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Este domingo, Venezuela vive un día clave para su vida democrática: hoy son los comicios de los cuales saldrán los delegados de la nueva Asamblea Nacional Constituyente, una especie de parlamento popular, que deberá reescribir la Constitución del país.
Se trata de una polémica medida que ha impulsado el presidente Nicolás Maduro con la esperanza de poner a salvo su gobierno, tras la intensificación de una crisis económica y cuatro meses de protestas callejeras que han dejado más de un centenar de muertos y miles de heridos y arrestados, quienes le piden al mandatario que salga anticipadamente del poder y llame a elecciones presidenciales extraordinarias.
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La elección está organizada por el Consejo Electoral Nacional, un órgano independiente en teoría, pero cercano al oficialismo en la práctica, que ha creado un doble sistema de votación: 364 delegados serán elegidos en cada uno de los 23 estados venezolanos por voto directo y otros 173 delegados se elegirán entre varias categorías de grupos sociales, como trabajadores, estudiantes, agricultores y pescadores, que suelen ser cercanos al gobierno.
La oposición ha mostrado su rechazo a esta medida, pues asegura que se trata de una votación amañada que terminará dando poderes extraordinarios al presidente Nicolás Maduro, a quien llaman “dictador”; para el oficialismo, la elección es un modo de incluir las voces de disidentes que se han expresado en las calles, donde han tenido fuertes choques con las fuerzas de seguridad.
Recientemente, la casa encuestadora Datanalisis publicó una encuesta que asegura que sólo el 23 por ciento de los venezolanos está de acuerdo con una nueva Asamblea Nacional Constituyente y casi la mitad cree que el objetivo de la elección es mantener al presidente en el poder.
Los resultados coinciden con un plebiscito simbólico que organizó la oposición a principios de este mes: cerca de 7,4 millones de venezolanos votaron en un ejercicio sin vinculación legal para rechazar la organización de los comicios de este 30 de julio.
Y a nivel internacional, la Asamblea Nacional Constituyente tampoco goza de gran popularidad: un total de 12 países de América Latina acudieron a la Organización de los Estados Americanos (OEA) para pedir al gobierno boliviariano que desista en su intento. Asimismo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó a su homólogo en Venezuela con imponer fuertes sanciones económicas, si insistía en la elección.
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De acuerdo con medios locales, la votación comenzará cerca de las 8 de la mañana, hora local, y por la tarde-noche se sabría si Nicolás Maduro obtuvo un parlamento cómodo para reescribir la Carta Magna, que, entre otras cosas, podría modificar la fecha de la próxima elección presidencial que debería celebrarse el próximo año.
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