La autora y sus acompañantes. Todas las fotografías por la autora.
Les dije que a eso vamos, a sacar al aire las zonas que nunca roza el sol, y nos miraron casi con pena, como si estuviésemos a punto de caer en un pozo de desgracia irreparable.
La mujer que entrega los tickets me cuenta que la organización de la piscina ha preferido tomar una vía "menos agresiva" y llamarlo "día del bañador opcional". Pagamos nuestros 4.50 euros y entramos en el césped verde, con agua azul al fondo, que hoy nos promete libertad y airecillo en las partes pudendas.En general, me relaciono con gente sin pudor, que se despelota a la mínima, así que, en cuanto llegamos, ya estamos retozando por el césped como animalillos desnudos y felices. Pero la situación, lejos de ser el paraíso desnudo libre de vergüenza que esperábamos, se parece más a esta pesadilla en la que apareces en pelotas en la escuela y todo el mundo te mira.A nuestro alrededor, familias con bañador completo, grupos de adolescentes en bikini y señoras del barrio con inmensos trajes de baño tapando sus carnes añejas, observan nuestras partes íntimas de reojo.Lejos de ser el paraíso desnudo libre de vergüenza que esperábamos, se parece más a esta pesadilla en la que apareces en pelotas en la escuela y todo el mundo te mira.
Efectivamente, el desnudo femenino era escaso.
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Dori, que ha venido con su hija y que acaba de conocer a Juan, el señor que la acompaña, se declara nudista profesional."Es que ni tengo bañador. Yo hago siempre nudismo, en la playa y en el río. Nunca había venido al día nudista, pero me parece fatal que hayan dejado entrar a gente con bañador. En Madrid debería haber una piscina sólo para naturistas. Porque a mí no me molesta que la gente use bañador, pero parece que a ellos sí que les molesto yo. Madrid es una capital europea, y debería tener una piscina solamente para naturistas".Lo que no puede ser son esas señoras censurando, mirándonos con su bañador de cuello vuelto. Mi hija se ha sorprendido porque son muy pocos jóvenes los que están desnudos hoy en la piscina.
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Juan, también nudista acérrimo, está completamente de acuerdo: "Es una ciudad muy grande y debería tener opciones para todos. Habiendo tantas piscinas públicas, se podría destinar una para la gente que quiere estar sin bañador". Dori, entre risas, comenta: "Lo que no puede ser son esas señoras censurando, mirándonos con su bañador de cuello vuelto. Mi hija se ha sorprendido porque son muy pocos jóvenes los que están desnudos hoy en la piscina. Estoy por pedirle una entrevista a Manuela Carmena y comentarle la propuesta de piscina nudista todo el verano".El día avanza y el calor aprieta, así que decidimos darnos nuestro primer baño. La piscina está ocupada en su mayoría por gente en bañador, aunque también se observa algún que otro cuerpo desnudo moviéndose con naturalidad entre las aguas azules.A medida que recorro nadando la piscina, capto miradas curiosas y algo de incomodidad ante mi desnudez. Sentada en el bordillo, con los pies en remojo, una mujer inmensa y desnuda. Al estar desnudos, las diferencias entre los cuerpos brillan de forma más pronunciada, pero en este caso, su cuerpo habría resultado llamativo incluso en traje de baño.
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De vuelta en el césped, hablo con Gonzalo, Marko y David, tres chicos de unos treinta años, charlan desnudos, sentados en sus toallas, sonríen un poco cohibidos por la extraña situación: grabadora en mano, una reportera —yo— les pide una entrevista.Es el primer año que vienen al Día Nudista. Suelen ir al solarium nudista del Polideportivo Vicente del Bosque, en el Barrio del Pilar o al de la Piscina de La Elipa, pero les exaspera un poco la sensación de gueto. "Nos enteramos de este Día Nudista por los medios, y decidimos venir, porque nos parecía una oportunidad de normalizar el nudismo, de sacarlo de su condición marginal", me cuenta Gonzalo. "Además, no es en una fecha alejada, en la que no vaya a haber mucha gente, sino que es a finales de julio, en temporada alta".Me gusta que el nudismo permita que se liberen los cuerpos menos aceptados socialmente.
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Entre los detractores del naturalismo, la frase más escuchada es ese clásico "es que no es higiénico". Ismael se ríe ante esta ocurrencia: "De hecho, si me apuras, lo que es más antihigiénico es el bañador. Un traje mojado puede facilitar cosas como hongos o infecciones de orina, y el hecho de que esté, como barrera, entre nuestro cuerpo y el agua de la piscina, no significa que elimine o "mantenga encerradas" las bacterias que podamos añadir al agua. Es una solemne tontería. También está el clásico 'es que el cuerpo es algo privado'. Como asociación, básicamente, lo que queremos es promover valores positivos hacia el cuerpo humano""El nudismo es un invento occidental, como respuesta a una sociedad textil que ha ido sexualizando la desnudez, comercializándola como reclamo erótico y trastocándonos la imagen de nuestro propio cuerpo como algo incorrecto, a través de mostrar hasta la saciedad la idea de lo que es un cuerpo perfecto. Nuestras actividades pretenden derribar estas complicaciones. De hecho, si te fijas, estamos todos los nudistas en esta zona de la piscina, totalmente alejados de la piscina de los niños."Entiendo que a alguna gente le resulte violento, pero lo cierto es que es ahí, en la primera infancia, donde está bien que se aprenda a ver la desnudez y la diversidad de los cuerpos como algo natural. Cuántos problemas de anorexia, bulimia e infelicidad con el propio cuerpo se eliminarían a través de una visión de las diferencias de nuestro aspecto como algo normal".Esa noche, ya de vuelta en casa, recibo una invitación a una fiesta de nudismo opcional. El promotor es un conocido artista de la escena madrileña que suele tocar desnudo. Frente al espejo, dudo un momento entre jugar la baza más salvaje (desnudo integral) o ir en bikini e ir decidiendo según vea el ambiente. Pero, tras pasar el día con el cuerpo al aire, con el pudor bajo mínimos, decido apostar por el aún-más-salvaje y embadurnar mi cuerpo desnudo con tintura dorada. Mientras lo hago, recuerdo a la mujer gorda del bordillo sonriéndome.De lo que se trata, precisamente, es de normalizar la desnudez. Si no estuviésemos en un ambiente textil, no estaríamos consiguiendo la normalización del desnudo.