Sí, lo entendemos. Es el futuro y todos andan por las calles con patinetas flotantes, tu celular puede lavar la ropa y pronto sólo seremos robots con sexo virtual. Pero no todo tiene que cambiar. Y tampoco debería.
Los champiñones rellenos, platillo que podría parecer como salido del pasado, el típico entremés que la tía pasaba mientras sus amigos jugaban Twister en el 78, son un manjar sencillo y delicioso que merece más atención de esta generación post-Breaking Bad.
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Cocina los tallos de los hongos con ajo y echalotes, luego mezcla con pan molido, perejil, menta y pecorino rallado. Rellena las cabezas de los champiñones, hornéalas y dénse de comer unos a otros como swingers. Es un bocadillo genial.
Algunas cosas pasan de moda —lo sentimos, nylon, no te extrañamos— pero, ¿los champiñones rellenos? Nunca.
