Un año que viene, otro que se va. Al igual que la canción navideña de nuestros queridos Billo’s Caracas Boys, la música electrónica también nos trajo un generoso ramillete sónico a lo largo de este 2018. Richard D. James regresó, y nuestros corazones colapsaron; DJ Healer se encargó de sanarlos. Skee Mask, por su parte, nos acompañó por las frías calles del centro a medianoche, mientras que Djrum siempre aguardó por nosotros en casa con un rico café entre manos.
Pero, tal como lo vimos en nuestros 25 mejores discos hispanoamericanos del 2018, o en las finas producciones que el hip hop en español nos dejó a lo largo del año, la electrónica latinoamericana también iluminó el paisaje de nuestra región en estos 365 días convulsionados, pero con mucha música por escuchar.
Videos by VICE
En el terreno de los EPs, el uruguayo Lechuga Zafiro puso a todo el continente de testigo con su álgido debut en el siempre visionario NAAFI. En tierras charrúas, la manada de Salviatek le dio la bienvenida al boliviano Funeral, quien le rindió culto al club lejos de las lógicas de la industria. Dengue Dengue Dengue abrió el año danzando al son de los diablos, y lo cerró con un semillero de imaginaciones ancestrales en el sello inglés On the Corner. Por Colombia, el techno encontró en la ciudad de Medellín un nuevo epicentro, y tanto Move como Insurgentes dieron fe de ello. Más hacia el norte, la ecuatoriana-lituana Riobamba estrenó su sello Apocalipsis, y su compatriota Mala Fama fue el encargado de encender este comienzo del fin del mundo.
Si quedaron algo antojados luego de escuchar un par de estas joyas reducidas, los invitamos a adentrarse en lo que, desde nuestra humilde opinión concierne, fueron los trabajos de larga duración más destacados del circuito electrónico de América Latina en este 2018.
Chancha Vía Circuito – Bienaventuranza
(Argentina)
La RAE define a la bienaventuranza como “prosperidad o felicidad humana”. Una frase precisa para definir el sentir natural entre bosques y selvas, beats electrónicos y ritmos de Latinoamérica que caracteriza la música de Pedro Canale, el chamán detrás de Chancha Vía Circuito. Con su tercer álbum Amansara (2014) el argentino logró una importante notoriedad internacional llevando su ritual por todo el globo, y a principios de junio entregó su sucesor: Buenaventuranza donde el beat ya no es el centro de todas las composiciones. Temas como “Los Pastores”, “Sierra Nevada” y “Gira Gira” se centran meramente en el folk interpretado con guitarras cubanas, charangos, percusiones tradicionales y flautas andinas, intercalados con sonidos animales. Por supuesto, están los temas para la pista como “Illaló” con el ecuatoriano Mateo Kingman en las voces que tiene una base de cumbia electrónica incesante o el dancehall “La Victoria”, con colaboración de Lido Pimienta y Manu Ranks. Lo nuevo de Chancha es un disco diverso en el que demuestra ese talento para hacer que el beat se convierta en el personaje de un mito antiguo y americano, y a veces es un nahual para la introspección, y a veces para la alegría. —Eduardo Santos
Escúchalo en Bandcamp, en Spotify.
DEBIT – Animus
(México)
Animus trata sobre la lucha interna del cuerpo de género entre la conciencia personal y la conciencia social de su sexualidad en un espectro de sexo codificado. La clave para controlar la propia animadversión es reconocerla cuando se manifiesta y discernirla aparte de nuestra realidad. El viernes 23 de febrero, el portentoso sello mexicano N.A.A.F.I. lanzó al mundo Animus de la artista Delia Beatriz aka Debit, un Suceso —así, con S mayúscula— cuyas implicaciones generales vale la pena desglosar brevemente punto por punto para dejar claro por qué la mayúscula. Por un lado, se trata del primer LP lanzado por un sello que hoy por hoy concentra la fuerza colectiva del grupo de productores / DJs con mayor proyección global en el campo de la electrónica leftfield mexicana. Por el otro, los álbumes en este territorio son más bien un espécimen raro; pero cuando estos tienen detrás un sustento conceptual sólido, sumado a una narrativa creada a través del sonido respaldando todo el lanzamiento en su conjunto —o si lo prefieres a la inversa, da igual—, la sumatoria se ostenta aún más como una rara avis. Así, más que una colección de creaciones para el dancefloor, Animus es toda una travesía donde los tracks con una cadencia apta para la pista se encuentran con un verdadero tesoro de joyas ambientales. —Rafael Villegas
Escúchalo en Bandcamp, en Spotify.
Elysia Crampton – Elysia Crampton
(Bolivia / EEUU)
Pocas mujeres pueden alcanzar un estado de brillantez tan lúcido a la hora experimentar con música electrónica latinoamericana como lo logra Elysia Crampton. La artista boliviana-estadounidense, probablemente ajena al conocimiento de una considerable mayoría de seguidores tradicionales de la electrónica en nuestra región, presentó en el mes de abril su cuarto trabajo en largo –aunque su duración solo sea de 18 minutos– titulado de manera homónima. Fiel a su maniobrar disruptivo, Crampton concibió seis cortes, cada uno con un espíritu y un vuelo propio, en los que deja entrever toda su capacidad inventiva. Solo basta escuchar uno por uno los tracks de Elysia Crampton para percatarse de su abrumadora fuerza, de su indomable caos, capaz de dar vida a una perfecta obra de arte sonora. Sus sintes lúgubres, texturas glitcheantes, intimidantes cornetas y estridentes percusiones nunca parecen sonar en vano, y lo que de entrada puede ser un desorden difícil de digerir, rápidamente termina convirtiéndose en un ritual sónico que rinde tributo a sus ancestros místicos. Y es que con este disco, Crampton logró transportarnos de vuelta a esos días de misticismo aymara, aquel pueblo originario de América del Sur que habita la meseta andina del lago Titicaca desde tiempos precolombinos. De allí es su origen, y hoy con más fuerza que nunca, Elysia Crampton se siente orgullosa de ello. ––Cristian Cope
Escúchalo en Bandcamp, en Spotify.
Jonas Kopp – Unknown Landscapes / Vol V
(Argentina)
Recién comenzando el 2018, PoleGroup Recordings, el sello de techno español timoneado por el gran Óscar Mulero, le encomendó la quinta entrega de Unknown Landscapes, su serie compilatoria más emblemática, a uno de los máximos referentes del techno sudamericano: el argentino Jonas Kopp. Tras cuatro travesías concebidas por nombres como Christian Wünsch, Exium, Reeko y el mismo Mulero, el DJ y productor bonaerense logró juntar veintidós cortes totalmente inéditos, fabricando así una de las grandes excursiones de techno paridas en este año que ya casi acaba. Fiel a su versatilidad y dinamismo crudo, Kopp nos pasea por selecciones de Fanon Flowers, Milton Bradley, Steve Stoll y Dimi Angélis, todos actores consagrados del género, al igual que por gemas del colombiano Astronomical Telegram y de los también argentinos Farceb y Alderaan, todos futuros referentes del circuito techno latinoamericano. A pesar de no ser formalmente un álbum, Unknown Landscapes / Vol V logra crear toda una narrativa en torno a las diferentes aristas que maneja el techno, algo que Jonas Kopp entiende más que bien. ––Cristian Cope
Escúchalo en Bandcamp, en SoundCloud.
Kelman Duran – 13th Month
(República Dominicana)
Era bastante razonable que el segundo álbum de estudio del productor dominicano Kelman Duran encontrara cabida en el flamante sello de Riobamba, Apocalipsis, pensado para todos aquellos que no son “ni de aquí, ni de allá”. Titulado 13th Month, este trabajo compuesto por trece tracks sobresalió rápidamente como una de las piezas más innovadoras del espectro electrónico de 2018. Y es que desde su mera etiqueta, “ambient reggaetón”, este LP trae consigo cierto de aire de inflexión que escasea en gran parte de las producciones contemporáneas. Inspirado en la osadía de su ídolo de antaño, DJ Playero, Kelman Duran logró conjugar un sinnúmero de samples –que van desde el clásico sandungueo de Don Chezina y Yandel, hasta los pensamientos suicidas de Notorious B.I.G.– con una selecta sinfonía de sintetizadores. Palabras más, palabras menos: es un perreo intenso refrescado con elegantes brisas ambientales. Aún así, 13th Month también es un claro manifiesto a conservar lo propio, a proteger lo nuestro. El concepto inicial del álbum llegó luego de que el dominicano se sumergiera en las entrañas de la reserva natural india de Pine Ridge, Dakota del Sur, presenciando el sufrimiento y el abandono al que son sometidas las comunidades nativas de las regiones más apartadas de los Estados Unidos. “Por ahora, solo busco crear una especie de discurso alrededor del sonido y la política”, confesó Duran. Y, tal vez, sea justo eso lo que alcanzó con 13th Month: una fuerte declaración de globalización sónica, capaz de juntar en la pista a un reggaetonero de La Ermita con gentes provenientes de los rincones más diversos del planeta. ––Cristian Cope
Escúchalo en YouTube, en Spotify.
Lucrecia Dalt – Anticlines
(Colombia)
Entre un mar de música desechable, Lucrecia Dalt nos exige lo que no todos están dispuestos a brindar: nuestra total atención. Esto es aún más cierto en Anticlines, su sexto álbum y debut en el gran sello neoyorquino RVNG Intl., que representa el final de una evolución gradual hacia un estilo tan difícil de clasificar que termina siento absolutamente suyo. Anticlines es, por más paradójico que suene, un álbum sumamente táctil. Apoyada en conceptos provenientes de su anterior carrera como ingeniera geotécnica, Dalt supo cómo construir piezas que nos hacen tocar y ser tocados vívidamente por formas, bordes, texturas, materiales y temperaturas, producto de su hábil manera de generar sonidos y ubicarlos en una compleja red de minimalismo donde el espacio negativo juega un papel importante. Pero la experiencia llega a su cúspide con el uso de su voz, la cual es en sí misma un instrumento multidimensional para la evocación. Sus letras son un espacio poético inclinado hacia la ficción que invita a la reflexión; la cadencia de su voz, con sus aceleraciones y frenadas, con sus pausas y cambios en la respiración, es capaz de mermar las sensaciones como una directora de orquesta; y los efectos que la recubren aportan una capa más a la paleta textural de la instrumentación. Así, cada vez que narra o canta, Dalt es capaz de llevarnos desde la contemplación de vastos fenómenos geológicos a la vulnerabilidad incómoda y excitante de la intimidad y la sensualidad. —Algodón Egipcio
Escúchalo en Bandcamp, en Spotify.
Minicomponente – In Tu
(Argentina)
“¿Y qué es el arte si no un ciclo de creación y resolución de problemas?”, nos contó el artista quiteño Quixosis, quien con el espíritu DIY más puro decidió crear También, un sello de música para cocos abiertos, para el día después, para momentos íntimos, para dormitorios, o hasta para bebés. La encargada de darle vida a la primera referencia del sello fue la productora argentina Paula Acuña, quien bajo su proyecto Minicomponente, presentó un disco de trece temas titulado In Tu. Este 001 es el resultado de un proceso de recambio de piel que toma inspiración de la música avant garde pop japonesa de los ochenta y noventa, repleta de juguetería Casio y baterías como la TR-505, DD305 y la MC 303. Un álbum apacible y complejo a la vez, de melodías infantiles y cálidas. “David, que era mi pareja y mejor amigo, partió precipitadamente de cáncer a los 23 años. Mi psiquis se laceró de tal forma que tuve que aprender a hacer casi todo de nuevo. Musicalmente quise rescatar las emociones que habitaban en lo que escuchaba con David. Cada canción es una anécdota y un recuerdo”, así fue como Minicomponente gestó In Tu, un territorio melancólico de entrega, donde se cuelan, de alguna forma, la sorpresa y la fractura. —Juan Pablo López M.
Escúchalo en Bandcamp, en Spotify.
Mitú – Los Ángeles
(Colombia)
Ataraxia: Estado de ánimo que se caracteriza por la tranquilidad y la total ausencia de deseos o temores. Quizás esta sea la palabra que mejor logre describir la cuarta placa del dúo bogotano conformado por Julián Salazar y Franklin Tejedor ‘Lamparita’, quienes solo ocho meses después de publicar su disco Cosmus, uno de nuestros favoritos de 2017, lanzaron de la nada esta bomba de serenidad, esta descarga espiritual de levedad, este desapego que surge de una ruptura con la realidad. Pocas veces antes habíamos sentido a Mitú tan separado de esas ansias de frenesí, fiesta y explosión sonora imparable y brutal. Aquí, en estas nueve canciones, está condensada la cadencia de una pasividad orgánica, a veces conectada a la raíz latinoamericana como en “Treinta y dos”, y a veces sumergida en un ambient movidito como en “Los Ángeles”. En todo caso se traza una línea que se siente despegando a levitar por un atardecer de nubes rosadas en “Hawaii”, adentrándose en una noche carente de sombras pero energética y jolgoriosa en “Pukapuka”, para luego morir momentáneamente en “Cíclope” y despertar del sueño contemplando el amanecer desplegarse en el horizonte amarillo en “Oki”. Así como un tránsito entre el atardecer y el amanecer se siente Los Ángeles. —Sebastián Narváez Núñez
Escúchalo en YouTube, en Spotify.
Sexores – East / West
(Ecuador)
Este año fue testigo del regreso de Sexores, uno de los proyectos insignia del synthwave y sus derivados dentro de la potente escena latinoamericana. Con base en Quito, su ciudad de nacimiento, pero con largos recorridos en grandes urbes como Berlín, Nueva York o Barcelona, el dúo conformado por David Yepez y Emilia Bahamonde publicó en marzo East / West, su tercer álbum de estudio producido por Daniel Pasquel y publicado vía Buh Records y Recoop Records. Regresando a las atmósferas oscuras del shoegaze por las que se hicieron un nombre, pero trabajadas bajo un giro bailable, el inicio del disco presenta una especie de ciudad futurista en cuyas paredes retumban tracks como “Bluish Lovers” y “The City That Sorrow Built” y en las cuales predominan secuencias nostálgicas de synth pop con una percusión incesante detrás. Una tendencia al dream pop y su estética ochentera con líneas de sintes que se quedan en la cabeza y que está presente en los primeros ocho tracks del álbum, donde también se destaca el sonido industrial, como en “Berlín” y la enormidad de “Rigel”, que cierra la primera parte. Los otros ocho tracks ––que no están disponibles en la versión de Spotify–– nos regresan a un Sexores meramente experimental, con canciones más oscuras y cinematográficas como “#nfsk” o “Neon Hearts”. Una obra con dos mitades bien marcadas y de profunda experimentación, para escuchar una noche con los audífonos puestos y los ojos cerrados. ––Eduardo Santos
Escúchalo en Bandcamp, en Spotify.
Tomás Urquieta – Dueños de nada
(Chile)
Al igual que en el rock, el pop o el rap, la música electrónica sigue narrando su propia historia dentro del paisaje musical chileno. Desde aquellos primeros nombres como Ricardo Villalobos, Dandy Jack y Matías Aguayo, responsables de inspirar a legiones enteras de productores, géneros como el techno siguen siendo el canal de escape a elegir para las nuevas camadas de revolucionarios sónicos. Un claro ejemplo de ello puede palparse en el álbum debut de Tomás Urquieta, Dueños de nada, lanzado en el sello intercontinental Infinite Machine. A lo largo de once tracks, el productor chileno derriba las cercas que separan lo personal y lo político con la propuesta sonora. Su primer LP representa un grito de anarquía pura, con sampleos que traen de vuelta gritos libertarios como “creen que pelean para proteger lo que es nuestro. ¿Nuestro? Nosotros no somos dueños de nada, son ellos los que mandan”, voceado por Martin Sorrondeguy, vocalista de la recordada banda de hardcore punk, Los Crudos. Por estos días, a muchos parece que se les ha olvidado el espíritu punk que trae implícito el techno desde sus cimientos, y tal vez eso es lo que Tomás y Dueños de nada nos recuerda de principio a fin. ––Cristian Cope
Escúchalo en Bandcamp, en Spotify.
Conéctate con Noisey en Instagram.