Varios americanos nos cuentan por qué han abandonado los Estados Unidos

FYI.

This story is over 5 years old.

Estados Unidos

Varios americanos nos cuentan por qué han abandonado los Estados Unidos

No se puede conciliar la vida laboral y la privada, hay demasiadas armas de fuego y, gracias a cierto señor que está ahora gobernando, seguramente las cosas vayan a peor.
Lia Kantrowitz
ilustración de Lia Kantrowitz
MA
traducido por Mario Abad

La noche del 8 de noviembre de 2016, una horda de estadounidenses presas del pánico colapsó el sitio web de inmigración de Canadá tras conocer que las elecciones no estaban yendo como preveían o deseaban.

Desde entonces, han sudo muchos los estadounidenses que se han planteado seriamente la posibilidad de mudarse al país vecino —o a cualquier otro lugar—. En cualquier caso, no se trata de un fenómeno nuevo: la gente se ha estado marchando de EUA desde hace mucho tiempo y por motivos muy diversos.

Publicidad

Charlamos con varios de esos expatriados para que nos contaran por qué se fueron, cómo viven ahora y si tienen intención de volver. Sin duda la victoria electoral de Trump ha sido uno de los motivos de más peso a la hora de decidir marcharse, pero en la lista hay otras razones, como la sanidad, las armas de fuego y las formas de entretenimiento.

Demasiadas armas de fuego

Me mudé aquí por muchas razones, pero la principal fue que quería sentirme seguro en los lugares públicos. Yo era pequeño cuando pasó lo de Columbine, pero aquello se me quedó grabado en la memoria, y desde entonces, cada matanza que se ha producido ha ido socavando mi espíritu hasta el punto de que ahora, cada vez que salgo de casa, siempre tengo la sensación de que no regresaré.

Durante todo este tiempo, he esperado que el Gobierno interviniera y pusiera fin a esta locura, pero todo va a peor. Me repugna saber que los lobbies armamentísticos tienen a tantos líderes electos de este país metidos en el bolsillo.

Como exprofesor de primaria, la gota que colmó el vaso fue lo de Sandy Hook. En el Reino Unido hubo una matanza similar en la década de 1990 y al final el Gobierno reaccionó aprobando un montón de medidas restrictivas respecto al uso de armas. Cuando vi que no había esperanza para todos esos pobres niños en EUA, tomé la firme decisión de solicitar un traslado a otra escuela en el extranjero.

Me marché sin echar la vista atrás. En el Reino Unido también hay bastante violencia e ignorancia —como ya ha quedado patente con los atentados de Londres y Mánchester—, pero aquí al menos no tengo esa sensación de ansiedad que tenía en EUA cuando estaba en espacios públicos, porque sé que la mayoría de la gente no lleva un arma con la que podría matar a muchas personas en unos pocos segundos. – Jayme, 29 años, ahora reside en Reino Unido

Publicidad

La culpa es de Trump

Llevo mucho tiempo en China (desde 2013) porque me encanta viajar. Vivo en el sur del país, por lo que lo tengo fácil para viajar a otros sitios del Sudeste Asiático. Este año, mi novio y yo nos planteamos la posibilidad de volver a EUA, pero sinceramente, cuando supimos que Trump había ganado las elecciones, decidimos quedarnos unos años más.

También influyó el tema del acuerdo de París. Es que no me puedo creer que hubiera gente que haya votado a esa persona. Dentro de veinte años dejarán de existir muchos de los sitios a los que viajo asiduamente; cuando has visitado esos sitios, te das cuenta de la gravedad del problema del cambio climático. Ese tío es un imbécil. – Croix, 27 años, ahora reside en China

Conciliación del trabajo y la vida privada

Dejé mi trabajo en las finanzas y me marché de EUA hace cinco años por una razón de peso: solo me daban dos semanas de vacaciones al año. El equilibrio entre trabajo y vida privada en mi país es una mierda.

Mi antiguo jefe nos alababa por trabajar durante la hora de la comida, por quedarnos a trabajar hasta tarde y por llegar temprano, y una de las cosas que tenían en cuenta a la hora de ascenderte, y no te miento, era que "antepusieras los intereses de la empresa a los tuyos propios".

Pero, ¡¿estamos locos?! Ahora trabajo de escritora y fotógrafa autónoma, y sigo sin volver a mi país por culpa de esa mentalidad de que tenemos que estar casados con nuestro trabajo. La vida está para disfrutarla, pero por lo visto hay muchos estadounidenses que no lo saben. – Kristin, 31 años, ahora reside en Alemania

Publicidad

La sanidad

Después de viajar durante varios años, decidí mudarme a Francia porque ya no me sentía en casa en EUA. A pesar de no hablar francés, en París me sentía a gusto.

Antes de dejar EUA (y el excelente seguro de salud de mi exmarido), me sometí a una doble mastectomía preventiva, a lo Angelina Jolie. Trabajé como una descosida para obtener la Carte Vitale, que te da acceso al sistema sanitarios francés. Me llevó seis meses, pero al final me la dieron.

Lo que pago aquí de impuestos, seguro privado y alquiler no es mucho más de lo que pagaría en EUA por una póliza de seguros similar a la que tengo ahora. Este año, en Francia me he hecho una ecografía, una higiene bucal y dos analíticas, he ido al médico cuatro veces y me han recetado cuatro medicamentos. Pues me habré gastado unos 200 euros en total. En otoño me quitarán un ovario y la seguridad social francesa cubre el cien por cien del coste. Solo por el tema de la sanidad, nunca me iría de Francia. – Leah, 42 años, ahora reside en Francia

Y otra vez Trump

Me mudé a Europa mucho antes de las elecciones de 2016, pero los resultados me dejaron en estado de shock; sufrí una crisis de identidad respecto a qué significa ser estadounidense. Reconozco que en mi país hay gran diversidad de opiniones, y eso me encanta. Es una nación que desaprueba pero permite el discurso del odio. Yo discrepo rotundamente de ello, pero soy consciente de que todos tenemos el derecho de decir y pensar lo que queramos. Sabía que existía ese elemento, pero quise creer que prevalecería el sentido común de la mayoría. Pues me equivoqué.

Hace solo un año que me mudé aquí, pero todavía no he sentido morriña. No echo de menos ese país que creía que conocía bien. Ahora doy más importancia a la positividad, la hospitalidad y las experiencias que me ofrece el resto del mundo. Sigo defendiendo mi país —que me ha dado más oportunidades de crecimiento que ningún otro lugar—, pero ya no soy su adalid.

Publicidad

Por desgracia, se lo debo a Donald Trump: ya cuando empezó su campaña en 2015 me decidí a mudarme al extranjero y ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. Pero bueno, siempre busco ese resquicio de esperanza. – Thomas, 26 años, ahora reside en los Países bajos

Los musulmanes no son bienvenidos

Mi familia y yo decidimos mudarnos hace cuatro años debido a la falta de oportunidades en EUA. Es difícil demostrarlo, pero estoy segura de que me han rechazado para muchos puestos de trabajo solo porque soy musulmana (llevo hiyab).

Vivir en EUA era duro porque nos sometían a discriminaciones, comentarios y acosos constantes, o sencillamente nos ignoraban. A mi marido ya le han dicho varias veces que se vaya a su país y otros comentarios racistas. No queríamos que nuestros hijos tuvieran que sufrir lo mismo en el colegio. Nos planteamos mudarnos temporalmente antes de que empezaran las elecciones de 2016, pero después de ver cómo evolucionaban las cosas, más nos convencíamos de que debíamos quedarnos aquí.

Cuando supimos que Trump había ganado, decidimos no volver a EUA. Pensamos que en Marruecos tendríamos más oportunidades para vivir nuestras vidas, abrir un negocio y mantener a nuestra familia (sobre todo a los niños) alejada del ambiente tenso que había en EUA. – Amanda, 33 años, ahora reside en Marruecos

Educación y, de nuevo, la sanidad

Acabé la universidad en 2013 y quería estudiar Derecho, pero era demasiado caro. Encontré un programa de posgrado en Heidelberg, Alemania, que se ajustaba a mi campo de estudio y que era gratuito para nativos alemanes y extranjeros. De hecho, ¡en Alemania todas las universidades públicas son gratuitas! Gracias a eso, también pude matricularme en la facultad de Empresariales de Edimburgo. Las tasas eran de 18.000 euros; no era gratis, obviamente, pero sí mucho más barato que estudiar lo mismo en EUA. Además, los posgrados de Empresariales en Europa solo duran un año.

Cuando terminé el posgrado, hubo otra razón por la que quise seguir viviendo en el extranjero: la sanidad. He sobrevivido dos veces a un cáncer en la infancia y el estado de la sanidad en EUA es terrible. Incluso con el Obamacare y la póliza privada que tenía, pagaba más por la sanidad en EUA que lo que pago en Alemania. Además, las aseguradoras alemanas no pueden discriminarme, y la atención sanitaria para madres está a años luz de la de mi país.

Publicidad

Aquí me dan todo un año de baja por maternidad, cobrando el 67 por ciento de mi sueldo y mi novio tiene derecho a dos meses por paternidad, también con el 67 por ciento del sueldo. También hay muchos servicios sociales para los niños si quiero volver a trabajar. – Jordan, 26 años, ahora reside en Alemania

Cultura

Tengo raíces noruegas, por lo que siempre me han atraído la cultura y la belleza de ese país. Después de graduarme en el instituto, decidí posponer los estudios universitarios y venir a Noruega para asistir a un programa Folkehøgskole de un año de duración especializado en cerámica. Fue una experiencia increíble. Después de adquirir cierta fluidez con el noruego durante ese año, vi claro que no quería volver a EUA.

La cultura social de Noruega está tremendamente más avanzada que la estadounidense en muchos aspectos: igualdad de género legislada, control de armas, compromiso con el medioambiente, sanidad pública y matrícula universitaria gratuita, por mencionar unas pocas.

Es muy caro vivir aquí, sin duda, pero me siento bien al saber que el dinero que pago en impuestos va destinado a programas moralmente afines a mí, y no a guerras económicas absurdas que solo llenan los bolsillos de los millonarios.

También me gusta mucho el enfoque relajado de los noruegos respecto al matrimonio (muchísima gente vive en pareja sin formalizar el matrimonio y no pasa nada). Eso sí, tienen unas ideas sobre la marihuana un tanto conservadoras, pero bueno, ¡Ámsterdam está a tiro de piedra! – Erik, 28 años, ahora reside en Noruega

Sigue a Caroline Thompson en Twitter.