Javier Salinas, el cerebro que desde el futbol busca iniciar la nueva era de la Liga Mexicana de Beisbol

Será hasta el 16 de septiembre de 2016 cuando Javier Salinas asuma en solitario la presidencia de la Liga Mexicana de Beisbol. Por el momento, y desde su rol como presidente adjunto, da visos de jugar una pelota agresiva, de tocar la bola, de robar bases, del hit and run, desde el punto de vista de la gestión deportiva.

Apenas el pasado 15 de mayo se anunció que Plinio Escalante Bolio cedería la estafeta como mandamás en el circuito, luego de ser la cabeza de la liga desde 2007. Y desde entonces, ha causado ya que se hable de la LMB, que recién acaba de cumplir 92 años de existencia y que debe mirar hacia el futuro. Javier se asume como la persona que puede ayudar a esa transición que exige el manejo del deporte en la actualidad.

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En entrevista con VICE Sports, el otrora director de deportes del portal expecializado en futbol Mediotiempo.com, entre 2014 y 2017, exdirector comercial y de mercadotecnia de la Liga MX entre 2012 y 2017 y también exdirector de mercadotecnia con Monarcas Morelia y Grupo Salinas, habla de su llegada a la LMB y las ideas que pretende ejecutar para que el circuito veraniego de pelota tenga una mejoría genérica.

Las críticas al presidente “futbolero”

Viniendo del mundo del futbol, Salinas de inmediato fue criticado, escudriñado y señalado. Piensa que falta más acercamiento para que lo conozcan y quienes dudan de él, despejen la incertidumbre.

“Creo que en general me han recibido bien”, asegura Salinas. “Pero hay sobre todo un sector de la prensa que no le ha gustado mi designación, pero más que nada creo que es por desconocimiento o por no acercarse y hacer las preguntas que necesiten. He tenido una apertura muy grande desde que me nombraron, para tener mejor comunicación con los medios, pero curiosamente, los que me critican, son los que no se han acercado abiertamente a preguntarme cuál es el plan de trabajo”.

Pese a que en su historial profesional abundan los antecedentes relacionados al futbol, Salinas no es ajeno a la Liga Mexicana de Beisbol, pues aunque nunca ha ocupado un cargo formal en la liga, desde hace por lo menos 10 años ha sido conferencista, asesor, y capacitador para los directivos de la LMB. Esa relativa cercanía sin duda influyó para su nombramiento.

“Creo que en la vida de las instituciones deportivas ya se acabó eso de decir ‘soy del beisbol, soy del futbol, o del futbol americano’”, explica Salinas. “Lo hemos visto muchas veces y los mayores casos de éxito en el deporte como las modificaciones en el voleibol, las reformas importantes de MLB o de la NFL, viene por personas que tienen capacidad de gestión de empresas deportivas, no porque haya estado todo el tiempo en el beisbol, o en el deporte en general. Hay que separar muy bien las cosas”.

Una de las principales críticas que ha recibido el nombramiento de Salinas es que, nuevamente, por sus antecedentes futbolísticos, no sabe de beisbol.

“Pienso que por momentos hay personas que se confunden”, ataja Salinas. “Creen que ser parte del beisbol es que te debe gustar y que sepas de estadísticas, y ya con eso puedes hacer una gran liga. Yo creo que estos tiempos que vivimos, tan profesionales, exigen mucho más que eso. Incluso yo soy muy fanático al beisbol, de asistencia con frecuencia muy seguida en estadios y aficionado a un equipo al que le iba desde niño en la Liga Mexicana, que eran los Tigres Capitalinos”.

La cuestionada “futbolización” con el anuncio de dos torneos en LMB

Aunque a muchos sigue sin gustar y es una estrategia que lleva 20 años de aplicarse, el futbol mexicano implementó los torneos cortos. Es decir, dos campeones, dos liguillas, dos torneos, dos oportunidades en un mismo año. No se sabe a ciencia cierta si esto ha venido en detrimento o ha sido benéfico para el balompié nacional, pero es un hecho que desde el punto de vista de las marcas y de las televisoras, ha resultado fructífero. Con la llegada de Salinas se anunció un cambio que ya se venía gestando en el seno de la liga, desde antes de su llegada: la LMB, como el futbol, jugará dos torneos al año. El anuncio generó controversia, pero Javier piensa que es positivo.

“La Liga Mexicana de Beisbol necesitaba una sacudida, en el sentido de dar una noticia importante”, explica Salinas. “La LMB ha trabajado muy bien pero, digamos, han hecho un trabajo tras bambalinas, no había un anuncio que se tradujera en interés. Desde la semana pasada he tenido la llamada de tres a cuatro empresas patrocinadoras que han preguntado sobre el nuevo formato que pretende utilizar la LMB, es decir, ya se creó el interés, falta todavía bastante para cerrarlo, pero es importante señalar que sigue siendo beisbol.

Javier Salinas apoya el formato de dos torneos en la Liga Mexicana de Beisbol no solo por el aspecto comercial, sino también por el atractivo para el aficionado.

“Algunas personas se confundían por los dos torneos”, asegura Salinas. “Pero va a ser más dinámico, más interesante, y no un suplicio para los equipos coleros que a falta de tres meses para que acabe la temporada ya están eliminados y se les vuelve una situación terrible, un suplicio. Por ejemplo, en este momento, Tabasco y León prácticamente están fuera y tendrían que consumar una de estas remontadas históricas, que se dan cada 10 años, para que pudieran clasificar a los playoffs. En cambio, con un torneo corto, podríamos decir que se quedaron a tres juegos de ganar un boleto de comodín”.

Con el nuevo calendario, ¿la LMB iría a la Serie del Caribe?

Una de las cosas que más ruido causó fue la del probable movimiento de calendario de la LMB, que implicaría incluso jugar hasta diciembre, lo cual apunta a levantar la mano para participar en la Serie del Caribe.

“Es un objetivo a mediano plazo, puede ser, pero no es algo esencial en este momento”, ataja Salinas. “Creo que tenemos otras prioridades que atender en la liga; me tengo que fijar otras metas. Quizás en un futuro, porque todavía no es un hecho que vamos a jugar hasta diciembre; estamos estudiando las posibilidades, a lo mejor nos quedamos terminando en septiembre, como ahora, con dos torneos pero acabado por esas fechas. Entonces, si suponemos que nos vamos a diciembre, existiría la posibilidad, pero hay otras cosas que tenemos que resolver antes que eso”.

El conflicto que viene con la Liga Mexicana del Pacífico

Podrían venirse tiempos complicados para el beisbol nacional. Los planes de la LMB de jugar dos torneos podrían afectar a los intereses de la Liga Mexicana del Pacífico, la liga profesional de beisbol que se juega en México cada invierno, y a donde usualmente se dirigen a jugar los mejores peloteros del verano, que así han tenido trabajo todo el año. A pesar de eso, Salinas cree que podría traerle beneficios a los peloteros del circuito veraniego.

“Vamos a crecer de cinco a seis meses de trabajo”, explica Salinas. “Creo que al pelotero mexicano le va a interesar tener más de seis meses seguros de empleo. Todo dependerá si decidimos mover el calendario hacia diciembre o nos quedamos en septiembre. Pero lo que sí es un hecho, es que la Liga Mexicana del Pacífico tendrá que ceder un poco, y como sucede en otros deportes, en algún punto va a tener que pagar por los derechos de un pelotero que quiera para su liga. Hoy en día no paga nada, y creo que eso no es equitativo, si hablamos del bien del beisbol. Si Grandes Ligas viene por un pelotero, tiene que pagar lo que valga a la Liga Mexicana, pero la Liga Mexicana del Pacífico no paga préstamos ni compras o derechos de formación de ningún pelotero y creo que eso tiene que acabarse”.

Sin duda, ese será un punto de conflicto. La Liga Mexicana de Beisbol busca peloteros por todo el país, los trabaja por tres o cuatro años en la academia de la liga y en circuitos de desarrollo antes de que estén listos para jugar en el equipo grande. El beisbol organizado de Estados Unidos, al que está afiliado la LMB, reconoce a la liga veraniega como la titular de los contratos de los jugadores que buscó y desarrolló. Al terminar la liga veraniega, los mejores jugadores van a jugar a la Liga Mexicana del Pacífico en invierno, cuyos equipos no tienen visoría ni desarrollo, pero que por décadas han ofrecido salario a esos mismos jugadores en una época del año en que no hay Liga Mexicana de Beisbol. Pero ahora, con los planes de la LMB de jugar todo el año, la LMP podría quedarse sin esos jugadores.

Ante la inminencia del conflicto, Javier Salinas asegura que aún no se ha sentado a la mesa con Omar Canizales, presidente de la LMP, para hablar de ese asunto en particular. Sin embargo, reconoce que han sostenido otro tipo de conversaciones.

“Hemos estado mucho en contacto”, revela Salinas. “Pero aún no hemos platicado de nada de esto, son meramente cuestiones que aún no conversamos, todo dependerá de lo que decidamos, y si ellos quieren también. Primero debemos tener el calendario, y pase lo que pase, negociaremos, también si ellos lo desean, esto no es a la fuerza”.

El gran reto: construir cimientos, o “tuberías”

El gran reto de Javier Salinas al frente de la Liga Mexicana de Beisbol, como él mismo lo reconoce será hacer una reingeniería de la forma en que se maneja el circuito. Desde los cimientos, o “las tuberías”, como él le llama.

“Hoy, el beisbol necesita sumar”, enfatiza Javier. “Habrá cosas que no son tan mediáticas como la televisión o las redes sociales, pero la LMB necesita muchas cosas que van desde los cimientos, o como yo le llamo, las tuberías, hay algunas cosas que son muy obvias, otras no tanto, y hay que
hacerlas”.

Este trabajo, advierte Salinas, no será rápido. Habrá que trabajar tanto en el corto como en el largo plazo. Algunas cosas tomarán años.

“En el futbol trabajábamos en el corto y en el largo plazo”, explica Salinas, “porque se necesita dinero constante, la liga no es un proyecto que vaya a empezar en dos años; está en marcha y el año que viene también hay liga. Hay cosas que por ahora no podemos cambiar, lo iremos haciendo poco a poco, tenemos metas en el corto, mediano y largo plazo, y debemos irlas cumpliendo paso a paso. Lo que considero es que la liga necesita modificar, reforzar y crear cosas. Algunas es necesario cambiarlas, otras que se hacen bien, darles el refuerzo y otras que no existen y se deben crear. Mi llegada puede ayudarla a llevarla a un plano importante del entretenimiento, pero esto no lo hago solo, debo hacerlo con los dueños, con los ejecutivos de cada club, los medios que quieran participar y colaborar. Obviamente, en México estamos acostumbrados a que los cambios son altamente criticables, salir de la zona de confort es muy difícil, lo he vivido en otras épocas, no hay una reflexión, simplemente cuando quieres cambiar, de inmediato viene el rechazo y es algo a lo que debemos sobreponernos”.

La “nueva guardia” contra la “vieja guardia” entre los dueños de la LMB

Javier Salinas llega en un momento delicado de la Liga Mexicana de Beisbol. El invierno anterior se vivió la crisis más severa en el seno de la liga, quizás desde la huelga de la Anabe de comienzos de los 80. La llegada de nuevos dueños a la Liga Mexicana en los últimos años creó una alianza natural entre ellos que se conformó en un bloque coloquialmente bautizado como la “nueva guardia”, que se enfrentó en su visión a los propietarios de más años en el circuito: “la vieja guardia”.

La principal fuente de disenso fue que los nuevos dueños apoyaban la contratación sin límites de peloteros hijos de mexicanos pero nacidos fuera del territorio nacional, y que por derecho constitucional deben ser reconocidos como mexicanos por nacimiento. Además, los nuevos propietarios apoyaban la libre contratación de jugadores naturalizados. El bloque de la “vieja guardia” buscaba priorizar los canales de visoría y desarrollo de los jugadores dentro del territorio nacional, visión que por décadas prevaleció en la LMB. Abrir el reglamento como quería la “nueva guardia” iba en detrimento del desarrollo del pelotero mexicano, según el argumento de los propietarios de más años.

Al final, se impuso la visión de “la nueva guardia”, y el conflicto terminó con la salida de uno de los propietarios de más años en la liga, Carlos Peralta, quien optó por vender su equipo, los Tigres de Quintana Roo, a un grupo de inversionistas encabezado por el expelotero Fernando Valenzuela. Los Sultanes de Monterrey, otro peso completo que peleó en el bloque de “la vieja guardia”, terminó por vender una porción considerable de sus acciones al grupo regional de televisión Multimedios, que tomó el control de la operación del equipo, enfatizando una visión de espectáculo más acorde a las aspiraciones de los dueños de “la nueva guardia”.

El perfil de Javier Salinas, por sus antecedentes, parece más orientado a la comercialización y el espectáculo, que a la búsuqeda y desarrollo de peloteros. En ese sentido, parece ser un perfil con más afinidad al bloque de “la nueva guardia”. Sin embargo, Salinas revela lo contrario.

“Quienes más apoyaron fueron los dueños que me conocieron desde 2009”, explica Salinas, “aquellos que se quedaron con la idea de que algún día me iban a invitar a trabajar, y eso se dio ocho años después. Ha sido mixto el tema. Justo quienes pusieron mi nombre sobre la mesa son a quienes la prensa llama ‘la vieja guardia’. Son ellos mismos los que dijeron que yo era la persona que necesitaban. Y los ‘nuevos’ dueños, también están de acuerdo; esto se dio por unanimidad. Estoy muy contento porque se dio al revés: son los dueños con más años en la Liga Mexicana quienes verdaderamente propusieron a un servidor para generar un cambio importante en la liga”.

El presidente en transición

Javier Salinas es un presidente en transición. Ocupa el cargo de presidente adjunto, mientras que Plinio Escalante Bolio, sigue siendo presidente en funciones de la LMB. Salinas revela que Plinio no sólo le ha compartido los códigos de la liga, sino que también ha facilitado su transición para un cargo que es demandante.

“Plinio en verdad es un tipazo”, reconoce Salinas. “Creo que el beisbol mexicano le debe mucho y además ha tenido la entereza -porque no es fácil-, de delegar el puesto. En este país las envidias, los rencores y la ignorancia es lo primero que priva. Y Plinio, al contrario, ha sido uno de los que más ha apoyado este proyecto. Ha ido entregándome diversos asuntos; él sigue siendo el presidente de la liga -eso debe quedar muy claro-, y los será hasta el 15 de septiembre. Yo soy presidente adjunto y poco a poco me ha ido entregando la batuta. Ya llevo más temas y ha sido espectacular la manera en la que se ha comportado conmigo”.

Retos inmediatos: no habrá round de estudio para Javier Salinas

Como él mismo lo ha reconicido, Javier Salinas tiene un largo, sinuoso y pedregoso camino por delante. Lleno de retos. Por un lado, el más próximo parece ser el de la comercialización y la mercadotecnia. Hacer de la Liga Mexicana de Beisbol un espectáculo que devuelva al aficionado a los estadios y que genere dinero para los equipos. Hacer congeniar la visión de espectáculo de los nuevos dueños, con la visión de búsqueda y desarrollo de peloteros de “la vieja guardia”. Además, se le viene el reto monumental de hacer funcionar un formato con dos torneos en un año, y capotear el conflicto que se vendrá con la Liga Mexicana del Pacífico.

La nueva era de la Liga Mexicana de Beisbol comienza sin round de estudio.