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Música

“Trabajo, Hijos, Rave, Repetir” – Así es llevar a tus niños a un festival de música

Mia Quagliarello llevó a su familia a Lightning in a Bottle.

Siempre me ha gustado la música y la cultura de los festivales. Me tomé un descanso cuando comenzaron a haber humanos creciendo dentro de mí, pero una vez que dejé atrás los pañales y comida para bebé, regresé a amarlos incluso diez veces más. He llevado a mis hijos a Burning Man y Lightning in a Bottle dos veces, aunque he contratado a algunas niñeras mientras balanceo mi vida laboral, ser madre, y el sorprendente poder de los wobbles.

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Algunos se oponen a la idea de que los niños pequeños estén cerca de la música estruendosa, las drogas, y la revoltosa energía de la cultura de los festivales, pero Lightning in a Bottle, la semana pasada en Bradley, California, es done mis chicos aprendieron acerca del poder de las piedras y los cristales, donde fueron presentados al profundo poder de la música y la comunidad, y donde su amplia curiosidad y falta de cinismo fue recompensada por adultos con creencias más fantásticas que las suyas.

Resulta que los chicos aman a Thomas Jack. ¡Imagínense!

Mi hija de 6 años presiona un obelisco azulado en su frente, cierra sus ojos, y respira profundamente para recibir energía positiva. Mi hijo de 8 años recibió una pieza de obsidiana afilada por parte de un extraño que le dijo que alejaría a las energías negativas (junto con una advertencia para que no se cortara la mano).

Fue mucha la emoción de sacar a la familia de su acolchada existencia, hacia un lugar donde los neo-hippies son libres en una escena que parece salida de un sueño psicodélico. Fue nuestra segunda vez en este festival (más o menos) familiar con un sabor a Burning Man, sin la dureza de the playa. Para los padres amantes de la música como nosotros, se ha convertido en una especie de Club Med en el sentido de que hay actividades divertidas para todos los miembros de la familia. ¡Clases de Poi y camisetas ecológicas para los niños! ¡Baile toda la noche para mamá o papá! (El "o" porque alguien se tiene que quedar en el "campamento familiar", un agradable, pero desorganizado conjunto de casas de campaña, vehículos y niños jugando en la tierra).

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Para una mamá helicóptero como yo, traer a tu familia a un festival, es también un ejercicio de desapego, confiar en que la magia de esa obsidiana será mayor que su peligrosa punta. De manera menos cósmica, hemos logrado abordar cosas tan simples como hablar con extraños. Como una neoyorquina nativa, nunca me ha enloquecido esta idea, pero con más de una década en California dentro de mi alma, LiB es el lugar perfecto para mostrarles el viejo arte de socializar a mis hijos. Todos son muy amigables. ¡Todos! En un lugar así, los niños son imanes de vibras positivas. La gente no espera verlos, así que cuando lo hacen, todos quieren hablar efusivamente acerca del aura de los chicos y darles un hi-five.

De hecho, que sea un lo-five – un movimiento para los pequeñines en LiB. La configuración del festival el año pasado, las altas temperaturas y escasa sombra convertían cualquier excursión fuera del campamento familiar en un esfuerzo traicionero de arriba abajo por los barrancos. Este año, los organizadores del festivales, en verdad parecen haber escuchado esa retroalimentación e intentaron mejorar las cosas. El Do LaB construyó puentes que van por los barrancos de manera tal que cada viaje fuera una razón para alegrarse saludando a todos los que caminaban en la dirección opuesta. Los niños lo amaron, y sólo pensé en el antibacterial una sola vez. O dos. El campamento familiar también estuvo más cerca de la acción, lo cual fue grandioso para las piernitas cansadas, pero también significó que los tapones para oídos fueran tan esenciales como los cepillos de dientes a la hora de dormir. La música fue tan estridente y tan profunda, que podías sentirla en el piso, y sacudía sus pequeños cuerpos.

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Aunque la música fue en gran parte lo que nos llevó a Lightning in a Bottle, no puedo decir que tuviera el mismo poder sobre los niños – aunque Thomas Jack en el escenario Woogie logró hacer bailar a las dos generaciones, y la enorme Harpa Terrestre fue algo muy cool e inspirador. Las locuras aéreas del Dream World Cirque también logró la aprobación con mini-pulgares arriba, y Panda Bear logro musicalizar de manera muy extraña una sesión de saltos y movimientos. No, los niños estaban muy interesados en lo que estaba ocurriendo fuera del perímetro del festival, en el fondo del lago seco.

En otro momento de libertad paternal (¿en serio?), dejamos que nuestros hijos caminaran en un pequeño grupo por el fondo del lago seco. "¡Es un cementerio de peces! ¡Y aún hay muchos peces vivos!" mi hija declaró al regresar. No parecía posible. Los chicos se prometieron mutuamente que se encontrarían a las 7am del día siguiente para volver, y esta vez yo tenía que ir – un premio de consolación ya que estaba en labor de niñera la noche anterior y seguía lamiendo mis heridas por haberme perdido a Flume.

Seguro, había cadáveres de peces esparcidos por el piso y en una muy pequeña porción de agua sucia, docenas de criaturas que parecen peces gato agitándose y clamando por sus vidas, atoradas en un lugar seco. Los niños iban a "salvarlos" redireccionándolos con palos, pero fue inútil. El ocasional mal olor en el campamento familiar tuvo sentido de repente.

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Luego escuchamos las voces de dos tipos, uno empinándose una cerveza y el otro con sus botas espaciales, estaban justo ahí con nosotros, sus esperanzas de tener una caminata serena fueron frustradas por un grupo de niños en esta triste escena con un fuerte recordatorio de la sequía en California. "Wow", decían, mientras sacudían sus cabezas. "Esto no era lo que esperábamos".

Aún pienso en los peces y la yuxtaposición de todo, su efecto en los niños pequeños y los niños grandes, las milagrosas circunstancias que crearon los cristales y rocas que de alguna manera llegaron hasta las manos de mis hijos. Es muy especial tener la capacidad de disfrutar la increíble alquimia que ocurre cuando el sonido y la luz y la gente colisionan en un momento perfecto, y entonces, encima de todo, tener las cosas que más amas en el mundo, bailando o durmiendo cerca.

Cuando le pregunté a mis hijos qué les gustaba acerca de Lighting in a Bottle, uno de ellos me dijo que el circo y el otro dijo que los peces … y ver el soundcheck de Tycho. Tomaré ese destello de apreciación musical como otro signo de que a pesar de las turbulencias, todo valió la pena.