Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.La siguiente es una historia muy común. El verano pasado, una amiga fue ignorada por un hombre con el que había estado saliendo durante seis meses. No hubo ningún indicio de que fuera a suceder. Simplemente dejó de enviarle mensajes. Si esto hubiera sido 1999, no sería descabellado pensar que tu antigua pareja se hubiera desvanecido. Quizá lo llamarías al teléfono de su casa varias veces antes de rendirte. Sin embargo, hoy sabes exactamente dónde está, qué está haciendo y con quién está saliendo después de ti. No solo a través de sus publicaciones en Instagram, sino a través de las publicaciones de sus amigos, los amigos de sus amigos; con tiempos y fechas precisamente trazados como un juego de unir los puntos.
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Instagram nos ha vuelto acosadores. Si les suena realmente obvio, es porque lo es. Revisar las cuentas de personas en las que tenemos un interés particular se ha convertido en un comportamiento estándar en Internet. Tal vez mires regularmente las fotos de la nueva pareja de tu expareja, comparando su estilo con el tuyo mientras revisas su selección de acuarelas con temas de animales de 2013. Quizá siempre estás al tanto de una pareja que apenas conoces, y luego te sientes personalmente atacada cuando él la deja por alguien con tatuajes coloridos. Tal vez no haces nada de esto: solo vives y respiras en el momento, en cuyo caso bien por ti, Pocahontas.Las razones por las que acechamos a las personas en Instagram son multifacéticas y complejas, y probablemente varían de persona a persona. Es natural querer encontrar respuestas a estas preguntas; con más razón cuando están justo frente a ti. Además, otras personas son interesantes. La trayectoria de sus vidas difiere de la nuestra. Su estética, su personalidad, su dinero y sus intereses. Todos estos datos aparecen en nuestras pantallas para que podamos mirarlos y sacar nuestras propias conclusiones. Puede sonar más espeluznante si no fuera una conducta tan normalizada. Con todo esto en mente, hablé con algunas personas sobre a quién acechan y por qué, en un esfuerzo por comprender algunos de nuestros hábitos de Internet más extraños.
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"Tengo la necesidad de seguir a la gente de la escuela"
"No estoy en contacto con mis exes, así que es la única forma en que puedo ver qué están haciendo"
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"La acecho con la esperanza de que tenga el corazón roto por dejarme de tajo hace tres meses"
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