Alfonso Ussía es un tipo con pelotas. Hoy mismo, en la contraportada de La Razón, ha firmado un artículo en el que asegura que el árabe será el nuevo idioma que se hablará en Cataluña en un futuro no muy lejano. El tipo ha redactado el artículo en árabe y lo ha acompañado con un titular que espeta “El porvenir de una Cataluña independiente redactado con notable esfuerzo en el idioma catalán del inmediato futuro dedicado con simpatía a Mas, Forcadell, Junqueras, Colom y Rahola con gato o sin gato”. La referencia al gato viene de un artículo anterior del periodista que podéis leer, si os interesa lo que pueda llegar a decir este tipo, aquí. El texto está redactado en una especie de “falso árabe” que, según afirma la filóloga especializada en lengua árabe Mireia Nadal en el periódico especializado en política El Singular, es digno de haber sido traducido con el traductor de Google ya que es como si se hubiera escrito en catalán pero con las palabras al revés y las letras hacia abajo. Claro que sí.
Todo este alboroto alarmista que vincula el yihadismo y el independentismo catalán viene generado por las polémicas declaraciones que Jorge Fernández Díaz, Ministro de Interior, hizo en referencia a la entidad Nous Catalans —vinculada con Convergencia Democrática de Cataluña y, por lo tanto, con Convergencia y Unió y el gobierno de Mas. El ministro dijo que “a raíz del proceso independentista, recuerdo que, en la fundación Nous Catalans, a mucha de esta gente [refiriéndose a musulmanes extremistas] se la intentaba captar y hacer proselitismo de esta comunidad con el hecho de la independencia”.
Videos by VICE
La tendencia del Gobierno central de vincular el independentismo catalán con el extremismo islámico está llegando a unos extremos de espectacularización mediática realmente lamentables. El tema estalló con las últimas detenciones de los miembros de una supuesta célula yihadista en Barcelona el pasado miércoles, una intervención que formaba parte de una operación de los Mossos d’Esquadra en la que participaron 350 agentes que realizaron 16 registros en distintas ciudades catalanes (Sabadell, Terrassa, Barcelona, Sant Quirze del Vallès y Valls). El ministro señaló sin tapujos que la comunidad catalana es “uno de los focos donde el yihadismo tiene más riesgos potenciales”.
Toda esta lisérgica fobia nos seguirá apasionando siempre y cuando se mantenga el nivel de barbaridades manifestadas, como la presente contraportada de La Razón, que, al fin y al cabo, es un apasionante ejercicio formal.