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Más riders, más nivel y ni un euro: las mujeres en el deporte extremo

Cada vez hay más deportistas extremas con nivel profesional, pero ni la industria ni las competiciones las tratan igual que a sus homólogos masculinos.
Imagen por Ton Neves

Hace 10 años que practico Inline Agresivo. El pasado fin de semana participé en el Barcelona Extreme, una de las competiciones de referencia de los deportes extremos en Europa, representando a mi país, Chile. El evento barcelonés es también el que más pruebas femeninas tiene, un total de cinco sobre trece, por eso nos juntamos casi 100 mujeres de 400 participantes. Sin duda, estamos ante un buen ejemplo de cómo este terreno exageradamente masculino se está abriendo cada vez más a la mujer. Sin embargo, entre tanta adrenalina, fotografías, piruetas y ovaciones de un público entregado, la cara oculta de nuestros deportes sigue haciéndose patente. A pesar de los avances, la realidad de las deportistas mujeres a nivel internacional sigue siendo muy precaria.

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Hace seis años impulsé una revista de deportes extremos femeninos (XFEM) que comencé en Latinoamérica y ahora he trasladado a España. El objetivo siempre ha sido el mismo, dar visualización a la realidad de muchas mujeres que luchan día a día no solo por ser mejores en su deporte, sino también por mantener su pasión y lograr vivir de ella. Ahora que vivo en Europa, observo que la situación es la misma a nivel mundial. El deporte extremo sigue siendo visto como algo masculino, y es casi imposible que una mujer pueda dedicarse a ello profesionalmente.

Competidoras de BMX. Foto cedida por Marc Sánchez

Vivimos en una época en donde se habla constantemente de influencers, y las marcas apoyan a chicas que tienen más de 10.000 de seguidores en Instagram, gente que vive creando una realidad ficticia para inspirar a otras personas, ¿pero qué sucede con las chicas que entrenan en el día a día para lograr sus objetivos, para competir, que tiene dos trabajos para poder pagarse los viajes a las competiciones? Ellas, como no tienen miles de seguidores, a pesar de sí contar con el mérito deportivo, el que debería ser más importante, solo obtienen cuatro camisetas y un poco de material por parte de la industria. Y no les va mal, pero está claro que tampoco les da de comer.

Cuando parece que lo consigue, la realidad vuelve a darles en la frente. Si una chica sube al podio de una gran competición, el dinero que se llevará es menos de la mitad de lo que se ganará un hombre. Están en el mismo sitio, en lo más alto, pero sin embargo se les considera diferentes. ¿Por qué?.

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En la competición de skate, el ganador masculino se llevó 5.000€, ella 1.200€

No se trata de discutir sobre el machismo social, pero si de cambiar el paradigma de que las mujeres también pueden dedicarse a una carrera deportiva a nivel profesional y merecen ser respetadas y valoradas por su esfuerzo, no por su cuerpo. La imagen de una mujer vende mucho más que sus méritos deportivos, y allí está el ejemplo de Leticia Bufoni, una chica que es una increíble deportista pero se gana la vida como modelo e influencer. Ella es, prácticamente, la única mujer que ha ganado salarios profesionales en el mundo del deporte extremo a pesar de que cada vez somos más las que intentamos dedicarnos a ello.

Aprovechando mi participación en el Extreme, hablé con tres referentes del skate, el BMX y el Inline mundial sobre esta dicotomía para conocer su opinión y su visión de futuro.

Mery Muñoz, 27 años, Bilbao

VICE: Hola Mery, y felicidades por esa segunda posición en la final de Inline. ¿Cómo es la situación de la mujer en esta modalidad?
Mery: Somos pocas comparado con el número de hombres, pero este año se ha notado un aumento en el número de bladies [mujeres patinadoras]. Cada vez somos más y sabemos la importancia que tiene el hecho de juntarnos y hacernos ver.

¿Y qué piensas de ese estereotipo que todavía persiste de que los deportes extremos son un deporte de hombres?
¿Estereotipos? ¡Estamos aquí para romperlos! Somos mujeres guerreras, y cada vez vamos a ser más y más fuertes.

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¿Cuál ha sido tu mayor dificultad dentro del deporte?
Lidiar con las responsabilidades de los sponsors. Es difícil invertir tanto tiempo en algo que no puede llegar a ser tu trabajo, ya que la industria no es muy grande y al final lo hacemos por pasión. Tener que ajustarse a lo que una marca quiere, a una imagen determinada, es complicado. Quisiera que se me respetara por mi manera de patinar, como mujer deportista, y no por mi look.

Foto cedida por Ton Neves

¿Cómo financias los viajes para competir por toda Europa?
Ahora mismo, dando clases de patines a escuelas con Ungravity Freestyle Company y a particulares. También soy freelance, me dedico a temas de producción audiovisual y además he lanzado una marca de gorras. Es muy difícil vivir de los patines, pero hago todo lo que puedo para poder seguir haciendo lo que más me gusta. Ahora mismo me iré al Blading Camp en Málaga para hacer de monitora, el mejor trabajo que cualquier patinadora pudiera desear. ¿Cómo se enfrentan las mujeres a las exigencias físicas y mentales en el Inline?
Buena pregunta. Para mí es muy importante tener un cuerpo y una mente fuerte, ya que es un deporte donde arriesgas tu cuerpo al completo prácticamente en cada sesión. La confianza en uno mismo debe ser algo muy marcado, lo que tu mente piense es lo que tu cuerpo hará. Tienes que confiar en ti misma en cada truco, así que más de la mitad del trabajo es mental. Siempre hay que mantener una actitud positiva ante cualquier cosa.

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Foto cedida por Marc Sánchez

Candy Jacobs, 26 años, Tegelen

VICE: Hola Candy, y felicidades por la victoria. El año pasado tuviste que financiar tus viajes de competición a través de una campaña de crowfunding, ¿cómo está la cosa ahora?
Candy: Sí, así fue. Es difícil ganarse la vida con el skate. Yo vivo del dinero de los premios, así que si no subo al podio no gano nada, y si no gano nada pues tengo que trabajar. Es algo que intento evitar, pero además de skater tengo otra profesión como cuidadora social y trabajo con jóvenes con problemas en Holanda.

Llevas ya muchos años en la escena del skate femenino, ¿has notado alguna mejora?
En los últimos dos años he visto una mejora importante, especialmente desde fuera de la industria del skate. El interés por el skate ha subido y el negocio se está haciendo más grande, pero a la vez para las marcas de skate todo sigue igual. Tienes unas marcas muy grandes y después están las pequeñitas, que no son capaces de financiar a sus riders, y eso complica mucho las cosas. A mi no me paga ninguna marca, aunque consigo patrocinadores con facilidad. Me dan cosas gratis y material, pero cuando pregunto por algún tipo de presupuesto para las competiciones, me responden que no hay dinero para las mujeres.

¿Cuántas mujeres conoces que puedan vivir del skate?
Creo que solo conozco a un par. Una de ellas es Leticia Bufoni, por supuesto, y desde el año pasado Lacey Baker, aunque llevaba patinando desde siempre y hasta hace nada nunca le habían pagado por ello. El caso de Leticia, el más conocido, es un caso aparte. Es una skater increíble, pero además de eso hace muchísimas otras cosas, y eso es lo que hace que tenga ingresos. Sin ese perfil sería casi imposible conseguirlo, la verdad.

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Foto cedida por Marc Sánchez

¿Tienes esperanzas de cara al futuro?
El nivel del skate femenino está mejorando, y esa es una buena señal, porque si cada vez hay más chicas patinando las marcas se van a dar cuenta de que también existimos con mayor facilidad. Espero que la industria vea que hay un mercado entero para las mujeres que todavía no han tocado, y creo que cuando se den cuenta de su potencial todo irá sobre ruedas. Es solo cuestión de tiempo.

Otro problema es que hay pocas competiciones que den visibilidad a las mujeres…
Sí, es lo mismo. En Holanda estoy intentado que se repartan los mismos premios a hombres y mujeres, pero es complicado porque su respuesta es siempre la misma, "es que no hay tantas chicas". Pienso que si más chicas pudieran ganarse la vida con el patín, más de ellas se iniciarían y lo intentarían. Vaya, ahora que estamos aquí en Barcelona, siempre veo un montón de chicas que lo dan todo y lo hacen muy bien, así que aquí tenemos un buen ejemplo de cómo deberían ir las cosas.

Pero, ¿te has llevado el mismo premio que los chicos?
La verdad es que no sé si aquí gano más o menos que los chicos, pero deberíamos intentar descubrirlo [El ganador masculino se llevó 5.000€, ella 1.200€]

Foto de Javiera Garrido

Katty Diaz, 27 años, Caracas

VICE: Hola Katty. La sociedad todavía sigue siendo en muchos aspectos machista. ¿Dirías que sucede lo mismo en los deportes extremos?
Katty: Por supuesto, siguen habiendo estereotipos y sobre todo actitudes discriminatorias. Por suerte, como en cualquier otra cosa, tenemos una barrera gigantesca que afrontar, una barrera que ya está intrínsecamente en nuestra forma de pensar. Por increíble que parezca, las críticas más absurdas las he recibido por parte de mujeres que también practican el BMX, y esto demuestra que el machismo también está en los genes de muchas de nosotras. Eso sí, cada vez son menos y cada vez estamos logrando abrir más espacios, pero aún sigo escuchando que el BMX es un deporte de hombres y muchas veces se han creído que soy lesbiana solo por el hecho de practicar un deporte con una representación mayoritariamente masculina.

¿Cuáles han sido tus mayores desafíos como mujer deportista?
Mi mayor desafío ha sido ganarme el respeto de los hombres que entrenan conmigo y con los cuales he compartido competiciones de alto nivel internacional.

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¿Cómo te sustentas para poder dedicarte a tu deporte?
Trabajando muchísimo. Las mujeres en el deporte que practico tenemos muy pocas posibilidades de vivir de ello, por lo tanto debo trabajar en otras cosas. Actualmente trabajo en una cocina y entre descanso y descanso logro sacar tiempo para la bici, pero cada vez es más difícil.

Foto cedida por Marc Sánchez

Las mujeres están cada vez más presentes en el deporte extremo, tanto a nivel amateur como profesional, con todas las exigencias físicas y mentales que ello supone. ¿Qué podrías decir de tu disciplina?
Ahora mismo hay un repunte de la categoría femenina tanto a nivel profesional como amateur, esto es gracias al esfuerzo de muchas por lograr conseguir más aperturas de categorías femeninas en más competiciones. También está el hecho de que el BMX freestyle acaba de entrar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y esto obliga a las grandes competiciones a realizar más eventos de inclusión para las chicas en el BMX, ya que esa era una de las exigencias del COI (Comité Olímpico Internacional) para que el deporte pudiera ser olímpico.

¿Cómo te trata el entorno del BMX en Europa?
El entorno me trata bien, cada vez mejor, porque me he hecho respetar y en los últimos años he realizado una queja constante sobre la situación de las mujeres en el BMX que ha resultado en un apoyo cada vez mayor por parte de muchos hombres e incluso algunas marcas.

Sigue a la autora en Instagram: @javi_garrido_