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Feminisme

Cómo saber si tu juguete sexual es tóxico

Algunos dildos están mal hechos y contienen químicos peligrosos. Los activistas explican en dónde poner atención y por qué deberías cuidarte de los tapones anales defectuosos, a menos de que quieras ir a Emergencias.
De derecha a izquierda; la activista Sarah Bryn Holliday, un dildo de petrolato.

Los juguetes sexuales se han convertido prácticamente en sinónimo de empoderamiento sexual femenino y a menudo se consideran herramientas para facilitar la acción sexual. Si bien su existencia es positiva, no siempre deberíamos asumir que los juguetes sexuales sirven sólo para complacernos. En algunos casos, los aparatos defectuosos o difíciles de esterilizar podrían provocarnos heridas y enfermedades.

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Pero, ¿cómo saber si tus propios juguetes sexuales son peligrosos? Hablamos con educadores sexuales, activistas de seguridad sexual, vendedores éticos y escritores para descubrirlo.

EVITA EL PETROLATO BARATO Y EL PVC

Los juguetes sexuales baratos como los anillos para pene y vibradores de un solo uso se venden como productos novedosos, la mayoría están hechos con petrolato o policloruro de vinilo (PVC). Es imposible saber la composición exacta de estos juguetes y lo dañinos que son, ya que muchos vendedores no desglosan los ingredientes individuales en las descripciones de producto. Lo que sí sabemos es que pueden ser dañinos para el cuerpo humano.

Estudios han descubierto que algunos juguetes de petrolato y PVC contienen químicos adicionales tóxicos llamados ftalatos, los cuales se añaden al hule para hacerlo flexible. Los ftalatos son malos: pueden filtrarse por los juguetes, afectando el balance hormonal de tu cuerpo y tus funciones reproductivas. Han sido relacionados al cáncer de mama por caridades dedicadas a esta enfermedad y al asma por un equipo de investigación noruego. Incluso algunas variantes están prohibidas en Estados Unidos para usarse en juguetes infantiles, por lo que deberíamos preguntarnos qué carajo hacen en los juguetes sexuales, ya que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos los ha catalogado como un químico tóxico.


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“Los juguetes baratos hechos con materiales de composición desconocida a menudo saturan el mercado, porque son accesibles", dice Savva Panayiotou, cofundadora del distribuidor seguro y ético, Peepshow Toys. “Existen muchas historias de terror al respecto, como juguetes que literalmente se derriten, exudan aceites o despiden olores desagradables. El fenómeno es alarmante”.

La punta de un dildo de petrolato cubierto de polvo y partículas. Foto cortesía de Emmeline Peaches

CONOCE TU DILDO

Para asegurarte de que tus juguetes sexuales son seguros, lo primero que tienes que saber es de qué están hechos.

“Revisa si es un material poroso, algo que pueden penetrar las bacterias, virus y hongos”, aconseja Francesca Cross, activista y propietaria de la sexshop virtual inclusiva The Pleasure Garden. "Estos materiales son imposibles de sanitizar por completo. Incluso si lavas el juguete, cualquier ser vivo que permanezca puede volver a crecer, causando potencialmente infecciones fúngicas e incluso ETS si lo compartes con la pareja”. Los juguetes de petrolato son particularmente difíciles de sanitizar, porque son demasiado porosos. Las autoridades británicas de salud advierten que los juguetes sexuales no sanitizados pueden transmitir ETS como la sífilis, el herpes y el VIH.

En cambio, los activistas y vendedores responsables recomiendan comprar juguetes declarados como seguros por activistas y vendedores responsables. "Si no está claro el material con que está hecho un juguete, aléjate”, dice Cross. “Sólo vendemos juguetes de silicón, plásticos duros como el ABS (acrilonitrilo butadieno estireno), vidrio, metal, madera y cerámica”.

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Parece que existe una zona gris alrededor de los juguetes hechos con elastómero, TPE o TPR, estos materiales no contienen ftalatos, pero son porosos. Algunas tiendas éticas los consideran seguros para su venta, pero usualmente incluyen información en la página del producto y recomiendan evitar compartir esos juguetes.

El dildo eyaculador y defectuoso de Peaches. Foto cortesía de Emmeline Peaches

CUIDADO CON LOS DILDOS EYACULADORES

Emmeline Peaches, crítica y activista de los juguetes sexuales, una vez tuvo una experiencia terrible con un dildo que según podía eyacular agua.

“No eyaculaba. Voltee esa cosa gigante varias veces y tardé años intentando extraer el residuo líquido", cuenta a Broadly. “Nunca saqué toda el agua. Y los dildos incluidos estaban hechos de materiales no seguros. No fue hasta que empecé a investigar que descubrí por qué mi combo sexual tóxico apestaba a químicos”.

El vendedor al que Peaches le compró, retiró el producto desde entonces.

SI UN JUGUETE SE PUEDE PERDER DENTRO DE TI, LO MÁS PROBABLE ES QUE NO SEA SEGURO

Los juguetes hechos de materiales no seguros a menudo carecen de seguridad básica. Los músculos en el trasero naturalmente se tensan, así que cualquier cosa que metas se puede atorar, en especial si no está específicamente diseñada teniendo en cuenta la seguridad anal. Respeta los músculos de tu culo, a menos de que quieras soportar un viaje muy desafiante y vergonzoso a la sala de emergencias.

“Cualquier juguete anal debería tener un mango amplio o base ensanchada para prevenir que se pierda [en el ano]”, dice Cross. “Hay juguetes que se venden como tapones anales para principiantes que tienen un anillo en lugar de base, ¡cosa que no evitará para nada que se pierdan!" Casi siempre estos anillos no son más amplios que el mismo juguete, o sea que se pueden aspirar junto con el tapón.

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Tener algo perdido o atorado dentro del cuerpo es algo muy peligroso. "Cuando compré mi primer juguete, mi compañero y yo escogimos unas bolas de plástico unidas con una cuerda", dice Girl on the Net, activista de los juguetes sexuales y organizadora de Eroticon UK. “Estábamos a mitad del juego cuando notamos que la cuerda se había roto. Después de sentir pánico, preocupados de que tuviéramos que ir al hospital, mi exnovio innovador realizó un delicado trabajo extrayéndolas de mi vagina con una cuchara larga”.

¿POR QUÉ DEBERÍA IMPORTARNOS LO QUE HAY EN TUS JUGUETES SEXUALES?

“Sin una educación comprensiva sobre los materiales que entran a nuestro cuerpo, no podemos tomar decisiones informadas sobre nuestras vidas sexuales", dice Sarah Brynn Holliday, activista y educadora sexual queer. Principalmente, promueve el cambio trabajando como consultora de juguetes sexuales. "Lo que hago se centra en hacer que las compañías cumplan con un estándar ético dentro de la industria. Los ayudo a ser más equitativos y feministas en su práctica comercial, que incluye colocar juguetes sexuales seguros en su selección de productos. Defender la venta de juguetes sexuales seguros es importante para la educación del consumidor, la resistencia al capitalismo y la justicia social”

Holliday también educa a los estudiantes sobre los peligros de los juguetes tóxicos realizando talleres en colegios y universidades. "Enseño varias cosas que incluyen juguetes sexuales básicos y juguetes sexuales y justicia social". Hace poco, dio un curso en una universidad de Boston. "La organización estudiantil queer me llamó como conferencista para educarlos sobre los fundamentos del juguete sexual, la seguridad y las compañías éticas y antiéticas".

Desde su experiencia con el dildo eyaculador, Peaches está comprometida a educar a los consumidores a través de sus críticas. "Dejo que la gente sepa que ciertos productos, ingredientes o compañías no valen la pena", dice ella. "Lo importante del activismo es abordarlo desde todas las direcciones. El empoderamiento de la comunidad es muy importante ".

El daño físico que causan estos juguetes tóxicos no es la única razón por la cual los activistas luchan. "El sexo es un área vulnerable de nuestras vidas y muchos somos autocríticos o juzgamos muy rápido", asegura Peaches. "Si un juguete lastima a alguien, es probable que se alejen de cualquier juguete o peor, se culpen a sí mismos y a su cuerpo. Lo primero sería una tragedia ".

Finalmente, parece que el cambio está sucediendo. "Más fabricantes se están comprometiendo a usar sólo materiales seguros para el cuerpo, lo cual es algo positivo", argumenta Cross. "Si podemos educar a los consumidores, esperamos que usen su poder adquisitivo para generar aún más cambios".