Las enfermedades son más inteligentes que nuestros medicamentos

Ilustración de Sam Taylor

    En Occidente nos hemos acostumbrado a tener al alcance de la mano medicamentos efectivos contra males comunes. Lo malo es que pronto dejarán de ser efectivos. Los patógenos responsables de algunas de las peores enfermedades del mundo, muchas casi erradicadas, han seguido mutando y desarrollando mayor resistencia a las supuestas curas.

    Hipocondríaco obsesivo como soy, tenía que saber más de este desastre biológico en ciernes. Charlé con Rachel Nugent, directora de la Iniciativa y Grupo de Trabajo para la Resistencia contra Fármacos, sobre su investigación de estas terribles enfermedades y los tratamientos que pronto dejarán de funcionar.

VICE: ¿Por qué las medicinas en las que se han empleado tanto tiempo y recursos están empezando a fallar?
Rachel Nugent: Hay formas de que un patógeno desarrolle resistencia a los medicamentos. Una es cuando las personas que usan medicinas adecuadas no acaban el tratamiento. Tras unos días empiezan a sentirse mejor y no ven razón para seguir medicándose. Tienes que presionar a los virus para matarlos, y no funciona si no lo haces bien. Es como si estuvieras en el cuadrilátero, tienes al bicho contra las cuerdas, y te das la vuelta porque crees que ya has ganado. Bueno, pues el bicho puede regresar, y por lo general más fuerte. Esto se llama “resistencia adquirida”. Significa que el patógeno se adapta en del cuerpo de la persona para ser menos vulnerable a los medicamentos. La otra forma en que las cepas resistentes se propagan es cuando una versión ya resistente del patógeno se transmite de una persona a otra, o de una animal a un humano. Cuanto más se esparce esta cepa, más común se vuelve.

¿Las versiones resistentes de un patógeno se consideran nuevas cepas? ¿Son lo mismo?
Por lo general sí, pero la resistencia no siempre se debe a una mutación. Puede ser resultado de un cambio en la forma en que el microbio se adapta a su entorno. Además, las mutaciones ocurren todo el tiempo y no siempre llevan a una mayor resistencia. En términos generales, la resistencia en las enfermedades infecciosas es de lo que más nos hemos de preocupar, aunque también se aplica a los fármacos contra el cáncer, por ejemplo. Pero como el proceso de tratamiento del cáncer es mucho más lento, no vemos que la resistencia se desarrolle al mismo ritmo que las enfermedades infecciosas.

De modo que la rápida mutación de los patógenos de enfermedades infecciosas también acelera su nivel de resistencia.
Sí. Pueden cambiar en una tasa de cientos, o miles, de mutaciones por hora. Y se pueden adaptar de otras maneras para sobrevivir a los medicamentos. La malaria, por ejemplo, es muy difícil de controlar. Hemos desarrollado fármacos, pero el parásito que la produce se adapta de forma muy rápida y eficaz. No podemos seguirle el paso. Hay muchos antibióticos disponibles, pero son muy similares entre sí, de manera que cada patógeno que muta o se adapta a un tipo de antibiótico tiene más facilidad para adquirir resistentencia ante otros.

He sabido la tuberculosis es uno de los casos más estudiados. ¿Por qué les preocupa tanto? Creí que estaba bajo control.
La TB es un buen ejemplo de una forma en que se desarrolla resistencia a los fármacos, porque una persona necesita usar medicamentos antituberculosis largo tiempo para poder sanar. En un caso normal de TB, un individuo puede estar medicándose nueve meses. A lo largo del tratamiento es fácil que el paciente olvide o decida dejar de tomarlos. Y los fármacos anti-TB son asquerosos; la gente no los quiere tomar. Pero en el caso de la TB, el sistema médico ha respondido muy bien. Por lo general observamos a los pacientes con un método que llamamos Estrategia de Tratamiento Breve Bajo Observación Directa, para asegurarnos de que toman sus medicamentos en los intervalos prescritos. Nueve meses podrá parecer mucho tiempo, pero si alguien tiene la mala suerte de contraer una cepa resistente de TB, tendrá que tomar medicamentos durante al menos un par de años.

¿Cómo de extendida está esa versión súper resistente de TB?
Se ha extendido bastante. Su tratamiento es uno de los peores regímenes farmacológicos que hay, y mucho más caro que los medicamentos normales contra la TB. Y hay versiones de TB que no podemos curar. Los medicamentos disponibles no logran eliminarla. La llamamos TB completamente resistente, aunque no es un término oficial. El término utilizado para otras formas de TB resistente son tuberculosis multirresistente [MDR-TB, por sus siglas en inglés] o tuberculosis extremadamente resistente [XDRTB, ídem]. La TB completamente resistente no se ha generalizado, pero a la gente no le gusta hablar de ella.

¿Contribuyen los medicamentos falsificados fabricados en Asia al problema de la resistencia a los fármacos?
Sí, y aquí es donde cobran importancia India, China y otras fuentes de fármacos de baja calidad. No es sólo una cuestión del deficiente sistema sanitario que muchos de estos países tienen, también está el problema de los fármacos por debajo del estándar. Son fármacos que funcionan, e incluso actúan como buenos antibióticos o buenos antipalúdicos, pero suelen hacerse en fábricas que escatiman los componentes activos, o son de alta calidad pero se degradan en algún punto de la cadena. Tanto los falsificados como los que están por debajo del estándar son una amenaza y pueden provocar una mayor resistencia, si bien un fármaco completamente pirata carecerá del componente activo, de modo que no desarrollará resistencia. Lo que permite al virus sobrevivir al ataque es la cantidad insuficiente del componente activo.

    Claro que no todos los fármacos procedentes de India o China son sub-estándar o piratas, pero la cantidad de medicamentos deficientes que entra en los países pobres, e incluso en algunos ricos, es abrumadora. Como los medicamentos recorren todo el mundo, las virus resistentes se convierten en grandes viajeros.

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Un acercamiento a la bacteria de gonorrea Neisseria, rodeada de células blancas. Si tienes a estos pequeños cabrones dentro de ti, es muy probable que tengas gonorrea, y si son del tipo más resistente, estás jodido.

He leído sobre una forma de súper gonorrea que, por el momento, es incurable. Se detectó por primera vez entre trabajadoras sexuales en Japón.
La gonorrea es algo que no nos ha preocupado demasiado durante décadas; se eliminaba fácil y rápidamente con antibióticos. Ahora estamos viendo nuevas cepas de gonorrea y otras infecciones de transmisión sexual. Estas enfermedades pueden ser devastadoras si no se tratan.

¿Qué hay de los medicamentos contra el VIH y SIDA? ¿También se están quedando obsoletos?
Este es uno de los caso en que podemos decir que la resistencia es cosa del futuro. Está sucediendo pero muy lentamente; menos del cinco por ciento de los casos son variantes resistentes. Sigue siendo poco, pero sí dedicamos dinero en poner a un paciente en tratamiento de antirretrovirales (ARV), y no nos fijamos en cómo ese tratamiento se lleva a cabo y si los pacientes lo cumplen como se les prescribe, entonces también se convertirá en un serio problema. Piensa en el dinero en investigación y desarrollo invertido en producir ARV, creados para combatir el VIH. Necesitamos el mayor número posible. Estamos perdiendo muchos de los antibióticos que tenemos, y gran parte de los antipalúdicos, si no todos.

¿Qué pasará cuando todos los antpalúdicos dejen de funcionar? ¿Moriremos por una picadura de mosquito?
Ya estamos viendo una resistencia a todos los tratamientos contra la malaria, incluso las terapias combinadas de artemisinina, que son fórmulas con múltiples fármacos combinados en una pastilla. Hasta hace poco la artemisinina era el único agente realmente efectivo contra la malaria, y ha sido útil combinarla con otros medicamentos, porque los fármacos funcionan de formas diferentes o tienen distintos mecanismos de acción. Hacer que el patógeno luche contra varios mecanismos es mucho más eficaz que exponerlo a uno solo. Puede que hayas oído acerca de los cócteles de medicamentos contra el SIDA. Es el mismo principio.

¿Por qué no funcionan los viejos antipalúdicos?
Hasta hace poco, lo único que teníamos para tratar la malaria eran viejos fármacos como la sulfadoxina-pirimetamina y la cloroquina, que datan de los años 50. Cuanto más tiempo se use un fármaco, más probable es que se cree resistencia contra él. Por eso se cree que el uso generalizado de ARV en todo el mundo dará como resultado una inmunidad aún mayor.

¿Hay esperanza para las personas infectadas con estas cepas?
En el caso de la tuberculosis, no hay nada que podamos hacer salvo tratarla con fármacos de segunda o tercera línea. Esos fármacos son tus refuerzos. Son más caros, suelen tener peores efectos secundarios y requieren de instalaciones médicas más avanzadas para administrarse. Para algunas enfermedades ni siquiera tenemos fármacos de refuerzo. Pero la gente también puede morir, simplemente. Esto pasa.

  Foto de CDC/Joe Millar

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