El director de ‘Logan’ James Mangold nos contó cuál es el problema con las películas de cómics

Esta una declaración que ya huele a cliché, pero bueno: Logan no es la típica película de Marvel. La película de James Mangold está llena de sangre y al mismo tiempo es muy conmovedora; nos presenta a Hugh Jackman con su icónico performance como Wolverine. Es una película muy seria sobre el cierre de ciclos familiares y personales y nos entretiene con las decapitaciones, desmembramientos y prácticamente cualquier otra forma en que las garras de adamantium podrían desgarrar la carne humana.

Sin embargo, no todo es sangre y tripas. El aislamiento temporal (y a veces literal) de Logan podría separarse de la estructura cada vez más episódica de las películas de cómics de hoy, pero la película de Mangold (que se centra en Wolverine y el Profesor X (Patrick Stewart) quienes intentan ayudar a una niña de 11 años, Laura (Dafne Keen) a llegar al puerto seguro) también da señales de otros géneros cinematográficos famosos desde las películas de vaqueros hasta los dramas futuristas distópicos. Es una película que se siente como película, una sensación que, en el panorama de las películas de cómics, se ha vuelto cada vez más rara.

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Hablé con James Mangold a principios de la semana pasada sobre el problema con las películas de cómics, las alusiones políticas oportunas de Logan y el frenético sentido de acción de la película en pantalla.


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VICE: Logan es propiedad de Marvel, pero a diferencia de otras películas recientes de Marvel, funciona bastante bien para ser una película independiente. 
James Mangold: me cuestiono sobre la sabiduría del universo cinematográfico de Marvel en general. Una de las cosas por las que todos se preocupan es la creatividad y la calidad de este tipo de películas, y si ese es el caso, entonces para mi parece que el orden principal del negocio sería descubrir por qué no son más interesantes o emocionantes. Esto tiene que ver con la libertad en muchos aspectos. Los fans y los sitios web que le dan contenido a los fans, le ponen mucho énfasis a la continuidad y la idea de que deberías ser capaz de cortar estas películas en una Berlin Alexanderplatz de nueve horas de cómic. No hay nada de malo en eso, supongo… pero es contraproducente. 

Cuando te encuentras en la silla del director, te sientes un poco como Houdini, estás en un sistema restringido tratando de averiguar como salir de eso. Al hacer una de estas películas, descubrí que la forma de salirme era construyendo algo que funcione para todos, no solamente para las personas que han visto las demás películas. Tienes que hacer lo necesario para que funcione, de la misma forma que cada artista en la historia de los cómics lo ha hecho.

Creo que los fans estarían mucho más felices con las películas si vieran los cómics de la misma forma en que vemos a Shakespeare, donde invitamos a los directores a tomar material de donde quieran, y después juzgamos por los resultados.

Hay una escena en Logan donde el Profesor X y Laura están viendo Shane en un hotel. Obviamente, hay una vibra de películas de vaqueros, y tú has jugado mucho con ese género a lo largo de tu carrera, desde Cop Land hasta 3:10 to Yuma.
Las películas de vaqueros son cine puro. Siempre que estés confundido al hacer una película, creo que es la mejor dirección que puedes tomar. No creo que sea un género exclusivo para otro tipo de películas. La gente le llama a Star Wars una película de ciencia ficción, pero yo creo que tiene que ver más con el Oeste que con la ciencia ficción. ¿Por qué no podrían estar en la misma categoría 2001: A Space Odyssey y Star Wars? Las películas del Oeste no sólo se caracterizan por tener pistolas y polvo y caballos, también tienen arquitectura, justo como un edificio.

Una trampa para muchas películas de cómics que tratamos de evitar fue la dependencia de los actores en una sala, discutiendo sobre lo que está pasando como una forma de explicar lo que será la próxima pieza de acción. Cuando la gente se queja de que hay una carencia de desarrollo en los personajes en estas películas, tienes que preguntarte, “bueno, ¿por qué hay tantos personajes?” son matemáticas básicas. Tienes 120 minutos, tienes que dedicarle algo de eso a las secuencias de acción, más de la mitad en muchas de estas películas, entonces si tienes diez personajes y te quedan 60 minutos, cada uno tiene seis minutos para aparecer en toda la película. Por eso no es raro que los personajes sean tan simples. 


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Logan está adaptada a un futuro cercano, pero sólo tiene detalles de lo que alguien llamaría tecnología “futurística”. 
Tiene su lado práctico y su lado estético. El lado práctico era que estábamos haciendo una película clasificada en R, así que Hugh y yo tuvimos que conformarnos con menos dinero para hacerla. Al mismo tiempo, esa fue una concesión fácil de hacer para la libertad que teníamos, así que no iba a poder construir un mundo totalmente nuevo. Pero también había un lado estético: no quería una película dirigida por los efectos de principio a fin, donde los actores se encuentran frente a las pantallas verdes todo el tiempo. Además, he vivido lo suficiente para saber que el mundo no cambia tanto. El iPhone se ve igual que hace diez años, y los coches parecen un poco diferentes. Todo el mundo hace predicciones acerca de lo que va a suceder en diez años, no sé como esté el mundo ahora, pero creo que no nos movemos tan rápido como la gente cree.

En general en las películas, la visión del futuro parece menos importante que hace 20 o 30 años.
En la primera película que pienso cuando hablo de esto es en Blade Runner. Esa visión del futuro no solo era importante e imaginativa, sino que también estaba muy influenciada por los diseños y terminó pasando en la vida real.

Pero ese no era mi objetivo con Logan. En muchos sentidos, mi meta era que no fuera épica. Cuando recién le presente la película a FOX, les dije que quería hacer una Little Miss Sunshine muy sangrienta, para mi todo el concepto se trataba de contar todo lo que pasaba en el momento. La primera influencia cinematográfica en casi todas las películas de cómics de los últimos años ha sido Triumph of the Will, una visión épica, fantástica y oscura del futuro que disfruto ver como un tipo de espectáculo, pero no era adecuado para esta película. Eso siempre se siente abrumador y sobrediseñado, como si la película fuera la estrella de la película en lugar de dejar que los personajes protagonicen.

Hay una escena en la que un montón de niños mutantes están corriendo hacia la frontera de Estados Unidos y Canadá, una imagen que se siente muy actual, en especial porque la película se hizo en México.
[El guionista] Scott Frank y yo terminamos el primer borrador de esta película durante el auge de la campaña presidencial y el Brexit, así que todo eso estaba en nuestras cabezas. Lo del Oeste nunca fue dirigido a 1885 porque ese momento nunca existió realmente: todo eso de los bandidos, los bribones, los buenos chicos, los colonos, y las locomotoras y ladrones de tren, es un sueño bello de la llegada de la era industrial frente al final de la era anterior, de la misma manera que las películas de samurais son un bello sueño cinematográfico de la historia japonesa. Las películas de vaqueros más exitosas y las películas de samuraison alegorías increíblemente poderosas sobre el tiempo y el lugar en el que están hechas, no el momento y el lugar en el que toman lugar.

En 3:10 to Yuma, [el personaje de Christian Bale] perdió una pierna en la Guerra Civil, a pesar de que nunca se ofreció como voluntario, fue reclutado de la Guardia Nacional de Massachusetts. Esa película se hizo en el apogeo del conflicto de Oriente Medio. Siempre he tratado de hacer películas sobre el mundo en el que estamos. Las primeras películas de X-Men se reflejaron en temas de intolerancia, racismo y sexualidad e incluso en momentos históricos llenos de genocidio. Eso es lo que hizo que esas películas fueran tan interesantes, y no quería perder eso.

Tienes una carrera muy productiva y variada como realizador. En el documental de Brian DePalma del año pasado llamado Depalma, él menciona que nunca ha tenido tiempo suficiente para ponerle atención a las criticas negativas porque siempre se ha movido a su siguiente proyecto.  
Me encanta hacer películas. Soy muy feliz cuando estoy trabajando en una película, y estoy más confundido y perdido cuando no lo hago. Lo que dijo Brian es una clave para mantenerse por encima de todo eso en términos de perderse en las críticas. No hay nada malo en escuchar las críticas, pero tienes que seguir adelante y seguir creando, porque también a veces las cosas más bellas de las películas no se aprecian en el momento en el que salen. Las partes más incómodas de las películas son a veces las más innovadoras, y con el tiempo encuentran una forma de ser aceptadas.

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