
En el mensaje, Sánchez (que ha configurado su cuenta de Instagram como privada) alardea de que los miembros de su equipo "traen carajitos al mundo y reconstruyen totis" con tanta pericia que las mujeres quedan "como nuevas, casi 0 kilómetros". A 31 personas les pareció espléndida la foto. No opinan lo mismo las más de 4.000 personas que han firmado una petición para que se tomen medidas disciplinarias contra SánchezEn un mensaje de email a la creadora de la petición (Jesusa Ricoy, de La Revolución de las Rosas, un movimiento mundial contra la violencia obstétrica), Sánchez pidió disculpas a quien se sintiera ofendido y negó haber sido el autor de la foto. A continuación se justifica asegurando que en todo momento se respetó a la paciente, ya que "no se le ven los genitales ni la cara", y que ella había dado su consentimiento. Asimismo, subraya que se considera uno de los estudiantes más empáticos del equipo y que las mujeres suelen pedir que sea él quien les haga los exámenes vaginales diciendo: "Doctor, hágame el tacto usted, que es más delicado".Incluso aunque Sánchez contara con el consentimiento de la mujer para hacer público un momento tan intensamente privado y vulnerable, está claro que perdió de vista sus prioridades. La paciente estaba centrada en tratar de sacar a un pequeño ser humano de su cuerpo. Yo misma me he visto en esa situación un par de veces y estoy convencida de que hacer un posado para la foto no estaba entre las prioridades de esa mujer.
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Pero la foto de Sánchez no es el único ejemplo. Esta imagen de una mujer desnuda, aparentemente inconsciente tras una cesárea fue publicada en internet por médicos. El fin de semana pasado, Ricoy encontró el perfil de otro profesional que se dedica a colgar fotografías de partos muy cuestionables. El enfermero Francisco Salgado ha eliminado una imagen en la que mostraba un perineo cosido con puntos después del parto. Una vagina borrosa y llena de sangre sirve como fondo para la instantánea en la que se ve la cabeza bien enfocada de la persona que atiende a la mujer. Salgado había añadido un pie de foto que decía: "Alguien estará eternamente en deuda conmigo #puntodelmaridoagradecido". El "punto del marido agradecido" hace referencia a la dolorosa práctica de suturar la abertura vaginal de la mujer para hacerla más estrecha que antes del parto.Una vagina borrosa y llena de sangre sirve como fondo para la instantánea en la que se ve la cabeza bien enfocada de la persona que atiende a la mujer.
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