Se supone que los equipos de la Conferencia Americana – División Sur tenían que reafirmar su lugar como una de las divisiones con más mejoras en la NFL. Los Texans ya eran un equipo ganador que sumó suficiente talento a la ofensiva, Andrew Luck estaba seguro de regresar a su nivel, y la única unidad en la NFL que había sido rearmada de manera más seria que la ofensiva de los Titans fue la defensiva de los Jaguars.
Pero después de tres semanas, la división sigue siendo la misma vergüenza que ha sido en años recientes; tal vez hasta un poco más, dadas las expectativas.
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Empecemos con los campeones defensores, los Texans de Houston. Luego de dos victorias apretadas y emocionantes, la regaron por completo el su partido de jueves por la noche. El marcador final de 27-0 es sólo la punta del iceberg: los Pats contaron con su tercer mariscal de campo, Jacoby Brissett, en la posición de mariscal de campo, su ala cerrada, Rob Gronkowski y la mitad de la línea ofensiva no estuvo disponible, y además tuvieron una corta semana para prepararse contra la defensiva texana.
Buenos equipos han caído (y seguirán cayendo) ante los Patriots, pero cualquier duda de que los Texans son los mejores de los peores quedó disipada la noche del jueves. No tendrán esperanzas de avanzar a la postemporada si se dedican a jugar de esa forma contra equipos de élite.
Los Colts, en su intento de regresar al nivel que los llevó a ser finalistas de la Conferencia Americana en 2014, fueron domados por los Broncos de Denver de la mano de Trevor Siemian. Los Lions de Detroit permitieron una ventaja de 18 puntos antes de intentar un regreso fallido. A pesar de su victoria ante los Chargers de San Diego, los Colts buscarán alcanzar su porcentaje ganador de .500 que mantuvieron el año pasado.
Los Titans arrancaron la temporada con la intención de quitarle el ovoide de las manos a su mariscal de campo, Marcus Mariota, y dejar que su juego terrestre hiciera todo el trabajo. El trabajo anticipado del coordinador defensivo, Dick LeBeau, ha funcionado bien, luego de limitar los puntos a la ofensiva de Lions, Vikings y Raiders a un promedio de 14. Sin embargo, la defensiva de los Titans ha estado desaparecida, y si los Lions no hubieran regalado tres anotaciones por faltas cometidas, los Titans tendrían una marca de 0-3.
Por último, los Jaguars. Pobres Jaguars.
Ningún equipo sumó tanto talento en su línea defensiva como los Jaguars, equipo que recibió el beneficio de la duda al fichar, supuestamente, a jugadores con la capacidad de cambiar el rumbo de un partido en cada rincón de su defensiva. Blake Bortles, su mariscal de campo, tenía la tarea de llevarlos al siguiente nivel luego de su nivel mostrado en los últimos dos años.
Sin embargo, en la semana 3 fue un total desastre. Desperdició un partido accesible ante los Ravens de Baltimore, después de sufrir tres intercepciones patéticas; la última selló el fin de una serie ofensiva que pudo haberles garantizado la victoria. Los Jaguars no se ven mejor reforzados que el año pasado. En realidad nunca se han visto bien durante la era de Gus Bradley.
Puede que las expectativas no hayan sido muy altas en Jacksonville, pero la dirigencia y los dueños tendrán que realizar un milagro para que su franquicia no se convierta en la primera que despide a su entrenador en jefe en el 2016.
Estas cosas sólo pasan en esta división, la peor de la NFL.