Muchos expertos coinciden que esta no es precisamente la mejor época para el color amarillo, ya sabéis, en referencia a todo eso de poner y quitar los lacitos amarillos que aparecen por la calle, todo eso de los presos políticos, todo eso de la libertad de expresión y, sobre todo, todo eso de LA PARANOIA.
A medida que se acerca la diada de Catalunya, la paranoia contra el color amarillo va creciendo más y más, maldiciendo al pigmento como el elemento vertebrador de la disolución del imperio peninsular español. El amarillo puede significar justicia y amor pero a la par es catalizador de miedo y odio.
Videos by VICE
La paranoia ha vinculado este color con ciertas ideas políticas sin que el cerebro humano haga uso de la lógica y de la razón, como en el caso de ese tapón amarillo en algunas botellas del agua Font Vella, empresa que cierto colectivo ha querido boicotear al creer que estaba dando apoyo a la causa del nacionalismo catalán.
Frente a este problema con el color amarillo y la paranoia de pensar que todo el mundo (personas físicas y empresas) está apoyando la causa secesionista, hemos decidido hacer un listado de todos esos productos, conceptos e ideas que giran alrededor de la idea de “lo amarillo”, para que durante estos días de tensión política y social (vamos, es que no se puede ni respirar en Catalunya) nadie presuponga nada sobre nosotros.
El Villareal, Las Palmas, El Cádiz, los tranchetes, la gente que en verano está muy morena y luego en invierno son así como de color amarillo…
Estos días de tragedia hay que ir con cuidado con el sol, que es amarillo, con las pegatinas y barcos de Piolín, con el pelo de Belén Esteban, con los camiones de DHL y los buzones de Correos. Cuidado con cantar el Yellow de Coldplay, el Yellow Submarine de esos tipos, el Tractor Amarillo o el Amarillo de Shakira. Vigila también sacar un paquete de Camel por la calle, que podrías ponerte en problemas. Si buscas algo en Google, vigila, que la segunda “O” de “Google” se estira mucho en el índice de páginas encontradas. ¿Tienes pensado vestir con el chubasquero del Capitán Pescanova? Mala idea, tampoco cocines sus productos, los productos de un catalán en el mar buscando Ítaca. ¿Páginas Amarillas? Ni de blas, además ya no sirven de nada.
La hoz y el martillo en las banderas comunistas tampoco viene bien estos días. Las putas mochilas Kanken amarillas que todo el mundo tiene o la famosa chaqueta esa amarilla del Zara tampoco son una opción. Los smiley y emojis también se quedan fuera, en esta fiesta no os quieren, bichos. Luego están los contenedores para reciclar plástico y envases. Tampoco te subas a un kayak, bueno, como si tuvieras pensado hacerlo, no te subes a estas mierdas desde esa excursión en sexto de EGB. Macarrones, espaguetis, plátanos, limones, manzanas golden, Bob Esponja, Pac-Man, Pikachu, la LUZ, las patatas Lay’s al punto de sal, el pan de maíz, el orujo de hierbas, los patitos de goma, los botes de cacao en polvo, el subrayador Stabilo Boss ese MÍTICO.
Si te subes a un avión y pasa una movida y saltan las alarmas, no te pongas la máscara de oxígeno amarilla esa, antes morir. El Villareal, Las Palmas, El Cádiz, los tranchetes, la gente que en verano está muy morena y luego en invierno son así como de color amarillo, los zapatos de Mickey Mouse, esas zonas más claras de las llamas, la tortilla de patatas, Greeicy en el videoclip ese de LO MALO, la espuma rara que ponen en los edificios para aislar o para yo qué sé qué, las pulseras de Livestrong, la crema pastelera y la yema de huevo.
Están también los trajes de las presas de la serie Vis a Vis, la cola del zorrito de Firefox, los chubasqueros de Port Aventura, las uñas que están enfermitas, el bañador de Sarkozy, el helado de vainilla, la pinya, el pollo de los “Pollos Hermanos” de Breaking Bad, Los Simpsons, el dedo de E.T., la felicidad en Inside Out, la parte izquierda del DNI español, la casa de Hufflepuff de Harry Potter, el pelo de Divine en Pink Flamingos, el botón de minimizar la pantalla de los Macs, el look de Aramis Fuster cuando volvió súper mal en Sálvame y decía que no podía andar y se fue del plató andando, uno de los colores del Parchís, El gran masturbador de Dalí, el logo de la Cadena Ser, la cortinas del despacho oval de la Casa Blanca, el camino de baldosas amarillas (claro) de El Mago de Oz, ese bastardo amarillo de Sin City, los chalecos reflectantes, el polen, las rayas de las abejas y la miel barata.
Por ahí vienen también los girasoles y los billetes de 10 y 500 del Monopoly, Winnie The Pooh, Pluto, la falda de Blancanieves y el vestido de Bella, Jake el perro de la ya difunta Hora de Aventuras, Epi, las chicas y los chicos rubios, el smiley de la música Acid House, los enfermos hepáticos, los Minions, la mostaza barata de marca blanca, el traje de Beatrix Kiddo en Kill Bill, la cajita de los Toblerone, la Lizipaina, Old El Paso, las vallas de protección para obras o lo que sea, los Post-its, los árbitros de fútbol y sus tarjetas amarillas, la cerveza, las bayetas de cocina, la prensa amarilla. Yo qué sé.
Hay mil mierdas que nos pueden traer problemas estos días. Si tenéis más productos o conceptos en mente, no dudéis en comentarlo en los comentarios del artículo. ¡Ah, no, que en la página de VICE ya no se puede comentar! En fin, pues escribidlo en Facebook, Instagram o Twitter.