Advertencia: ¡Spoilers a continuación!
No hubo nuevos castillos, aldeas, puertos, septos, o fuertes en los créditos iniciales de Game of Thrones del domingo, por una buena razón: hemos estado en todas los lugares en los que vamos a estar. Luego de experimentar mucho en tan poco tiempo, ya casi no tenemos expectativas. Ya vimos todo lo que valía la pena ver. Lo que tomamos como un golpe frío en otoño era el invierno, un invierno no de las estaciones, sino perpetuo. En vista de que estamos en el final de la penúltima temporada de Game of Thrones, tenemos mucho menos que esperar.
Videos by VICE
Como reflexiona Jaime Lannister al inicio de “The Dragon and the Wolf”, todo tiene que ver con penes al final. Pero, ¿quién representa a los castrados? Tyrion Lannister, por ejemplo, dirigió un ejército de eunucos a las puertas de King’s Landing para exigir una audiencia con la reina. Cuando Jon Snow observa la bulliciosa y superpoblada ciudad en el horizonte, pregunta: “Quién querría vivir de esa manera”, Tyrion responde que en la ciudad, “los burdeles son muy superiores”. Pero los muertos están más allá de esos anhelos.
Mientras tanto, al interior de su barco, hay algo que está aprisionado. No sólo se trata del zombi del Norte que la federación de Daenerys ha traído para probarle a Cersei que el cambio climático es real: somos nosotros. Inquietos en nuestras jaulas, habíamos estado esperando que los personajes se reunieran en un solo escenario. Y así sucedió: en la fosa de los dragones, los tres gobernantes —Jon, Cersei y Daenerys— finalmente se reunieron bajo el sol de Westeros para conversar.
Tuvimos varias interacciones entre los personajes secundarios. Tyrion y el escudero errante Podrick Payne; Bronn y Tyrion; Brienne y The Hound; y, en la segunda revancha más grande del verano, The Hound y su hermano zombificado The Mountain. Daenerys, por supuesto, llega con estilo encima de uno de sus dos dragones sobrevivientes para encontrarse con su descarada rival Cersei. A continuación, el pirata favorito de todos, Euron, interrumpe la ocasión para provocar a Tyrion con chistes sobre enanos. ¡Maldita sea, Euron! Eres una vergüenza para esta escena. El punto es que estamos preparados para la velocidad mientras el “grupo de personas que no se caen bien entere sí” habla de frenar sus hostilidades para enfrentar al ejército de los muertos.
Relacionados: Las escenas de sexo lésbico de ‘Game of Thrones’ que no llegaron a la pantalla
“Tenemos algo que mostrarte”, dice Tyrion. Y con eso, The Hound libera al zombi cautivo. Después vemos un espectáculo mágico estilo Las Vegas, mientras el “asistente del mago” es cortado en rodajas y en cubitos por The Hound ante nuestros ojos. Es un esfuerzo para demostrar que, como señala Jon Snow, “Sólo hay una guerra, la gran guerra”.
Después de eso, Euron decide largarse, mientras Cersei se compromete a enviar a sus ejércitos en beneficio de la humanidad… hasta que Jon Snow revela que ya le ha jurado lealtad a Daenerys, lo que arruina todo el acuerdo y provoca que varias facciones se muestren incrédulas de la lealtad ciega de Jon. Esto conduce a un desacuerdo entre nuestros héroes verdaderos, Brienne y Jaime. Aunque seguramente se encontrarán en lados opuestos de la guerra por venir, por lo menos pueden estar de acuerdo en algo: “Que se joda la lealtad”. Y los entiendo. Si estamos peleando por Jon Snow, es mejor que todos nos convirtamos en bocadillos para los condenados. Es un hombre imposible. Al tratar de entender la obstinación de Jon, Tyrion, como siempre, hace la pregunta correcta: “¿Has pensado alguna vez en aprender a mentir de vez en cuando?”
Suponer lo peor
Pregunta: ¿A qué esqueleto pertenece el fragmento de hueso que Daeneyrs acaricia cuando regaña a Jon Snow sobre su acercamiento tan sensible a la diplomacia? Sé que no es un White Walker, porque sabemos que desaparecen cuando son golpeados con dragon glass (y vaya que es algo extraño poder decir eso con autoridad). Parece demasiado flexible para ser un dragón. Por lo tanto, ¿supongo que hay tantos huesos por ahí que uno más no merece ningún tipo de mención?
Para arreglar las cosas, Tyrion va con Cersei en un último esfuerzo para tratar de convencerla de que se una a la lucha contra los muertos. Hay incertidumbre en la conversación, ya que nos preguntamos si The Mountain le arrancará la cabeza o se ahogará con un vino envenenado. Al principio, la reunión parece un éxito. Cersei parece estar de acuerdo en sumar sus ejércitos a la causa, sobre todo porque no quiere ver a su hijo convertirse en un zombi. Y parece que todo está bien dentro de los Siete Reinos, y todo lo que piensas que sabes acerca de la reina malvada está equivocado, ya que ella va a ayudar a salvar al mundo. Por otro lado, es difícil comprender por qué Tyrion está dispuesto a confiar en la súbita preocupación de Cersei por el hijo que lleva en su vientre, cuando ha estado más que dispuesta a usurpar a su hijo menor como regente y, ahora que lo pienso, ha sido responsable de la mayoría de los conflicto en la serie.
Relacionados: Las 14 escenas que hicieron de ‘Game of Thrones’ un éxito rotundo
Ah, pero me olvidé de Littlefinger. El verdadero villano tras bambalinas, el autor de nuestro largo malestar, el médico detrás de nuestras condenas. Parece que la serie ya lo olvidó también, ya que ha sido relegado a un estado menor que Iago, Boba Fett, o incluso los Koopas que luchan durante tu travesía al castillo en Mario Bros. Littlefinger está atrapado en la triste trama de Winterfell, donde estúpidamente persiste en tratar de separar a los Starks sobrevivientes. Lo vemos susurrando mentiras en el oído de Sansa (para ser justos, “A veces cuando trato de entender los motivos de una persona, supongo lo peor” suele ser un buen consejo), con la esperanza de que ella se ponga en contra de su hermana asesina y su hermano psíquico. Pero seamos sensatos. Nunca hubo ninguna posibilidad de que nada más ocurriera salvó la muerte de Littlefinger.
Sansa ordena la ejecución de Petyr Baelish, que es llevada a cabo por Arya. Supongo que esta escena fue hecha para alegrarnos. Pero yo, por ejemplo, admito un cierto descontento. Esto no es un juicio realizado entre sus semejantes y un tribunal de pequeños consejos electos. Es el asesinato de un emprendedor de baja cuna a manos de conspiradores de la realeza en un salón espacioso e ignominioso. En su camino a la cima pudo haber asesinado, seducido, traicionado, engañado, padroteado, y plagiado, pero claramente le tomó mucho trabajo. Odio ver que despacharan a Littlefinger sin tantas ideas detrás. Littlefinger se merecía algo mejor y peor.
Traidor o idiota
Pero, por supuesto, tenemos asuntos más importantes en qué fijarnos. De vuelta en Dragonstone, Jon Snow y el héroe secreto de la serie, Theon Greyjoy, comparten un momento incómodo. Jon acusa a Theon de crímenes horrendos, y Theon los acepta. Es hermoso que alguien le pida a otro que tome la responsabilidad de su propia indecisión, que es lo que Jon le pide a Theon. No es tan fácil liderar, le cuenta Jon a Theon, y todos cometemos errores. Pero ninguno tan grande como el suyo. Podríamos desear que Theon tenga un arco mucho más significativo, ya que ha estado lloriqueando durante cuatro temporadas en busca de una muerte honorable. La vida parece ser el castigo más severo en este punto. Si hay una lección que podemos obtener de Theon, es que la virilidad no reside en el orgullo. Ni siquiera puede residir en tener un pene, como descubre un indisciplinado Ironborn cuando trata de patearlo en las bolas, sólo para descubrir que Theon no es quien tiene las bolas más grandes, sino quién tiene el cráneo más duro.
Lo que queda del episodio es predecible, que es la queja principal sobre este épico final de temporada. Nos han dado mucho, así que ¿cómo podemos quejarnos de haber visto todo esto venir? Los dos nerds de la serie, Bran y Samwell Tarly son condescendientes el uno con el otro, deciden comparar mitologías, y disfrutan de un flashback juntos.
Relacionados: ‘The Spoils of War’ fue un episodio perfecto de ‘Game of Thrones’
Finalmente se confirma que Jon Snow, por supuesto, es Aegon Targaryen, el vástago secreto del hielo y el fuego, y el legítimo heredero de Westeros, lo cual complica un poco su encuentro sexual con Daenerys. Recuerden, si se alegran sobre la unión literal de nuestros dos personajes principales después de siete temporadas, están promoviendo el incesto.
De regreso en King’s Landing, Cersei le aclara a Jaime que cree en los monstruos más allá de la pared y que de hecho no le importa. Y eso es lo peor: sabe la verdad de las cosas y no le importa lo que suceda cuando invadan los muertos vivientes, sólo le importa comprar tiempo para salvar su propio trasero. Cuando Jaime intenta explicarle, se va como un héroe para redimirse y frustrar los planes de su hermana. Pero su demostración de valentía llega demasiado tarde. Debería haberlo sabido hace tres temporadas. Ahora los ejércitos están sobre nosotros, la pared ha caído, un zombi está en nuestra puerta, y podríamos tener que esperar hasta 2019 para ver más episodios de Game of Thrones. Rezo, por los viejos dioses y los nuevos, que todos sigamos aquí cuando lleguen.