El año pasado, España entró en el podio europeo de los países con mayor número de hurtos en tienda. De momento, solo es un tercer puesto, pero estamos haciendo esfuerzos para subir en el escalafón, por ejemplo, con un hurto cada dos minutos.
Algunos de estos hurtos tienen una carga política y estética que debería otorgarles una cierta inmunidad, ni que sea por el esfuerzo. Entre ellos, están los cometidos por la mano de Detacher 1200.
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El Detacher 12000 es uno de esos imanes de neodimio que se usan para desacoplar las alarmas antirrobo, especialmente en prendas de ropa. Y Detacher 1200 —un cero menos— es la cuenta de Instagram en la que una persona sube fotos de los objetos que roba casi a diario.
Sus bodegones son asépticos pero suficientemente explicativos, y en ellos se indica el importe de cada producto y el lugar de procedencia en la “ubicación”. Hemos conseguido hablar con ella para que nos explique por qué y cómo lo hace.
VICE: ¿Cuándo comenzaste a retratar y subir a Instagram objetos robados?
Detacher 1200: Creo que en noviembre del año pasado, no sé qué día. Ya había empezado a hacer fotos de lo que cogía cada día, pero se quedaban en la cámara y no formaban un diario. Instagram me parecía mejor registro. Un poco llevar la cuenta. Muchas amas de casa apuntan lo que se gastan cada día. Amas de casa [Risas]… Que use el término amas de casa tiene una explicación: amas de casa, adolescentes y jubilados son los que más mangan.
Antes, la descripción de la cuenta era “pequeños hurtos para una vida mejor”. ¿Por qué lo has cambiado?
Hostia, no me acuerdo. Me suena algo así como “la vida fácil”. No hay ningún motivo, en realidad. Me gusta “picaresca”, es muy de aquí. La cuenta es una pequeña parte de un proyecto artístico que estoy haciendo conscientemente desde hace un año, inconscientemente desde hace diez. Me paré a observar mis acciones diarias y a darles un sentido más sólido sin dejar de pasármelo bien.
Sigues a Zara, Carrefour España, Nike… ¿Es una forma de activismo artístico?
El significado político no debe obviarse. Y el arte político, desde los 60, se debe hacer real e implicado en el contexto en el que nacemos. El sabotaje es ínfimo, pero para mí es una vía más asumible y provocativa, ya que incorpora técnicas capitalistas y está llena de contradicciones porque se ataca la base del capitalismo, que es el consumo, pero además disfrutas de las consecuencias.
Una de las razones de esto es que cualquiera puede y debe hacerlo. Cuanto más pijo es el sitio, más sencillo es robar en él
¿Sigue la línea de movimientos como Crimethinc o Yomango en España?
Llevo un tiempo informándome bien para poder crear una base sólida y hacer más acciones con sentido desde ella. Activistas de este siglo como los que nombras (con alguno estoy en contacto) y también filósofos de hace dos. Proudhon lo dijo: “La propiedad es un robo”. Y esto fue en el 1840.
Se deduce, por algunos de los productos, que eres mujer. ¿Nos puedes revelar algo más?
Trabajo en una multinacional de ropa, tengo 30 años y soy muy consumista. ¿Se puede hablar de consumismo cuando no hay dinero de por medio? ¿Si suprimimos las distancias que nos excluyen de vivir como nos hacen querer vivir? ¿Tengo que usar otro término que no sea “consumo”? Vuelvo a Proudhon para una cita que me gusta mucho y que diferencia que “el amante es poseedor, el marido es propietario”.
Es obvio que vivo muy por encima de mis posibilidades. Una de las principales razones de esto es que cualquiera puede y debe hacerlo. Vivimos en una sociedad cada vez más precaria.
¿Hay sitios en los que nunca te plantearías coger cosas que no has pagado?
Tiendas pequeñas, pequeño comercio…. obvio. Luego, claro que hay sitios más fáciles y otros en los que te tienes que buscar la manera. Pero es motivador. Cuanto más pijo es el sitio, más sencillo es. Para iniciarse, recomiendo robarle a El Corte Inglés antes que al Lidl.
Tampoco debe de ser tan fácil, habiendo herramientas y empleados para impedir el robo.
Las cosas se consiguen, precisamente, con mucha picaresca. Comprar es muy pasivo, alineado, como los pasillos del súper. Si robas, se convierte todo en Disney y es mucho más atractivo y bonito. Es una práctica muy creativa. En internet puedes leer mucho sobre las técnicas y los foros de Yomango siguen abiertos y dando consejos. Te diré que últimamente me meto casi todo en el bolso, haciendo la cola para pagar lo que se queda fuera.
Trabajo en una multinacional de ropa, tengo 30 años y soy muy consumista. ¿Se puede hablar de consumismo cuando no hay dinero de por medio?
Te habrán pillado alguna vez.
Me han pillado, claro. He tenido algún marrón y dos juicios. Bueno, hay muchísimo racismo y prejuicio en los que participan en ese proceso, seguratas y jueces. Así que salí bastante airosa. El deseo suele ser el pan de cada día. Y como soy muy ansiosa busco la forma de satisfacerme rápido, ese “lo quieres, lo tienes”
Tienes pocos seguidores, pero ¿qué opiniones recibes sobre esto que haces?
Ya, estaría guay tener más seguidores, ser influencer y que la gente vaya corriendo a las tiendas… En cuanto a las opiniones, hay mucha gente que no lo entiende o le parecen feas las fotos o simplemente les parece fatal lo que hago. Lo más significativo es que desde el mundo del arte, que se supone tan abierto a diferencias, haya muchos detractores y miedo siquiera a hablar conmigo de ello o poder discutir estas cosas. “La crisis” y “los jóvenes europeos en crisis” les caen fenomenal.
Pues parece un proyecto que debería ser bien recibido por el mundo artístico.
No sé. Plantear meter en una galería las piezas que estoy generando, con un discurso conceptual más o menos explícito, creo que va a ser complicado. No les parece bien. Ya no el Instagram, que es parte de otras muchas cosas que ando haciendo, obras muy estéticas, preciosas, pero me estoy encontrando pocas facilidades para darles espacio.
¿Nos puedes contar qué son esas otras obras que estás haciendo?
El Instagram este es muy directo: lo que me como, lo que me bebo, lo que me pongo… pero luego hay otras movidas. Y de esas aún no te puedo hablar mucho porque estoy empezando a producir. Espera, que acabo de robar un zumo en el Lidl y tengo que subirlo. (Un instante después) ¡Ya!
¿Hay algún bodegón de piezas robadas del que estés especialmente orgullosa?
Es que es todo inmediato y sin más. No sé, no me acuerdo. Ninguno que destacar, los quiero a todos. No hay un especial interés compositivo, aunque alguna vez haya hecho un poco el paripé de coña. Los de frutas [Risas]. Las cosas que se repiten me interesan más.
En tu entorno, ¿saben que haces esto o se lo ocultas para evitar problemas?
En mi entorno cada vez hablo más tranquila de ello. Mis amigos se han interesado en entenderlo y encima disfrutan un montón de las consecuencias. Hay alguno que se apunta al plan y me parece necesario. No he indagado mucho, pero el otro día busqué #shoplifters en Instagram y me salió un tipo que se alimenta de chocolatinas gratis. Muchas chocolatinas.