Los sijis prenden velas en una vigilia en Maryland por las víctimas del tiroteo del 5 de agosto de 2012, en un templo sijis en Oak Creek, Wisc. Imagen vía Flickr.
Como muchos hombres sijis, Prabhjot Singh usa turbante y barba. Es una expresión inofensiva de su religión, que prohíbe a los hombres adultos cortarse el cabello. Pero también hizo al profesor de 31 años de Universidad de Columbia un blanco el fin de semana pasado, cuando Singh fue salvajemente golpeado por hasta 30 adolescentes en lo que la policía describió como un posible crimen racial.
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“Escuché ‘Agárrenlo’. ‘Osama’, escuché, ‘terrorista’”, dijo Singh en una conferencia de prensa la semana pasada. “Y sentí que alguien me jalaba la barba y una bicicleta golpeó mi barbilla”.
Desafortunadamente, la experiencia de Singh se ha vuelto relativamente común para sijis en el Estados Unidos post 9/11. Un siji estadounidense en Mesa, Arizona, fue la primera fatalidad en esta ola de crímenes raciales hacia personas con turbantes después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y en esos 12 años, los sijis que viven en Estados Unidos han experimentado ataques violentos y acoso, agresiones y asaltos. Un estudiante siji graduado en Texas fue arrojado a una alberca y casi ahogado a finales de 2009. En abril de 2011, dos sijis de edad avanzada fueron balaceados en Elk Grove, California. Y el 5 de agosto de 2012, seis devotos sijis fueron acribillados cuando un supremacista blanco atacó un templo en Oak Creek, Wisconsin, en el ataque más mortal en un lugar de devoción religiosa en EU desde el bombardeo a la iglesia en Birmingham, Alabama, en 1963.
Hay pocas estadísticas en cuanto a estos crímenes raciales, de hecho, el FBI no comenzó a rastrear los crímenes raciales contra los sijis hasta el mes pasado. Pero un nuevo estudio de la Universidad de Stanford confirma que los sijis a lo largo de EU sufren de un amplio sesgo contra los turbantes, mezclado con una alarmante falta de conciencia de los estadounidenses sobre quién usa turbante y por qué.
El estudio, llamado “Mitos del turbante”, encontró que 70% de los estadounidenses confunde a los que usan turbante, con 48 por ciento que los identifica como musulmanes a pesar de que la mayoría de hombres con turbantes en EU son en realidad sijis. Más de un tercio de los estadounidenses asociaban el turbante con Osama bin Laden, más que con otra alternativa del hinduismo o sijismo. Y al menos uno de cada cinco de los encuestados dijeron que se enojarían o pondrían ansiosos si se encontraran con un extraño usando un turbante.
Aunque los sikh han vivido en EU desde el siglo XIX, el estudio también encontró que los estadounidenses aun saben muy poco de la comunidad. De acuerdo con la encuesta, 70% de los norteamericanos no podían identificar un siji, y 79% no podía identificar a India como el país de origen de la religión. De hecho, casi la mitad de los estadounidenses creen que el sijismo es una secta que forma parte del islam.
Estos hallazgos tal vez no sorprendan, dada las imágenes ubicuas de terroristas con turbante como Osama bin Laden y Khalid Sheik Mohammed. Pero la encuesta confirma la experiencia de quienes usan turbante después del 11 de septiembre, dado lo que los investigadores creen que es parte de las primeras evidencias de un sesgo anti turbante que impacta a los más de 500 mil sijis que viven hoy en EU.
“No tenemos una buena lectura de la percepción de los estadounidenses”, dijo Giovanni Rodríguez, el CEO de SocialxDesign, una consultoría tecnológica que ayudó a realizar el estudio de Stanford. “Lo que tenemos por primera vez es más evidencia estadística de que hay un importante sesgo contra el turbante. Si ves un sesgo tan grande, y es generalizado, sabes que tienes un problema”.
El FBI no comenzó a rastrear los crímenes raciales contra los sijis hasta el mes pasado
Pero Rodríguez ve esto como una oportunidad para que los sijis y otros que usan turbante “renueven la imagen” del este, usando redes sociales y encuentros comunitarios para reeducar a los estadounidenses acerca de este artículo de fe. “Creemos que el turbante es un daño colateral de la guerra contra el terror”, dijo Rodríguez a Motherboard. “Debido a que podemos aislar al turbante de quién lo usa, es verdaderamente una oportunidad de renovar el turbante… para que el turbante sea explicado. Creo que es una oportunidad para algunas campañas mediáticas educacionales en donde los sijis y otras personas que usan turbante puedan decir en realidad por qué lo hacen”.
Rodríguez también ve una apertura de un campo relativamente nuevo de “tecnología de paz”, que apunta al uso de las redes sociales y comunidades en línea para organizar herramientas para detectar y prevenir la violencia, mediar el conflicto, e incrementar el encuentro positivo entre diferentes grupos. Los investigadores de Stanford encontraron huecos significativos en la integración de los sijis a la forma de vida generalizada de EU, así como una falta de recursos institucionales que permitan a los sijis responder a crisis de discriminación, dos factores que juegan un papel en la persistente caracterización de los sijis como “otros”. Para eso, SocialxDesign se ha unido con el Fondo de Defensa Legal y Educación Siji de EU para designar una campaña de defensa escalable y basada en la tecnología dirigida a mejorar la infraestructura social de la comunidad siji e incrementar el encuentro ciudadano entre la diáspora de sus miembros.
“Hay una oportunidad de que la gente se una en una manera más coordinada”, dijo Rodríguez. “Creo que se dan cuenta de que tienen una oportunidad de cambiar el curso y hacer algo diferente”.
Irónicamente, Singh, el profesor de Columbia, ha sido un líder que moviliza a la comunidad siji, y ha llamado por mucho tiempo a terminar lo que llama “el ciclo retroalimentado del terrorista con turbante y barba”. Después del tiroteo de Oak Creek, escribió en el New york Times que el gobierno estuvo mal en clasificar todos los crímenes contra los sijis como “confusión” con musulmanes, y urgió datos más precisos para identificar el tamaño del problema y evitar la violencia del futuro.
“La asociación entre turbantes, barba, y terrorismo es una devastación para la fe de mi comunidad y nuestro país, así que quiero mostrar a la gente que los valores de Estados Unidos también son valores centrales siji”, dijo Singh en su conferencia de prensa el pasado lunes. “Si pudiera hablar a mis atacantes, les pediría que si tienen preguntas sobre mí, la fe siji… los invitaría a Gurdwara [la casa de rezo siji], para asegurarme de que tengan una oportunidad de saber quiénes somos, y para conocernos. Para que ellos también puedan superar esto”.