En imágenes: el desalojo del barrio marginal más grande de París

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Era difícil saber de la existencia del barrio marginal en el Boulevard Ney de Paris, de no ser por las columnas de denso humo que se elevaban desde la antigua vía en desuso, producto del fuego que calentaba a sus castigados habitantes.

Invisible desde la calle, el barrio se construyó a lo largo de un tramo de la vía del tren “Petite Ceinture” [“Pequeño Cinturón”] — un histórico ferrocarril circular construido a mediados del siglo XIX para conectar las estaciones de tren de París.

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Un tramo de sus vías, que se ha mantenido abandonada desde 1934 aproximadamente, conformó hasta hoy la localización del mayor barrio marginal de casas precarias de la capital francesa.

Muchos ya se habían ido a otra parte la mañana del miércoles, cuando la policía entró en la barriada para acabar con ella. 

Ubicada en el norte de París (Porte de Clignancourt, XVIII], es la más grande de París, según afirman los activistas de asociaciones humanitarias. 

Hasta la semana pasada estaba habitada por al menos 300 personas de etnia gitana y nacionalidad rumana.

Sólo quedaban algunas decenas, en su mayoría familias con personas mayores o niños, cuando comenzaron a partir bajo la lluvia a bordo de autobuses hacia hoteles del área de París para estar allí al menos dos semanas, que se pueden alargar.  

Este barrio había sido visitado un par de días antes de la evacuación por varias asociaciones que denunciaron la solución gubernamental como inadecuada para el problema de los barrios marginales donde habita gran parte de la población gitana. 

Por su parte, la Prefectura de la región Ile-de-France incidió en el riesgo de incendio y de tuberculosis para motivar la acción de las fuerzas del orden.

En septiembre pasado este campamento de Boulevard Ney fue objeto de una denuncia por ocupación ilegal presentada por SNCF, la compañía de ferrocarriles francesa propietaria de la vía en desuso. 

El pasado 30 de septiembre, se emitió una orden de evacuación por parte del Tribunal de Gran Instancia (TGI) de París. Una evacuación que entró en vigor este miércoles poco después de las 7:15 de la mañana. Dos horas más tarde, todos los habitantes fueron desalojados y la policía inspeccionó la zona para proceder a su futura destrucción.

A las 6 de la mañana comenzaron a llegar los primeros periodistas y activistas a la barriada. Muchos residentes ya lo habían abandonado en las horas previas. Temían una evacuación forzada por la policía. Muchos de los que quedaron no saben dónde irán tras las dos semanas de alojamiento temporal previsto en los hoteles parisinos.

El barrio se instaló sobre las vías abandonadas de un antiguo ferrocarril en la Porte de Clignancourt, y estaba compuesto por poco más de sesenta construcciones precarias calentadas con improvisadas chimeneas. Las condiciones de seguridad y el precario estado de salud motivó la intervención de las fuerzas de seguridad.

Poco después de las 7 de la mañana, la policía antidisturbios hizo su entrada junto con miembros de la Prefectura de Île-de-France con una escalera de hierro y pidiendo a los residentes que abandonaran la zona.

Los gendarmes inspeccionaron las casas, mientras que las familias esperaban en vía de tren para ser registrados por las autoridades que tomaban nota de sus identidades, las exigencias en cuanto a la reubicación, equipaje, etc.

Decenas de niños vivían en este barrio. Algunos residentes provenían de los barrios marginales evacuados el pasado verano en Samaritain al norte de París.

Una vez registrados, los residentes utilizaron una escalera instalada en la zona para la evacuación, en reemplazo del puente improvisado de madera que utilizaban. Fuerzas del orden asistieron a la gente para que pudieran abandonar la barriada.

Parte del bulevar Ney fue cerrado al tráfico durante la evacuación. Allí, una flota de autobuses esperaban a los evacuados para redirigirlos a hoteles y centros de acogida en París.

Un niño que vivía en el barrio, a bordo de un autobús que lo trasladará a un hotel o un centro de acogida.

Las fuerzas de seguridad inspeccionan las construcciones instaladas sobre las vías abandonadas del ferrocarril.

Un agente de seguridad rescata a un gato escondido en una casa.

Todas las imágenes por Etienne Rouillon. Síguelo en Twitter: @rouillonetienne

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