Música

La guía para entrarle a Tool, los pseudointelectuales más adorables del rock

Para personel band prog rock Tool era 90'an

Este artículo apareció originalmente en Noisey US.

Una vez, un sabio llamado Homero Simpson se sentó en un sofá con un cigarro en la boca y una mirada arrogante en su rostro, y dijo las inmortales palabras de los engreídos: “Todos son estúpidos menos yo”. Ha sido una frase útil para nosotros los fans veteranos de Tool, los polémicos eruditos que han pasado los últimos 29 años haciendo algunas de las canciones más superficialmente desafiantes del hard rock.

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Para los que no la conocen, su música puede ser una propuesta extraña que combina arte marginal, florituras de psych-prog, y filosofía falsamente profunda; algo así como combinar notas sobre Brave New World, con un VHS de Fight Club y cinco paisajes de ácidos. Pero Tool ha inspirado a una de las fanaticadas más devotas del rock. Todo esto con solo cuatro álbumes a su nombre.

En un álbum de Tool puedes llegar a escuchar polirritmos complejos y métricas guiadas por la matemática, beats tribales que harían mojar a tu tercer ojo, y algunos easter eggs que han hecho que los fans de Tool aprendan sobre la secuencia Fibonacci, los viajes con ayahuasca, y los seres extra-dimensionales. Ya sabes, eso que hace que todos sean estúpidos, menos tú. Por eso no es ninguna sorpresa que su quinto álbum, aparentemente recién terminado, sea llamado “el álbum más anticipado de heavy-metal de la historia“.

https://www.youtube.com/watch?v=9FQdEVd-99o

La banda se conoció a finales de los 80, cuando el gentil pero hastiado cantante Maynard James Keenan se conoció con el artista de efectos especiales y guitarrista Adam Jones. Keenan acababa de pasar una temporada en el ejército, lo cual terminó de forjar su cinismo y abrió sus ojos a las injusticias que moldeaban a los Estados Unidos de ese entonces.

“Noventa por ciento de mis amigos del ejército eran gays o lesbianas”, dijo Keenan en la biografía de Joel McGiver: Unleashed: The Story of Tool. “La mayoría eran constantemente interrogados. De hecho yo estuve casado por contrato con una lesbiana para que ella pudiese mantener su posición”.

El servicio militar de Keenan se convirtió en combustible para su ansiedad, y le dio la evidencia y experiencia para soportar sus visiones misantrópicas del mundo. Junten eso con el tedio propio de la generación X y su odio por LA (el hogar de la banda durante décadas, a pesar de escribir canciones sobre cuánto detestaban la ciudad), y para el momento que Keenan y Jones se conocieron con el baterista Danny Carey y el bajista Paul D’Amour, Tool se había convertido en una banda seria que reflejaba el espíritu de desolación de comienzos de los 90.

Pero algo los diferenció de sus contemporáneos abatidos. A lo largo de su carrera, Tool se ha posicionado constantemente como un grupo de intelectuales. Sus referencias a Karl Marx y Carl Jung, así como su hábil vocalista hizo que fueran de interés para tipos más cerebrales que sus pares grungeros.

Keenan ha llamado a algunos de sus seguidores como “gente insufrible“, así que podrían considerarse una especie de proto fans de Rick and Morty. Lo que es frustrante de la fanaticada de Tool es que pareciera que la banda albergara algo de esa pseudointelectualidad a la que se aferran sus fans, y sin embargo sus canciones son lo suficientemente buenas como para que su música siga siendo atractiva de todas formas.

La mayoría de personas abandonan las tendencias adolescentes que Tool sigue representando —la arrogancia, el solipsismo, el ser un sabelotodo— cuando pasan por sus veintes. Si van a cualquier venta de garaje en los Estados Unidos suburbanos podrán encontrar adolescencias abandonadas en la forma de discos de Machine Head, Staind, y Puddle of Mudd. Pero Tool se aferra con sus garras.

Entonces, ¿por qué, siendo tan detestables, y nosotros tan conscientes, los fans que deberíamos haber superado esa etapa seguimos con Tool? Tal vez es por la confianza que se tienen, por su habilidad de hacerte sentir como si hicieras parte de un secreto; tú, El Elegido. O tal vez simplemente son muy buenos.

Sin embargo, han pasado 12 años desde el último álbum de Tool, y los adultos que ya deberían saber cómo son las cosas (yo) siguen usando la ventana de incógnito para googlear todos los días “cuándo sale el nuevo álbum de Tool”. Esta guía no es solo un intento para arrastrarlos hacia mi abismo, sino para entender por qué.

(No van a encontrar la música de Tool en nuestros amigables playlists de La guía Noisey. De hecho, pueden encontrarse en problemas para encontrar la música en Internet porque son de los pocos que quedan en la guerra contra el streaming. Que, para ser honesta, es muy coherente.)

Así que ¿quieres entrarle al Tool grungero?

https://www.youtube.com/watch?v=PGdAz8xvcDA

Cuando Tool lanzó su primer EP profesional, Opiate, en 1992, la banda se posicionó como si toda la industria estuviese en su contra. “Las cosas no debieron haber funcionado para Tool, pero contra todo pronóstico, funcionaron”, dice la primera línea de la biografía de McGiver. Pero la verdad es que ese no fue el caso. Mucho de la historia del rock se puede explicar con el efecto del péndulo que se balancea. Por un lado está el rock de espectáculo; las demostraciones extravagantes de hair metal y glam metal que enfocaban su atención en la imagen de la banda y en sus fanáticas adoradoras. Por el otro está el rock de la honestidad: bandas en contra del establecimiento con una imagen deliberadamente desarreglada, admiradas por ser directas y sinceras. Para cuando Tool llegó, el rock había caído en su mayoría en esta última sección.

En 1992, cuando el EP Opiate de Tool fue lanzado, el panorama del rock había cambiado por completo. El año había empezado con Nevermind de Nirvana destronando simbólicamente al Dangerous de Michael Jacks del listado de Billboard Top 200, lo cual marcó la transformación de grunge; de ser una escena local, a una influencia internacional. Opiate se ubicaba entre el sonido grunge que estaba de moda y el atrevido sonido del heavy metal que poco a poco estaba perdiendo importancia.

La primera canción del EP, “Sweat”, empieza desconcertando con un riff tritonal, que luego que aterrizan con una linea de bajo sucia y oscura. Es el tropos grungero que la banda logró refinar en su siguiente LP, Undertow, sobre todo en el track “Prison Sex”, que convierte al grunge en terror y asquerosidad. En la canción, Keenan canta una perturbadora diatriba al trauma y el abuso intergeneracional, trucando la sagrada regla bíblica: “I do unto others what has been done to me” (le hago a los otros lo que me han hecho a mí), mientras que Jones golpea su sexta cuerda contra el pickup, generando el clásico sonido pantanero.

Aunque mucho de lo que sacó Tool en los 90 era grungero en su apariencia —las líneas vocales tipo Cobain donde la mitad se gritaba y la otra era sumamente suave; la ira fea y plana; el título antiestablecimiento de su primera producción (Opiate se refiere a una cita de Marx que los universitarios recitan como niñas exploradoras)—, el sonido de la banda toma influencias de muchas partes —hay asomos de King Crimson, Black Flag y Meshuggah en lo más temprano de su carrera— como para asociarse con una sola escena o género. Y eso era algo muy grunge de su parte. Lo que no era tan rock ‘n’ roll era la manada de ejecutivos desesperados por contratarlos.

Playlist: “Sweat” / “Prison Sex” / “Stinkfist” / “Intolerance” / “Swamp Song”

Así que ¿quieres entrarle al Tool Aggro?

https://www.youtube.com/watch?v=GqmRDV0a_70

“Alguien saque a ese puto wannabe Bob Marley de aquí”, dice Keenan a un público enérgico en la primera canción del en vivo de Opiate, “Cold and Ugly”. Desde el momento que los consiguió, Tool ha odiado a sus fans. “[Uno toca] música pesada, y la, casa disquera, que nunca ha tenido un álbum que suene a nada de lo que uno hace, inmediatamente planea un mercadeo al típico y obvio niño apestoso con rastas y la orina en sus zapatos”, dijo Keenan a AV Club en 2006.

La banda también odia “la religión” y “el gobierno” y “la industria”. También cualquier cosa retro, los tatuajes, las actrices inseguras, el Prozac, L Ron Hubbard. Probablemente por eso atrajeron a una fanaticada de niños blancos suburbanos que gritan a sus padres y se pajean con la toalla del baño, en primer lugar. Los jóvenes metaleros innecesariamente enojados y frustrantemente privilegiados, son la descripción perfecta de los fans de Tool y sus contemporáneos, y el desasosiego ingenuo de la banda inspiró una ola de aggro metal que fue desde finales de los 90 hasta comienzos del nuevo milenio.

Fred Durst de Limp Bizkit dijo a MTV en 1998 que Tool era una de sus bandas favoritas. “Puedes escuchar la influencia de Maynard en la canción [de Limp Bizkit] ‘Nobody Loves Me’ en la mitad, en el puente en la mitad. Copié la forma en la que él canta”, dijo. Mientras tanto, en White Pony, el álbum de Deftones del año 2000, Chino Moreno canta sobre ser abducido por aliens y viajar con Keenan, solidificando el cada vez más legendario estatus del cantante.

El tono poco amigable de la banda de “les podemos gustar, pero sepan que los odiamos” fue inmediatamente evidente en la pesada Opiate. “[Tan pronto salimos] éramos productos de esa puta mierda de Reagan, estábamos furiosos y deprimidos”, dijo Carey en una entrevista con Kerrang en 2006. Ese sentimiento insípido y enojado con la política vino una vez más con el lanzamiento de su cuarto álbum, 10,000 Days. Para ese momento, Carrey se refirió a Bush como el peor presidente que había habido en Estados Unidos. “Estamos frustrados, y esa es la razón por la cual es un poco más pesado todo esta vez”, dijo sobre 10,000 Days en la misma entrevista.

Temas como “Jambi” en particular muestran una estrategia deliciosamente simple en lo aggro; una línea de bajo compleja, una batería apabullante y afinada más grave para concordar con las guitarras enojadas, y un riff siniestro. Es una pesadez que es inspirada muy claramente por la banda de extreme metal, Meshuggah, una influencia que hizo que la música de Tool sonara aún más laberíntica. Pero antes de 10,000 Days, la agresividad era más directa, menos seria. Y, ehm… mejor.

Algunos de sus mejores momentos de este estilo están en Ænima. En ese álbum, Keenan le habla directamente a un fan que afirma que la banda se vendió: “I sold my soul to make a record dipshit, and you bought one” (Vendí mi alma para hacer un disco, pedazo de mierda, y tú compraste uno), responde.

Playlist: “Sober” / “Flood” / “Hush” / “The Grudge” / “Jambi” / “Hooker With A Penis”

Así que ¿quieres entrarle al Tool progresivo?

https://www.youtube.com/watch?v=wtHAKEZzrl8

Después de tres álbumes, Tool quiso volverse inmortal. Y no hay subgénero del rock que se acomode más a esa misión que el rock progresivo. Ha sido llamado “Odiado, anticuado y sonoramente obsoleto”, sin mencionar, probablemente “la música más blanca posible“, en The Atlantic. Pero el progresivo, esa era que Jon Anderson de Yes una vez llamó una “forma de arte más elevada”, se ajustaba perfectamente a Tool. No es casualidad que los temas más progresivos de Tool salieran en el año que ellos salieron de gira con unos de los ancestros del género, King Crimson. “Queremos que nuestros álbumes duren“, dijo el guitarrista de Crimson Robert Fripp en los setenta, durante el boom del rock progresivo.

Esa era la intención del progresivo; mantener a los oyentes constantemente descifrando las canciones llenas de información y conceptos; tener a los fans postrados a los pies de músicos que creían estar más cerca de los dioses que de una escena de música local. Y eso de ser hechos para durar, de parecer atemporales y trascendentes, era la intención de Tool en su álbum de 2001, Lateralus.

Y bueno, no es que fuera la primera vez que se apropiaran de los tropos de la colección de discos de tu padre. Lo han hecho. En 1994, la banda hizo un esfuerzo consciente por volver su show un espectáculo tipo Pink Floyd, con luces y lasers y esas mierdas. También asumieron la extravagancia y crearon paisajes sonoros vastos y pacientes comparables con los de Styx y King Crimson, con tracks como “Parabol” y “Pushit” en su álbum anterior, Ænima.

Lo que hace de Tool tan atractivo para una audiencia superficialmente ambiciosa es que ellos se apropian de las partes divertidas del progresivo —La instrumentación extraña (uno puede escuchar samples de didgeridoo en Lateralus); Las composiciones elaboradas y oscilantes (la canción “Lateralus” tiene una métrica basada en el número áureo de Fibonacci)— pero sin la complejidad intelectual. Eso también atrajo al ingeniero David Bottrill, quien influenció mucho del sonido progresivo del Lateralus en la banda. “Su estilo es poderoso; tiene misterio pero aún así invita”, le dijo a Ice Magazine en 2001. “Mientras que el progresivo es puramente sobre virtuosismo musical, es sobre el esoterismo en la pieza. Aleja un poco a la gente; uno tiene que ser estudiado para entenderlo. Uno no tiene que ser estudiado para entender Tool”.

Keenan ha insistido que sus canciones “no son comerciales, no son jingles de tres minutos, no son tan fáciles de digerir; esto es más como presentar una película”, y al hacerlo ha forzado la idea de que los CDs de la banda todavía deben ser comprados. Tampoco es casualidad que para la era del declive de los discos, el baterista de la banda, Danny Carey, con su gusto por el ocultismo, se hiciera más presente. Carey, en particular, trajo consigo una fascinación por la geometría sagrada tan #profunda que afectó la imagen de la banda y se convirtió en la base para el arte de su siguiente álbum.

En el año 2000, lanzaron un boxset edición limitada en CD/DVD de versiones en vivo y más progresivas de algunas canciones —”Pushit” siendo un gran destacado— e hicieron que el empaquetamiento del álbum fuese parte de la experiencia. Diseñado por su colaborador frecuente, Alex Grey, el arte se presenta en una caja traslúcida (lo que la hace muy difícil de replicar), y muestra el cuerpo de un ser macrocósmico con los brazos extendidos. Es una táctica que repitieron con Lateralus y 10,000 Days, con efectos similares. Y no, para que quede claro; Tool no está en Spotify.

Playlist: “The Patient” / “Reflection” /‘Lateralus” / “Rosetta Stoned” / “Pushit” / “Schism” / “Right in Two”

Así que ¿quieres entrarle al Tool suave?

https://www.youtube.com/watch?v=xt0Zqo-vOFM

La atracción por Tool, en todas sus versiones —grunge, aggro, progresivo— es que añaden cierto sentido de suavidad y feminidad que sus pares nunca han logrado añadir del mismo modo. Su método de alternar entre furia y gentileza estaba presente desde el inicio, con momentos en Opiate como en su canción titular, donde Keenan se balancea entre el arrullo y el grito.

“Tengo un caracter más abierto que la mayoría de mis llamados pares”, añadió Keenan en la entrevista con Warp. “La mayoría de las bandas de hard-rock o hard-alternative tienen un acercamiento muy masculino y lineal [al canto], mientras que yo pienso que hay un equilibrio femenino en nuestro punto de visto”. Keenan aprendió de artistas como Prince y Bowie; uno no puede ser un ícono del rock sin un lado femenino. Y él se aseguró de que su banda expusiera el suyo.

Ellos se alejaron drásticamente del sonido estrictamente heavy con su tercer álbum, Ænima. El metal siempre ha sido un género dirigido a hombres, de todas formas. Es música para ir a la guerra; uno debe ser lo suficientemente hombre para sobrevivir al ataque físico del pogo; uno debe ser también lo suficientemente enojado y moralista. Pero Ænima se convirtió en una forma en que la banda pudo expurgar su masculinidad usando medios masculinos. En la psicología Jungiana (y en Tool eran grandes fans de Jung) el “anima” se refiere al lado femenino del ser, pero Tool pervirtió el término y se volvió en esta cosa de doble sentido —”anima” se convierte en Ænima— que suena mucho más como lo que uno se mete por el culo para liberar su contenido.

Y tal vez Ænima fue, de verdad, el enema de la banda. Para cuando sacaron su cuarto y último álbum, 10,000 Days, la banda se había dedicado por completo a la vulnerabilidad y la suavidad. “Wings For Marie”, partes uno y dos, todavía sorprenden con su ternura. Keenan canta en este tributo a su difunta madre “So what have I done / To be a son to angel?” (¿Qué he hecho para ser el hijo de un ángel?). Es un momento desconcertante de sinceridad, después de una carrera llena de insultos, bromas y burlas.

Playlist: Opiate” / “Wings For Marie (pt.1 and 2)” / “H” / “4°”

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