Estos fulares de seda están teñidos con bacterias

El problema de la contaminación en la industria textil puede haber encontrado una aplicación práctica con las bacterias. La empresa de biodiseño experimental Studio Natsai Audrey ha creado The Fold, una línea de coloridos fulares de seda que han sido tiñidos de forma individual con colonias de bacterias. La linea nace de una serie de investigaciones en curso titulada Faber Futures y recibe su nombre del proceso de doblado de su fundador Audrey Chieza, que sigue una técnica similar a la de los origami para plegar cada fular hasta hacer que se acople en una placa de Petri de 150 mm de diámetro.

En la conferencia Biofabricate 2014, Chieza sugirió que las bacterias podían ofrecer una solución sostenible para algunos de los problemas de la industria, al tiempo que crea una estética única. "Me interesaba mucho cómo podíamos coger estas bacterias y darles un nuevo uso mediante la manipulación del medio de crecimiento, el tipo de medio, las temperaturas de incubación y el periodo de crecimiento, y logramos cambiar los colores que se estaban produciendo", dijo en su presentación. Chieza  trabajó en colaboración con el profesor John Ward del laboratorio The Ward en el University College de Londres, y para sus experimentos utilizó bacterias no patógenas llamadas Streptomyces (que no hay que confundir con sus primos que atacan la garganta, los Streptococcus), que producen pigmentos naturales.

Puesto que es relativamente fácil introducir los fulares en la placa Petri, el próximo reto de Chieza será la creación de una colección entera de prendas que documenten el ciclo de vida de sus colonias de bacterias.

Puedes ver otros experimentos de biodiseño de Chieza en la sección Faber Futures de su página web.

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