Una de las críticas más recurrentes al trap español suele ser el machismo de sus letras. No les falta razón. Por sus canciones suelen aparecer tics machistas a mansalva: que si puta por aquí, que si puta por allá… la mayor parte de veces como una simple muleta para acabar las frases. La palabra puta parece incrustada en la misma raíz del hip hop, no como una de sus patas pero si como un complemento inevitable que ya damos por sentado. Tanto que ni nos damos cuenta.
Pero naturalizar el problema no lo hace desparecer. Esa parece ser la premisa de LAS VVITCH: reaccionar a lo que dicen todas esas letras con un golpe en la mesa. Da igual que tengan el flow del Johan Cruyff rapeando en el “Força Barça” o que su música sea poco más que una caricatura. Lo importante aquí es señalar inercias chungas y demostrar que no existen géneros musicales machistas de por sí, sino discursos y tics que podemos cambiar si queremos. En este sentido la canción funciona como una tesis escrita desde fuera, como observadoras que se sienten violentadas por lo que escuchan e inmediatamente intentan crear un ejemplo de todo lo contrario, cambiando el “bitch” por referencias a la historia del feminismo. WITCH fue a finales de los 60 el acrónimo de Women’s International Terrorist Conspiracy from Hell (Conspiración Terrorista Internacional de las Mujeres del Infierno) grupo de activistas feministas compañeras de organizaciones de izquierda radical norteamericanas como la Weather Underground.
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Por suerte hay otros ejemplos recientes de hip hop feminista, algo más inspirados en lo musical, como las Barna Bitches por el lado más rap o Somadamantina/ Slim Kawasaki por el trap. ¡Ojalá prendan la mecha!
Aprovechamos para decirles que Reddie, mitad de las Barna Bitches, acaba de estrenar nueva canción y video. Pueden verlo aquí: