El viernes por la noche estaba volviendo a mi casa en Príncipe Pío, cuando me encontré en medio de una guerra. A mi alrededor llovían botellas, ardían los contenedores y los abuelos del barrio que se habían despertado por el jaleo se miraban atónitos desde sus balcones. Subí corriendo a por la cámara, y tomé estas fotos desde allí.
Dejando a un lado los gustos cuestionables de los 10.000 jóvenes que según datos policiales asistieron al MTV Beach, los hechos son los siguientes: A eso de las 00:30, la policía, que hasta esa hora sólo disponía de 5 patrullas en la zona desplegaron a los antidisturbios en la entrada del recinto. Empezaron a cargar, incitando a algunos de los 2000 que se habían quedados en la calle a responder con una lluvia de botellas y una contra-carga que hizo a la policía retroceder.
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¿No te recuerda un poco a esto?
En la calle, el sentimiento general era que la policía les había jodido el botellón. Está claro que los antidisturbios cargaron primero, y si vídeos como este son de fiar, parece que el cuerpo está encontrando difícil distinguir entre jóvenes y ‘antisistemas’. También puede que la línea entre los dos es cada vez mas fina. Aunque está claro que no estuve revisando documentaciones, a mi parecer la edad media de la chavalada rondaba los 14 años. No me sorprende para nada que una generación que ha crecido viendo vídeos de abusos policiales en Youtube, y viviéndolos en las manifestaciones del ultimo año, responda de esta forma. Ni hablar de la presión de ser tachado ni-ni, por el sencillo hecho de ser joven y encontrarte en un momento histórico chungo. En este contexto cualquier chispa puede hacer saltar la llama. Incluso que no te dejen ver al puto DJ Nano.