con tirantes, mientras que otros se ven como un chaleco normal por enfrente, pero tienen cordones y tirantes en forma de cruz en la parte posterior. Los compra en una tienda de corsetería personalizada que es propiedad de una mujer que ha estado haciendo corsés durante más de cuatro décadas.
Al igual que Pérez y Keighley, Jesús dijo que el mayor peligro de usar corsé es usar uno que no sea adecuado para ti, uno que sea de la talla incorrecta o que no coincida con el tipo de cuerpo de quien lo usa.
“Un corsé de la talla y ajuste adecuado nunca debería causar dolor”, dijo Jesús, y agregó que la mejor manera de protegerse contra los peligros de la corsetería es que un profesional lo diseñe a la medida.
En lugar de dolor, Jesús dijo que se siente poderoso al ponerse un corsé.
“La sensación física es buena; el sentimiento emocional es empoderamiento. No soy un hombre alto, pero me da confianza. Camino erguido con el pecho hacia afuera y los hombros hacia atrás”, dijo, y agregó que ha recibido elogios de personas de todo el espectro de género.
También ha habido personas curiosas que le han hecho elogios y preguntas a Keighley. Dijo que en una fiesta, uno de sus amigos estaba tan fascinado con su corsé que terminó prestándoselo y permitiendo que lo usara el resto de la noche.
“De hecho, recientemente le regalé uno de mis corsés más antiguos y, al parecer, fue un éxito”, dijo Keighley.
Pérez también ha recibido comentarios positivos y curiosos por parte de todo tipo de personas, pero dijo que su experiencia al usar corsés puede ser diferente a la de las mujeres.
“Es imposible probarlo, pero tengo la impresión de que usar corsé en público ha sido más fácil para mí de lo que es para muchas mujeres cisgénero. Las mujeres en general suelen ser tratadas como un artículo de consumo público; reciben chiflidos, comentarios y otros comportamientos indeseables simplemente por el hecho de existir, y por lo que he visto, los corsés solo agudizan ese problema”, dijo Pérez.
Jesús dijo que usa corsés por razones de estilo y confianza.
“Creo que los corsés son masculinos. Me gusta usarlos porque me veo bien con ellos y me hacen sentir bien”, dijo.
Pero otros, como Keighley, los usan como una declaración de su postura ante el concepto de género.
“Usar corsé como una persona del sexo masculino es una forma de resistencia ante la masculinidad tradicional en el sentido de que así podemos tener curvas suaves y vestirnos bien”, dijo Keighley.