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Cultură

Las peores entrevistas de trabajo de la historia

Personas que se dedican profesionalmente a hacer entrevistas de trabajo nos cuentan las peores entrevistas que han hecho nunca.

Las malas entrevistas de trabajo siempre son como pesadillas tangibles. Tienes un desafío para el cual estás preparado, tal vez incluso practicas delante del espejo para un momento que podría tener un efecto real en tu vida. Pero, inevitablemente te das cuenta de que estás tartamudeando y solo emites balbuceos, o sudas demasiado, u olvidas ese comentario perfecto que querías hacer. Incluso si te va bien, el "estaremos en contacto" del final siempre lo sientes como un cuchillo en el estómago.

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Sin embargo, mantén la cabeza bien alta y frena ese profundo odio que sientes por ti mismo para otra ocasión. Lo más probable es que incluso tu peor entrevista de trabajo no haya sido tan terrible. Es posible que no hayas congeniado con el director de recursos humanos o que no hayas sido capaz de decir nada cuando te preguntaron eso de "dónde te ves en cinco años", pero los desastres absolutos son raros.

La gente de recursos humanos, sin embargo, pasan por muchas de estas entrevistas, y lo han visto todo, incluidas las auténticas pesadillas. Llamamos a varias agencias de contratación y colocación de los alrededores de Nueva York y les preguntamos acerca de los candidatos a los que peor les ha ido.

NO

Estaba entrevistando a un tipo que llevaba un traje de funeral (también conocido como el único traje que tienes, te va demasiado grande y lo llevas a cada reunión formal). También llevaba un gorro.

Cinco minutos después de empezar la entrevista se dio cuenta de que llevaba puesto su gorro y se lo quita, pero se olvidó de que tenía un trozo enorme de papel higiénico pegado a la cabeza por un grano gigante que debía haberse reventado antes de la entrevista.

El papel higiénico estaba pegado a su cabeza y el tipo estaba intentando arrancarlo, pero la sangre estaba coagulada y se le había pegado el papel a la cabeza.

Estaba sentado allí, perplejo, y aguantándome la risa —me río cuando todo sale mal, es algo nervioso— mientras el tipo luchaba por arrancarse aquel trozo de papel de la cabeza. Consiguió arrancar un trozo, pero se dio por vencido y procedí a hacerle la entrevista cuando aún tenía la mayor parte del papel higiénico cubierto de sangre en la cabeza, manteniendo todo el rato en la mano el trozo de papel que sí logro quitarse de la cabeza. Todo muy incomodo.

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DIOS NO

Esta mujer ni siquiera llegó a la entrevista antes de estropearlo todo. Teníamos una cita programada con ella, pero media hora antes de llegar, envió un correo electrónico: "Probablemente vaya a sonar extraño, pero mi tortuga se enfermó inesperadamente y tuve que ir de ida y vuelta al veterinario". Dijo que llamaría al día siguiente para ver cuándo podía regresar.

Una hora después de su extraña cancelación nos contesta con una actualización. "¡No os preocupéis! Estoy paseando a mi tortuga por el parque para que le dé un poco de luz solar".

NI LO SUEÑES, NO

Estoy entrevistando a un diseñador gráfico y estamos hablando acerca de su currículum. Todo parece normal, por lo que procedemos a la siguiente parte de la entrevista. Entonces saca su iPad para enseñarme su reel, le da play y sólo hay porno anal. Este tipo está follándose a una chica muy violentamente por el culo y todo el vídeo son close-ups. El diseñador sólo dice "ups" y lo para. No hace falta decir que nunca lo contratamos.

A TOPE CHICA, PERO NO

Estábamos en la etapa final de la entrevista con una mujer para un trabajo como diseñadora. Ponemos la oferta sobre la mesa y le decimos que el último paso es simplemente la verificación de antecedentes. Hay un silencio en el teléfono y la mujer dice finalmente: "Bueno, tengo que admitir que no pasaré la verificación de antecedentes penales, porque atrapé a mi marido siendo infiel y le quemé la casa a ese hijo de perra".

¿QUÉ COJONES? ¡NO!

En una ocasión una candidata venía a una entrevista a la hora de la comida, como a las doce y media o la una. No es un problema, lo hacemos muchas veces y la gente hace planes para comer antes o después. Pero esta mujer trajo la comida e intentó comer durante la entrevista . Y no, no era algo fácil de comer como un sándwich.

No me acuerdo qué era exactamente, pero era un desorden, como alitas de pollo o algo así. Por supuesto estava sorprendido, por lo que le pregunté que impresión creía ella que estaba dando como empleada potencial de uno de nuestros clientes. Mientras seguía comiendo dijo: "Lo sé, soy horrible. Pero conozco mi cuerpo y sabía que si no comía mi cabeza no estaría en su sitio, por lo que pensé que era la mejor opción".

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No lo fue. Si alguna vez estás en esa situación, simplemente aguanta y ve con un nivel bajo de azúcar en la sangre. Podrás parecer un poco ido, pero confía en mí, hemos visto cosas mucho peores. Como alguien que come alitas de pollo en la entrevista, por ejemplo.

OH, NO

Una vez estaba entrevistando a un chaval y había algo en el que no estaba bien. Podría decirse que su mente estaba en otra parte. Me pedía que repitiera las preguntas, su mente simplemente no estaba en el asunto. Después de unos 20 minutos de aquello, me detuve y muy cortésmente le dije, "¿Está todo bien?" Sin siquiera perder el ritmo de la entrevista, comenzó a llorar. Su perro había muerto esa mañana y pensó que podía llevar a cabo la entrevista. No pudo. Lo mandé a su casa.

Dos semanas después intenté contactar con él para intentar la entrevista otra vez. Nunca me devolvió los correos electrónicos.

NO PREVENTIVO

El empleo es una calle de dos vías. Tiene que generar un beneficio mutuo. Cuando las personas sólo se interesan en ellas mismas, por lo general no son los mejores candidatos o empleados. Puede que sea demasiado sensible a ello, pero cuando estoy entrevistando a alguien que pregunta por el tiempo libre y el sueldo incluso antes de sentarse, sé que no les voy a dar ningún curro.

A veces incluso emiten señales de alerta antes de la entrevista que me advierten de gente que no va a ser nada producitva. Si un candidato potencial me envía correos electrónicos preguntando qué como llega a nuestras oficinas o dónde debe aparcar cuando llegue, me entran ganas de responderles, "No se moleste en venir".

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Imagen vía

NO, CASANOVA

Hubo un chico que intentó ligar abiertamente conmigo durante una entrevista. Fue una decepción, porque realmente estaba calificado y era muy encantador. Nos llevamos muy bien y estaba contenta por poder encontrarle un trabajo, lo cual no hubiera sido difícil.

Pero justo antes de que termináramos nuestra entrevista, dijo algo sobre que tenía los ojos o la sonrisa más bonitos del mundo o algo así. Le di las gracias y traté de seguir adelante, pero él seguía hablando de eso.

Me invitó a salir. Lo rechacé. No le di el trabajo

Puse la mano sobre la mesa en caso de que no hubiera visto antes mi anillo de bodas. No ayudó. Me invitó a salir. Lo rechacé. No le di el trabajo.

Estaba demasiado preocupada por las mujeres con las que podría trabajar. Si no podía detenerse durante una entrevista, ¿puedes imaginártelo cuando vaya ciego en la fiesta de la empresa?

NO, AMIGA

Colocamos a una candidata a la que le fue muy bien en la entrevista, pero casi inmediatamente empezamos a recibir llamadas del cliente sobre su terrible productividad.

Su hora de la comida duraba tres horas, llegaba tarde y salía pronto

La habían contratado para hacer marketing en una compañía de moda al por menor, pero no tenía ni idea de qué hacer. Además su hora de la comida duraba tres horas, llegaba tarde y salía pronto. Empezaron a seguirla de cerca para tomar nota de todas las veces que se ausentaba sin permiso para que pudiéramos tenerlo registrado.

En un ocasión no se presentó a una reunión que se suponía iba a dirigir . Cuando la despedimos, se indignó y juró que la compañía estaba mintiendo. El día después de despedirla tuvo el valor de subir a buscar sus pertenencias.

FINALMENTE: NO

De vez en cuando ofrecemos almuerzos de reclutadores donde algunos clientes con los que trabajamos llegan y hablan con algunos candidatos específicos que hemos invitado. Es algo casual y hay mucho menos presión para ambos lados. Básicamente es un momento para hacer contactos y permitir que los empleadores te conozcan y sepan sobre tu experiencia y obtengan tu nombre.

Pues bien, un chico está hablando con un empleador cuando alguien le empuja accidentalmente. Su pizza cayó, boca abajo, en el suelo. La recogió, la limpió y se la comió. Justo en frente del hombre que debía contratarlo. Todavía nos reímos de ello. "No me envíes a nadie que coma pizza del suelo delante de mí", mencionó.