Josep Guardiola, cazador de Zorros

El arribo de Josep Guardiola a la Premier amenaza el legado de la hazaña del Leicester. En el estudio de la historia, hay quienes sostienen que a cada acción corresponde una reacción, y él sería la correspondiente al insospechado campeón. De tal modo, según el historiador ruso Pedro Kropotkin, a una acción tal como la Revolución Francesa del siglo XVIII correspondió una reacción tal como el Imperio Francés: los cambios propuestos por los revolucionarios incomodaron tanto a la burguesía que aquello que debió generar una era republicana acabó engendrando la era sanguinaria de Napoleón.

Aunque parezca un evento único cuya aparición marcará un antes y un después, la victoria de los Zorros ocurrió también en otros países bajo el nombre de otros clubes y las cosas, posteriormente, siguieron como si nada hubiese sucedido. En España se llamó Deportivo La Coruña, en Alemania apareció nombrado como Werder Bremen e incluso en la propia Premier League solía conocerse como Blackburn Rovers. A esas acciones revolucionarias para el mundo futbolístico siguieron reacciones implacables que reforzaron por años y años la férrea hegemonía de clubes como el Real Madrid o el Barcelona, el Bayern o el Manchester United.

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Foto: Cortesía Leicester City

El ejemplo más evidente de que el Leicester no es sino el último de los intentos por revolucionar al futbol ganándole títulos a la élite es el hoy ya olvidado triunfo del Montpellier Herault en la Ligue 1 entre 2011 y 2012. Aquella escuadra, partícipe de la primera temporada del campeonato francés en modo profesional como se conoce actualmente, hubo de pasar década tras década de mediocridad, fusiones y cambios de nombre hasta que, hace cuatro años, tocó finalmente las campanas de la épica histórica.

Encabezados por Olivier Giroud, esa oncena de franceses y africanos desconocidos osó arruinar lo que teóricamente debía ser el primer título del París Saint-Germain tras la adquisición de la realeza de Qatar. ¿Qué pasó al año siguiente? El Montpellier terminó desmembrado; los qataríes por su cuenta desmembraron al AC Milán llevando a Zlatan Ibrahimovic y a Thiago Silva a tomarse fotos bajo la Torre Eiffel: la hegemonía parisina había pues de comenzar.

Consumada la hazaña del Leicester, la burguesía de la Premier asimismo habrá de reaccionar. Justo como al PSG fue llevado un técnico de élite en la figura de Carlo Ancelotti para sentar los pilares de un nuevo imperio, así también los jeques de Abu Dhabi dueños del Manchester City buscaron a otro más de la élite para erigir su propio feudo. Este verano será idóneo para que Pep ensille su caballo, suelte a sus sabuesos y se disponga a escuchar la nota del clarín que dará por comenzada la temporada de caza en Inglaterra. Los petrodólares no faltarán.

Foto: Getty Images

Si Kropotkin está en lo correcto, la reacción simbolizada en el arribo del estratega catalán tendrá tal fuerza que bastará para reducir al Leicester a mero accidente de la historia, a simple cuento de hadas; como antes ocurrió con el Montpellier, el Dépor, el Bremen y el Blackburn Rovers. Quizás lo que debía servir para acortar las brechas entre chicos y grandes en el futbol de nuestros días acabe apuntalando los cimientos de una nueva era imperial.