Una selección de nuestro mejor contenido semanal para que no llenes tu navegador de pestañas que nunca vas a leer.
“Cuando empezamos no había hipsters”: cómo los punks rescataron la tradición del pulque en México
En los noventa una banda que estaba más vinculada políticamente empezó a vender pulke en las tocadas punk, antes que vender chela. Las empresas cerveceras siempre le hicieron mala fama al pulke y la banda veía su enriquecimiento. Por eso empezaron a poner en las propas de los tokes autogestivos que vendían “pulke anticapitalista”.
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“Me encarcelaron injustamente y me convertí en escritora”: Zindy Abreu
Zindy posee una historia que me recuerda a las que leía en las crujientes páginas de la revista Selecciones que mis abuelos abandonaban en el baño. Si uno googlea su nombre y su apellido, Abreu, encontrará notas periodísticas con estos títulos: “Interna del penal gana el premio nacional de poesía”, “Premio, José Revueltas, para interna”, “Se cumplen 17 años de un secuestro en Mérida; los responsables cerca de salir libres”, “Secuestradores en Yucatán, libres por buen comportamiento”.
Fantasmas, raves y rituales satánicos: el hospital abandonado en la playa de Tampico
Con sus orígenes en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, este organismo de concreto es un reflejo estilo maqueta de Beetlejuice de la historia reciente de Tampico.
Vivir de la lucha
La lucha libre es un espectáculo injusto. La atención siempre está arriba del ring con los luchadores enmascarados o de cabello largo, con la chica en bikini que anuncia el round, con la gladiadora de atuendo colorido o con el réferi injusto que dio el triunfo a los rudos. Pero abajo, cobijados por la sombra, hay decenas de hombres y mujeres anónimos, sin cuyo trabajo el grito cargado de injurias que libera del estrés no saldría igual.
Cómo preparar leche con mariguana
La leche con mariguana es trampa, un cheat de la vida que pocos se atreven a tomar, un carril de bicis en el tráfico eterno de la monotonía. No hay nada mejor que despertar con un cafecito con leche cargado de buena vibra. O un cereal espacial. O un té, un licuado, hot cakes, o unos huevos con catsup y leche cannábica. Sus aplicaciones son infinitas, como su grandeza.
