Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Como si no fuera suficiente, Chernobyl está en llamas.
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El incendio, que hasta el momento cubre aproximadamente 20 hectáreas, ha estallado dentro de la deshabitada zona de exclusión alrededor de Chernobyl, la planta de energía nuclear de la era soviética que explotó en 1986. Las llamas están desenterrando viejos fantasmas: las lecturas de radiación alrededor del área son casi cinco veces mayores de lo que se considera seguro y 17 más altas de lo normal. A parte, las vegetación alrededor de Chernobyl sigue irradiada por el desastre de 1986. Cuando arde, los niveles de radiación en el área aumentan.
Los bomberos ucranianos seguían luchando contra dos incendios el lunes pasado, cerca del poblado abandonado de Vladimirovka. El país había enviado 124 bomberos, un avión y un helicóptero para combatir el mayor de los dos incendios, según CNN.
“En el centro del incendio, la radiación está por encima de lo normal”, escribió Egor Firsov, jefe del servicio de inspección ecológica de Ucrania, en una publicación de Facebook que muestra un video de un contador Geiger, un dispositivo que mide la radiación. La lectura arrojó 2,3 microsieverts por hora; la cantidad máxima segura es 0,5, y las lecturas en el área del incendio generalmente son de 0,14, según Firsov.
Sin gente alrededor, la zona de exclusión se ha convertido en un refugio para unas 200 especies diferentes de aves, así como linces y osos pardos. Los niveles normales de radiación no afectan tanto la biodiversidad del ecosistema que ha florecido desde entonces, pero un pico podría cambiarlo.
Los incendios radiactivos no son el único problema que enfrentan los servicios de emergencia de Ucrania en este momento: se han confirmado casi 1,500 casos de coronavirus en el país. El gobierno ha instalado tiendas de campaña para evaluar a los pacientes en Kiev, la capital. Los epidemiólogos del país esperan que el 80 por ciento de la población se contagie de COVID-19, el 20 por ciento de los cuales requerirá hospitalización.
Por fortuna, la radiación de los incendios alrededor de Chernobyl no ha llegado a las regiones más pobladas del país. Kiev, a casi 100 kilómetros de Chernobyl, no ha sido golpeada.
La vegetación se ha apoderado del área deshabitada alrededor de la central nuclear, lo que significa que los incendios son frecuentes: es un problema que los funcionarios ucranianos enfrentan cada año en otoño y primavera, cuando los visitantes descuidados provocan incendios.
“Ya no puede seguir así”, dijo Firsov. “Las sanciones por incendios premeditados deberían incrementarse de 50 a 100 veces”.
Portada: Un contador Geiger muestra un aumento en el nivel de radiación en el contexto del incendio forestal que se desató cerca del poblado de Volodymyrivka en la zona de exclusión alrededor de la central nuclear de Chernobyl, Ucrania, el domingo 5 de abril de 2020. (Foto AP / Yaroslav Yemelianenko)