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Comida

Esta planta venenosa podría curarte el herpes

La Sociedad Americana del Cáncer cita investigaciones que demuestran que esta hierba ha mostrado una acción en contra del herpes y el VIH. Por supuesto, no se toman la molestia de mencionar el hecho de que también puede matarte.
Photo via Wiki Commons

Durante un verano particularmente caluroso, me encontré con que tenía mis partes íntimas cubiertas de protuberancias blancas que picaban. Mi padre hizo lo que un montón de gente en el sur de Knoxville hacía en aquel entonces y me llevó a Mugford, la farmacia/tienda general, en donde comprábamos todo, desde polvo BC a los refrescos de uva Nehi, y donde el dueño siempre me miraba de arriba a abajo. El viejo "Mug", proclamó que tenía una intoxicación de -una reacción alérgica compulsiva a las hojas de las plantas de ombú que crecían silvestres alrededor de nuestra casa-y me dieron una pomada de color mostaza. Cómo sabía eso con sólo mirarme, nunca lo sabré, pero mi familia no cuestionó su sabiduría.

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Varios veranos más tarde, mi hermana menor fue trasladada de urgencia a la sala de emergencias (nos habíamos convertido en persona más sofisticadas para entonces) después de comer montones de bayas de planta de ombú. La bayas de color púrpura brillante son muy atractivas para los niños (en su autobiografía Dolly Parton habla de cómo usaba su jugo para pintarse "las sandalias de Jesús" en sus pies), pero también son altamente tóxicas si se ingieren. Los médicos de guardia deben haber sido gente de la ciudad, porque no tenían idea acerca de la planta o de sus antídotos, y mientras iban y venían hababan de si debían provocar o no el vómito, mi hermana vomitó de todos modos. (El remedio local, con el que ahora estoy familiarizado gracias a los libros de Foxfire, es beber vinagre y comer una libra de grasa de cerdo.)

La planta de ombú es abundante, y crece libremente, aunque mi padre ganó algunas monedas cuando era niño recogiendo y vendiendo las hojas a sus tías vecinas. La planta crece mejor en la tierra removida, así que él iba a buscarla a los lugares donde se habían criado los cerdos. Un montón de gente consume las hojas de ombú -y todavía lo hacen-por sus propiedades medicinales, y no sólo porque es muy barata. Las historias del folcklore del sur, la tienen como una cura para todo, desde el acné a inflamaciones mamarias. Y si eso suena como un montón de tonterías, consideré que la Sociedad Americana del Cáncer cita investigaciones que demuestran que esta hierba ha mostrado una acción en contra del herpes y el VIH. Por supuesto, no se toman la molestia de mencionar el hecho de que también puede matarte.

Uno pensaría que eventos como este harían que mis parientes - y que casi todo el mundo- se mantuviese lejos de la planta. Pero, al igual que un montón de gente con sus raíces en las montañas Apalaches, la comíamos. Como el fugu, el manjar de mar japonés que es fatalmente venenoso si se prepara incorrectamente, las hojas de Ombú requieren un poco de conocimiento, si planeas agrergarlos al menú. Para empezar, hay que recogerlas jóvenes y verdes, antes de que a las hojas les bote algo rojo, y hay que hervirlas muchísimo para eliminar las toxinas, desechando siempre el agua. Una persona cautelosa te dirá que tienes que hervir las hojas tres veces o te van a matar. Algunos dicen que te podría matar de todos modos. Todo lo que puedo decir es que mi mamá a menudo lo cocinaba, comía, y servía un montonazo (la unidad de medida aceptada para cualquier tipo de verduras en el sur) de hojas de ombú que fueron hervidas sólo una vez -, y ella vivió una larga vida hasta que estaba demasiado agotada para hacer otra cosa.

Photo via Flickr user Dawn Smith

Foto vía Flickr usuario Dawn Smith

La cultura de la planta de ombú está tan viva como las personas que preparan y comen correctamente. El Sur cuenta con no menos de cuatro festivales dedicados a esta planta, y hay un movimiento de alimentación cada vez mayor sobre el crecimiento de plantas silvestres comestibles. Por supuesto, las verdaderos consumidores fueron las mujeres como mi mamá, que llenaron delantales con plantas de ombú para alimentar a una familia, y no para seguir una moda.

Si eres valiente y tienes hambre, puedes desenterrar la receta de Nathalie Dupree de planta de ombú y huevos revueltos. Probablemente no lo necesites, pero si te hace sentir más seguro, ten una una libra de grasa de cerdo a mano en caso de envenenamiento. (Mug murió hace unos años, así que no puede ayudarle.) Si todavía tienes dudas, ten en cuenta que esta es la única (potencial) cura del cáncer y del herpes que se pueda comer con un poco de tocino. Como dicen en los Apalaches: americano por nacimiento, del Sur por la gracia de Dios, y libre del herpes gracias a las hojas ombú.