Las tensiones entre palestinos e israelíes se mantienen aun en Navidad

A pesar de que el 2014 fue un año de crecientes tensiones entre Israel y Palestina, la plaza Manger en Belén puso su cara más festiva y altiva para hacer notar, en la noche de Navidad, una alegría multicultural que se anhela mucho.

Villancicos en inglés, francés y árabe sonaron a través de altavoces mientras que miles de turistas, peregrinos y locales se reunieron para presencial el desfile anual de Navidad llevado a cabo por bandas de scouts que ondean diversas banderas, una extraña tradición que quedó como legado cultural de cuando los británicos gobernaron palestina. Bandas que arengaban, giraban y tocaban los tambores caminando por las callejuelas de Belén.

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Debajo de un gigantesco árbol de navidad los vendedores ambulantes ofrecen racimos coloridos de bombas en la que Santa se enreda con los Angry Birds y Bob Esponja. En un costado, una van de la Media Luna roja internacional regalaba dulces y les pintaba gratuitamente la cara de Palestina a los niños en la cara, mientas que monjas católicas y mujeres usando la hijab posaban juntas en la escena del nacimiento que se presenta en la plaza, para guardar un recuerdo en forma de postal.

“Soy musulmán pero estamos compartiendo la alegría de esta celebración con nuestros hermanos cristianos”, le dijo a Vice News, Omar al-Hwar, un trabajador social de Belén. “El islam es una religión de paz y tolerancia, no es aquello que ha estado pasando en Siria e Irak”.

Sin embargo, bajo el alegre barniz de los sombreros y las chucherías de Santa, la dura realidad de vivir bajo la ocupación todavía se hace sentir. Las relaciones entre Palestina e Israel continuaron deteriorándose este año después una guerra en verano y sangrienta de siete semanas en Gaza y una serie de “incidentes aislados” de ataques terroristas en Jerusalén.



Una niña musulmana, usando una hijab, posa para la foto frente a la escena del nacimiento en Belén en la noche de Navidad. (Foto por Harriet Salem).

“Yo creo en la paz, pero la situación se está haciendo cada vez peor”, dijo al-Hwar. “Las negociaciones con Israel no están yendo a ninguna parte. Necesitamos unirnos como palestinos, cristianos y musulmanes. De Gaza o del West Bank, para hacerle frente a la ocupación israelí”.

En una esquina de la plaza de Belén, latas de gas y granadas de aturdimiento disparados por las fuerzas israelíes durante las protestas y las manifestaciones fueron apiladas junto a un afiche de Ziad Abu Ein, el ministro palestino que murió después de un altercado con las fuerzas israelíes en una protesta pacífica.

“Vivimos en un barrio cristiano, Beit Sahour, es tranquilo y calmado, pero, obviamente, vemos lo que está pasando más abajo en el camino, donde jóvenes y niños están siendo asesinados”, le dijo a Vice News, Rachel Shomali, una estudiante universitaria de 18 años. “Eso da miedo y así es la vida acá”.

Rodeados por tres lados de un muro de concreto de ocho metros de alto, adornado con grafitis coloridos que dicen: “Liberen a Palestina”, incluyendo una pieza del famoso artista británico Banksy, pasar de Jerusalén, en Israel a Belén en el West Bank, para los palestinos, ambos, cristianos o musulmanes, implica obtener permisos especiales para cruzar los puntos militares de registro israelíes.

En un fuerte contraste, los judíos viviendo en los asentamientos siempre en expansión del West Bank, incluyendo al ministro israelí de derecha, de asuntos externos, Avigdor Liberman, se pueden mover libremente entre sus hogares fuertemente protegidos e Israel. A pesar de ser ilegal bajo las leyes internacionales, la construcción de más de 1.000 nuevas casas más allá de los bordes establecidos antes de 1967 comenzó en el 2014.

“Es una experiencia muy incómoda”, le dijo a Vice News, Jean Louis Barbe un turista cristiano evangélico francés . “Vine en bus desde Jerusalén hoy y una militar israelí fue muy agresiva con los pasajeros árabes, quise decir algo, pero sentí que no debía”.

Barbe, un docente de Lyon de 60 años viene usualmente a Belén con su familia, pero viajó solo este año debidos a que las tensiones en la región asustaron a los niños.

Louis Michelle, el dueño católico de una tienda local llena de ramos de olivo, rosarios, cruces y camellos le dijo a Vice News que las hostilidades de este año habían sido muy malas para el comercio.

“Hoy está lleno, pero durante la última semana había sido un pueblo fantasma”, dijo Michelle. Belén está usualmente atestado en este momento del año, pero los turistas han sido espantados”.

Otros vendedores, los gerentes de los hoteles y los guías de tours en Belén también reportaron una reducción substancial en el negocio cercana al 70%. El desempleo es alto en el West Bank y muchos de los cristianos de Belén dependen de los turistas para obtener sus ingresos.

Basel Ghattas, un árabe cristiano y miembro del Knesset, la legislación israelí, le dijo a Vice News que las difíciles condiciones de vida son el factor más significativo para las masivas migraciones de palestinos cristianos desde 1948. Las minorías cristianas en los territorios ocupados se ha reducido cerca de un 18% de la población a menos del 2%.

“Los cristianos sufren como cualquier otro palestino bajo la ocupación, pero al ser una minoría están siendo aun más afectados”, dijo Ghattas. “Pero estamos acá más de 2.000 años después del nacimiento de Cristo, a pesar de las dificultades. Eso muestra fuerza y determinación y no nos vamos a ir”.

De regreso a la plaza Manger, en el escenario, tras las personas cantando villancicos sobre la paz y la esperanza para el año que se viene, un mensaje que funciona como fondo es claro: “Todo lo que queremos para Navidad es justicia”.

Sigue a Harriet Salen en Twitter: @HarrietSalem