La Inglaterra en blanco y negro de finales del siglo XX

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La Inglaterra en blanco y negro de finales del siglo XX

Chris Killip es uno de nuestros fotógrafos favoritos de la vida.

Edición de fotos: Nicolas Poillot

Antes que nada, debéis saber que Chris Killip es uno de nuestros fotógrafos favoritos de todos los tiempos. Si tenéis menos de 30 años, os interesa la fotografía y coleccionáis los archivos .jpg de Martin Parr y Tom Wood en una carpeta en vuestro escritorio a la que habéis llamado “pics”, se lo debéis a él. Además de haber influenciado a los fotógrafos contemporáneos más reconocidos, ha inventado el tipo de fotos que precisamente nos encantan en VICE: esas en las que se juntan cosas como gente joven, pobreza, drogas, alcohol, paisajes desoladores y violencia.

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Después de algo más de dos meses, el BAL (París) le dedica una retrospectiva titulada What Happened Great-Britain, en la que podemos encontrar clichés fotografiados por Chris entre 1970 y 1990, veinte años en los que Inglaterra atravesó profundas transformaciones que llevaron a la clase obrera hacia el abismo y a los punks hacia las drogas. Killip, fascinado por estos cambios en el modo de vida, ha proporcionado el más noble documento sobre la Gran Bretaña gris de la era Thatcher. Nosotros le hemos hecho algunas preguntas a las que ha respondido bastante seco, como buen hombre que es.

VICE: Hola Chris, ¿qué tal?
Chris Killip: Muy bien, gracias.

Para empezar, ¿qué piensas de la indiferencia de Inglaterra para con tu trabajo? Parece que Alemania, por ejemplo, sea mucho más consciente.
Es muy raro ver toda mi obra en Alemania si piensas en las diferencias que hay entre Alemania e Inglaterra, sobre todo por el hecho de que Alemania siempre fue una gran potencia industrial. En Inglaterra no hay muchos fabricantes de automóviles mientras que en Alemania están Volkswagen, Mercedes, Audi, Porsche y BMW. En Inglaterra no hay industria del carbón, naval o siderúrgica. Creo que soy algo así como un “cronista de la desindustrialización”. Sea lo que sea, no sé cuando los ingleses se decidirán a exponer mi trabajo, pero parece que no será en 2012.

Sí. Mi teoría es que tu trabajo quizás está ligado a una parte de la historia de Inglaterra de la que ellos no se enorgullecen, precisamente.
Es cierto… Mi trabajo se centra en el norte de Inglaterra y en la manera en que el gobierno londinense ha dado la espalda al norte durante la segunda parte del siglo XX. Este año se celebran los Juegos Olímpicos en Londres, así que ahora mismo hay muchas exposiciones “alegres”. Yo creo que mis fotos están muy lejos de corresponder a esta descripción.

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Rebobinemos un poco. He leído en alguna parte que en 1964 empezaste tu carrera como “fotógrafo de playa”, con la idea de irte de la Isla de Man. ¿Es así?
Fui fotógrafo de playa durante todo un verano para ganar dinero y poder largarme a Londres.

Ya veo. Y unos años más tarde, en 1969, decidiste volver y hacer algunas fotos. Fotos “reales”, esta vez.
Sí. Fue porque era un lugar que conocía muy bien por aquella época y le tenía mucho aprecio. Al fin y al cabo, había nacido allí. La isla estaba convirtiéndose en un verdadero paraíso fiscal; yo sabía que estaba cambiando, y los cambios me interesan.

¿Aún le tienes tanto aprecio?

A decir verdad, hoy en día me importa poco. Es deprimente vivir en un paraíso fiscal y creo que nunca podría volver a vivir ahí. Por así decirlo, los valores que comparte la gente que vive en ese tipo de lugares no son los mismos que yo comparto.

En efecto, puesto que tú pareces ligado a la gente normal. ¿Eres descendiente de la clase obrera?

Sí, vengo de la clase obrera y le doy mucha importancia a la vida de la gente ordinaria. Imagino que fue en los barrios obreros donde te topaste con los punks, mods y skinheads de tus fotos.

Sí. El punk me interesó enseguida. A principios de los 80 yo vivía en la región de Tyneside, en el norte de Inglaterra, donde había una escena punk muy viva. Los adolescentes invadían los edificios abandonados para hacer conciertos y la gente venía de todas partes. Ahí no había nada “comercial”. Sin duda.

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Era electrizante. Todo era ilícito, independiente, anticonformista y totalmente nuevo. Enseguida pensé que valía la pena fotografiarlo.

¿Qué cojones hacían todos esos tíos en la playa, por cierto?

Hmm… ¡Creo que estaban ahí sobre todo para esnifar pegamento! Desgraciadamente, no se qué ha sido de la mayor parte de ellos.