Música

Los eternos novatos del rap rolo: Una charla con Aerophon

Parece que hubiera sido ayer, pero el tiempo ha pasado. APN Beats Vol. 1, el primer EP de Aerophon, lleva una década caminando por las calles bogotanas llenas de grafiti y pintando las historias de los aerosoles, los tags y los throw ups. Ruzto y Takuma, junto a Camilo Moratto, se han vuelto, álbum tras álbum, en referente para bandas de la nueva generación del rap colombiano como Rap Bang Club o N. Hardem.

De todas maneras, sus ojos aún tienen la mirada de los pelados que se conocieron en el colegio, los mismos que después de clase se iban a rimar en un cuarto versos como “dispuesto a hacer reales, todas mis fantasías / con llanto y alegría, de eso hay en la vida” o “no dejaste el rap cuando un tombo te atracó, no dejaste el rap cuando te bajó el pantalón / no dejaste el rap si en la UPJ te encerró y no lo dejarás porque a alguien no le gustó”. Aún se sienten jóvenes, novatos, con un mar de rap infinito en el cual sumergirse.

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Hoy, 14 de septiembre, este par de raperos y su arreglista lanzaron un nuevo disco que lleva por nombre Horizonte. Tardaron tres años en lanzarlo desde Pulsaciones, su álbum previo, y plasmaron la memoria de una carrera agitada, cambiante y emergente en la escena hip hop colombiana. Son once canciones que juegan con sonidos del bolero, del jazz y del funk, y en las cuales a veces aparecen artistas como Juan Pablo Vega, los Alcolirykoz y el Rap Bang Club.

Esta fue la charla que tuvimos con los eternos novatos del rap rolo en la tienda de graffiti Dmental.

NOISEY: El último álbum que sacaron fue Pulsaciones en 2015. Durante esos tres años, entre disco y disco, ¿qué estaba pasando en sus vidas?
Takuma: Tres años siempre hacen varios cambios. Cada uno fortaleció su hogar, cuestiones como vivir solos o en familia. Es algo que siempre hemos tenido muy en cuenta y es muy importante para hacer música. También mirabamos si seguíamos con el proyecto y, pues, aquí estamos. Así hayan muchas responsabilidades, creo que seguimos dándole.

Ruzto: Fue un tiempo donde teníamos que reencontrarnos con muchas cosas, muchos sonidos. En lo personal, ahora soy papá. Me fui a vivir con mi chica y me fui de la ciudad. También le dimos a nuestra carrera de solistas y eso enriqueció poco a poco lo que iba a ser el disco. Todo este proceso de crecimiento sirvió para montarnos en la idea de renovarnos y recuperar muchas cosas para Aerophon.

¿Cómo se ve reflejado el crecimiento de sus carreras como solistas en Horizonte?
Takuma: El disco lo escribimos allá en Villavicencio donde está viviendo Jefry y fue muy interesante. Nuestra experiencia hizo que brotaran en pocos días muchas canciones. Empezamos a escribir y la rutina era despertar temprano, escribir, almorzar y grabar toda la tarde. Ya en la noche salir, oxigenar la mente y al otro día hacer lo mismo. En una semana teníamos escrito el 50% del disco.

Tiempo” y “Quiero” no aparecen en Horizonte. ¿Se quedaron por fuera o no iban para el álbum?
Ruzto: Esos dos temas iban a ser parte del disco, incluso hubo uno que por un rato estuvo rondando, pero al final paila. No los sacrificamos porque sí, de hecho, hay muchos coros, versos, beats que quedaron en el tintero. Pero, si después de tres líneas sabes que suena una mierda o no funciona en la idea del disco no lo vas a poner, y pasas la página. Y así pasó con algunas cosas en Horizonte.

En el disco hay amor, indignación, paz, enojo. ¿Qué pensaban mientras lo escribían?
Ruzto: El concepto de Horizonte empezó a moldearse al ver los logros que nos habían dejado diez años de carrera. Ver cómo y de dónde salió todo lo que volvió conocido a Aerophon. En ese tiempo nunca pensamos que esto iba a pasar, salimos del colegio y no teníamos ni libreta militar, ni íbamos a entrar a una universidad… nada. Solamente pensábamos rapear. Recuperamos todas esas remembranzas a modo de no olvidar de dónde venimos, para saber a dónde vamos, así suene muy cliché. Por esa razón se definió que Horizonte era el título, porque hay camino que se sigue abriendo.

Takuma: Además pensábamos en las cosas de la industria musical actual. Todo va a mil, todo es muy plástico, muy superficial y nosotros queríamos decir: “Paremos, no nos dejemos hundir”. Por eso el disco busca la tranquilidad y darle tranquilidad a las personas que se olvidan de las cosas importantes, mínimas. Parar. Pensar. Reflexionar. Esto es lo que queríamos, que la gente se detuviera a mirar el horizonte y sintiera paz.

Sus álbumes siempre tienen alguna referencia al barrio de dónde salieron, ¿en Horizonte cuál es el papel de ese lugar?
Ruzto: Ahí crecimos y nos enseñaron a ser reales y leales. Nosotros nos definimos porque somos sinceros en nuestra música, así no les guste. Es lo que sabemos hacer y eso lo enseña mucho el barrio. Desde el rap, el grafiti y el breakdance, porque usted lo hace primero para después contarlo. Pero entonces ahí es donde llega el paso dos, que es contarlo sin quedarse metido ahí.

Takuma: Hay que pensar en jalar el barrio con uno. Es obvio que lo vamos a llevar en cada disco, en cada canción. Siempre mostramos de dónde venimos, decimos que no olvidamos a la gente, pero también queremos llevarlas a otro lado.

¿Qué anécdotas les dejó el álbum?
Ruzto: “Horizonte” con Argüello nos reencontró con nuestra esencia. Él hace más caribbean beat, más electrónica, pero cuando la música es el medio creo que no importa el género. Llegamos al punto en donde él logró entender cuál era la necesidad de lo que queríamos contar y de la nada fabricó ese beat. Esa pista representa todo porque habla de darse cuenta que uno es mínimo en el universo y tomarlo con calma.

Takuma: Para ese tema estaba solo en el estudio con Argüello y yo le escribía a Jefry, “¿qué hacemos marica?”. Lo que pasa es que el man hace otro tipo de beats, entonces el man comenzó a mostrar lo que tenía y eran pistas muy buenas, pero yo no entraba ahí. “¿Yo qué hago?”, pensaba. Decidí decirle a Argüello, “parce, mira, a nosotros nos gusta este tipo de música, estas son las referencias… algo así, un sonido así, algo tranquilo… queremos hablar las cosas como son, queremos que esta sea la canción del disco”. Luego el man va y suelta un sample finísimo.

El Sótano del Miedo era un estudio que armaron en un sótano de un lugar en Chapinero donde hicieron Reloj de Fé (2013). Después, por vueltas de la vida, terminaron en Audiovisión haciendo Pulsaciones (2015) con más equipos, consolas más grandes, hasta con otro productor. ¿Dónde hicieron Horizonte y cómo influyó ese lugar en el álbum?
Takuma: Este disco es muy personal, por eso necesitábamos tranquilidad, un aura especial, y no la encontrábamos en estudios profesionales. Un día conocimos al parcero Blazz Music que, aunque es muy joven, es muy pilo en la producción, y decidimos grabar en su estudio. Él tiene un estudio casero en una habitación de su casa. Los equipos son de calidad, pero es como si fuera nuestro hogar, nos sentimos grabando por primera vez.

Ruzto: Además, los estudios profesionales obligan a grabar en ciertos horarios. Llegar a cualquier estudio y quedarse hasta que salga una canción es casi imposible. Nosotros estábamos buscando alguien que entendiera la parte humana de la música y no solo el negocio, pero que le metiera la ficha al álbum. Además, Blazz nos contó que su sueño era grabarnos, porque es fan de nosotros desde pelado. Grabarnos era gratificante para él, como para nosotros lo fue grabar en su casa, y eso vale más que estar en el mejor estudio de Colombia.

Aerophon Crew. Fotos de Maizo Barbosa.

Ustedes han ido cambiando y moviéndose de los decks a los instrumentos, de lo sintético a lo orgánico. ¿Cómo fue la producción de este álbum?
Ruzto: Desde el principio dijimos que vamos mostrar lo que tenemos los tres (Ruzto, Takuma y Camilo), no nos vamos a poner a inventar acá lo que no es y a llamar al súper productor que nos haga una canción que nunca hubiéramos podido hacer. Esta vez experimentamos harto con sonidos, pero siempre manteniendo la base, experimentando con cosas traídas de otros géneros como el disco, el bolero y el funk. A la final el hip hop es así, está hecho a punta de pedazos de las demás músicas.

Takuma: Al principio nos decían cosas como “este álbum tiene que ser mucho mejor que el anterior, llamemos a este man” o “podemos meter unas guitarras, un esto, esto aquí y esto acá”. Los otros productores lo entendían como un negocio –mientras mira a Ruzto, le pregunta–, ¿se acuerda del día que salimos a caminar y dijimos: “Marica, hagamos lo que siempre hemos hecho, música porque lo sentimos y ya, no dependamos de otros”?

El hip hop ha cambiado mucho en los últimos años y ustedes lo han vivido desde la música. ¿Cómo ven las barreras de género en el hip hop?
Ruzto: Las barreras de género están relacionadas directamente con la madurez, ¿sabe? Usted va y habla con un productor como Juan Pablo Vega, que es un productor que ha ganado Grammys, y el hombre hace de todo. Él es más rapero que cualquier otro que conozca y hace mejores beats que muchos de los que hoy en día dicen ser los grandes beatmakers. Si usted va a cualquier otra parte del mundo, nadie le pone tiza a hacer una canción con un músico, eso es un ideal que se ve acá en Colombia: radicalizar esas vainas a tal punto que usted no evoluciona.

En 2008 colaboraron con la Crack Family en “Gaminart”, y en este disco con Juan Pablo Vega en “Salvavidas”. ¿Cómo ha sido esa transición, esos nuevos artistas con los que trabajan?
Takuma: “Gaminart” fue hace ocho años, aún éramos niños. Hoy la proyección ya es totalmente diferente, 100% musical. No es que no seamos hip hop, o rap, somos música. Queremos ir evolucionando y eso es llegar a un rapero, como también al que no lo es.

Ruzto: El criterio musical es lo que más hay que desarrollar. Nosotros a los 18 no pensábamos igual que ahorita que ya tenemos familia y hemos vivido muchas cosas. En ese tiempo vivíamos otra realidad, yo ya tengo que pensar en mi niña que está creciendo. Mal sería que fuera el mismo de hace ocho años.

¿Cuál canción les dio más problemas?
Takuma: “Trampa o truco”, sacó resto de canas y no entiendo por qué.

Ruzto: Esa la escribimos en un día. Ya después fue el proceso de ensamblar todo, volverla a grabar y paila, no se dejaba mezclar por el ritmo. Esa fue una canción complicada, fue la difícil. (Risas)

¿Y la más cómoda?
Ruzto: “Salvavidas”, con Juan Pablo Vega. Para mí fue una chimba porque lo vi rapeando como si lo hubiese hecho toda la vida. El man fue one take, de una toma y sale. Bum, bum, bum, de una. De hecho nos preguntaba si funcionaba y nosotros, “marica, está super bien”.

Takuma: “Horizonte” con Argüello es un beat tremendo que con la letra que le pusimos encerró el álbum. Realmente las canciones estaban sueltas, pero esa canción las apretó a todas en un concepto. Fue increíble.

Han vivido un cambio generacional con artistas nuevos como N. Hardem, Rap Bang Club o el sello local de hip hop INDIO. ¿Cómo han vivido esa nueva escena y el seguir dándole al lado de ellos?
Ruzto: Los Rap Bang Club tienen un sonido nuevo que demuestra que no les importa lo que suena alrededor. Hacer “Todos van pa’ allá” con ellos fue romper esa barrera de los años desde la misma letra. Ahí hablamos de que hay rangos, pero que hay que seguir construyendo pa’ los que vienen en el camino, porque a la final todos vamos para el mismo lado. Por eso nos auto-llamamos “los novatos por siempre”, para mantenernos al nivel de los que vienen en camino y seguir construyendo camino.

Takuma: Esta es la segunda generación a la que nos enfrentamos, porque crecimos en el 2007 con nuestros contemporáneos como los Lirykoz o Delirium. Es chévere escuchar a los Rap Bang que nos contaban que nos escuchaban y ahora hacen música con nosotros. Se siente extraño pero a la vez cómodo porque se ha pasado rápido el tiempo y nos sentimos igual de vivos que al principio.

En Horizonte se pusieron cita otra vez con los Alcolirykoz, ¿cómo fue sacar una canción más con ellos?
Takuma: Siempre es gratificante trabajar con ellos porque son un grupo muy serio, muy dedicado a lo que hacen. Eso nos parece severo porque al momento de trabajar se ven las cosas, además nos alegra mucho que ellos estén rompiéndola ahorita y que podamos compartir esto en la música. Esta vez, contrario a “La Noche”, Gambeta empezó rapeando, después yo, después Kaztro y luego Jefry.

Ruzto: De hecho esta vez el beat lo puse yo, mientras que en “La Noche” lo había puesto Gambeta. Fue una canción que no salió planeada, porque Gambeta y yo habíamos quedado en montarnos en la película de que éramos unos mariachis y que íbamos a contar lo que había pasado en todo este tiempo, pero no sabríamos que terminaría así. Al ser una canción contemporánea hubo un contenido social denso porque el país está una mierda y no podíamos quedarnos callados.

Once años de carrera es ya un tiempo largo, ¿qué le ha dejado el hip hop a Aerophon?
Takuma: Sentirnos jóvenes. El hip hop nos ha traído todo, no hay reproches. De no ser por el rap, no sabemos qué estaríamos haciendo en estos momentos. De pronto unos trabajos normales, horarios de 5 a 8.

Ruzto: Pa’ nosotros es la vida. Nos ha dado familia, nos ha traído personas buenas, experiencias, aprendizajes, salir del país.

Y ¿Aerophon al hip hop?
Ruzto: Aerophon le ha dejado la capacidad de no tenerle miedo a decir las cosas en el momento que toca decirlas. Cuando todo el mundo hablaba de drogas y de pandillas, nosotros salimos hablando de la familia. Ahorita que todo el mundo que está con el trap y las drogas sintéticas (risas), nosotros hacemos un disco introspectivo.

Takuma: Con nuestra canción “La Familia” la gente que nos oía, raperos que también estaban empezando, comenzaron a ver el hip hop de otra manera y a cambiar un poco el concepto. Para nosotros fue un referente porque decían, “esos chicos que hacían grafiti en las calles, ahora hablan de la familia en sus temas”. Eso aportó un granito.

“Quiero”, además de ser un sencillo que se quedó por fuera de Horizonte , es una lista de deseos de ustedes. Hablando de eso, ¿qué quieren ustedes después de este álbum, cuáles son las expectativas?
Takuma: Llegar a otros espacios, a otros caminos, tal vez a otro público. Hemos aprendido que todo disco nos trae lo que contamos en eso, lo que decimos llega a nuestras vidas. Esperamos que nos traiga esa tranquilidad al alma, a nuestras vidas, y que nos traiga más gente que pueda aportar a la agrupación. Aprender, conocer, llevar música a otros rincones.

Ruzto: Como digo en la canción con Alcolirykoz: “Cambiar la cara del rap nacional”. Que esto sea respetado en cualquier otro lado como música y no como la vainita que cogen de juego los niños. Esto es música, somos raperos y lo seremos por siempre así me toque hacer otras cosas. Competir con otras músicas sin miedo es lo que quiero.

A Sebastián lo puedes encontrar por acá.

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