Sobreviví a una pizza de pastillas de detergente

Durante las últimas semanas, parece que todo el mundo se ha estado haciendo la misma pregunta: ¿por qué narices hay chavales que se dedican a morder pastillas de detergente? Inexplicablemente, desde que empezó esta absurda moda, estas pastillas se han mordido, cocinado e incluso vapeado, todo por alcanzar la gloria en internet. Lo que empezó como una broma en la que se sugería que estas cápsulas de detergente eran misteriosamente apetitosas ha acabado yéndose de las manos.

Por suerte, una pizzería de Brooklyn tiene la solución: una especie de tarta de cápsulas de detergente creada para salvar a los adolescentes.

“A ver, estamos preocupados por la juventud, que se está comiendo pastillas de detergente. Tenemos que hacer algo”, escribieron en Instagram (en un post que ya ha sido eliminiado) los chicos de Vinnie’s Pizzeria, en Brooklyn. “Nuestras tartas de detergente tienen esos colores brillantes y que tanto atraen a los jóvenes, PERO son cien por cien comestibles y no venenosas”.

En cuanto las vimos, sentimos el mismo impulso inexplicable que ha llevado a infinidad de chavales a envenenarse voluntariamente por la fama en YouTube. Así que decidimos llamar a Sean Berthiaume, uno de los propietarios del Vinnie's e inventor del Pied Pod (así se llama el plato) y probarlo.

Berthiaume nos cuenta que la idea de transformar uno de los memes más deliciosos del mundo en un plato de verdad le llegó en un sueño.

“Es muy aburrido, la verdad. Simplemente llegaba al trabajo y me ponía a pensar cómo podía hacerlo”, explicó. “Cuando me desperté, fui corriendo al trabajo para trabajar en los Pied Pods. Cuando no estoy en el trabajo, estoy pensando en cosas del trabajo y, por lo visto, soñando con ellas, también”.

Lamentablemente, los Pied Pods solo estaban en el menú del Vinnie’s temporalmente, pero Berthiaume se enrolló y nos preparó unos. En lugar de minipizzas, los Pied Pods son diminutos calzones con la forma de remolino de las famosas pastillas de detergente. Están rellenos de pepperoni, queso y especias italianas, y recubiertas de mozzarella teñida de naranja y azul. Lo mejor de todo es que después de comerte uno no es necesario que llames a Urgencias por una intoxicación.

“Creo que lo que hace que sean tan apetecibles son esos colores hipnóticos”, afirmó Berthiaume.

Aunque no tienen la misma consistencia viscosa que esas cápsulas de agentes químicos cáusticos, estos paquetitos están buenísimos mojados en salsa marinara. La gracia de todo esto está en emular el reto de las Tide Pods sin sufrir daños en los órganos internos.

Berthiaume advierte que sus pequeñas obras de arte pueden no estar disponibles fácilmente. “Si empieza a venir gente pidiéndolos, quizá los ponga en el menú”.

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