Los Grammy Latino publicaron ayer su lista de nominados y muchas de las canciones, los artistas y discos de reggaetón que están en gran parte del imaginario popular latino (y mundial) en la actualidad fueron obviados. Los españoles Alejandro Sanz y Rosalía fueron los más nominados, con ocho y siete gramófonos respectivamente. Juanes, otro clásico de la academia con veintitrés Grammy Latino a su nombre, recibió tres nominaciones.
Luego de que saliera la lista, Daddy Yankee, J Balvin, Nicky Jam, Anuel AA, Karol G y Natti Natasha, entre otros exponentes importantes del reggaetón, hicieron saber a través de sus redes sociales que no estaban de acuerdo, que les parecía un irrespeto con el género. J Balvin dijo en un video que la categoría “urbano” no era justa, que tenía muchas aristas y que podían entrar demasiados artistas que “solamente metan una batería de reggaetón a sus canciones”. También, cuestionó qué tipo de miembros están votando y si tenían conocimiento real del género.
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El hashtag #SinReggaetónNoHayLatinGrammy se convirtió en un trending topic mundial, y varios medios han cubierto la reacción de estos artistas. Balvin dejó bastante claro que no está en contra de las otras nominaciones a los demás artistas. Daddy Yankee dijo en sus redes: “A pesar de estar nominado, no estoy de acuerdo de la manera que trataron al género y a muchos de mis colegas. Recuerden una cosa muy importante, su plataforma no fue la que creó este movimiento. Esto va más allá de un premio. Esto es cultura, credibilidad, pertinencia y respeto”.
“Creo que el impacto mundial del reggaetón es innegable a nivel cultural. Acabo de estar en Grecia y lo que sonaba era reggaetón”, dijo a través de una llamada telefónica con VICE el productor y compositor Sebastian Krys, quien ha ganado doce Grammy Latino y cinco Grammy. Krys, conocido por su trabajo con artistas como Will Smith, Luis Fonsi, Alejandro Sanz, Shakira, Ricky Martin y Marc Anthony, entre otros, hizo parte de la academia de los Grammy Latino durante un tiempo.
No hay un género que sea más exitoso e influyente culturalmente para Latinoamérica que el reggaetón al día de hoy. Solo este año, el video más visto en YouTube es “Con calma”de Daddy Yankee ft. Snow. Según un reporte en Grammy.com, la música urbana dominó Spotify, Apple Music y Pandora en 2018. Actualmente las quince canciones más exitosas para Hot Latin Billboard son de reggaetón. X100PRE de Bad Bunny tiene veintisiete semanas en el número uno de Billboard Latin Albums. Ozuna acaba de recibir cuatro premios del Record Guinness. J Balvin, Bad Bunny y Ozuna tocaron recientemente en los MTV Video Music Awards (VMAS) y fueron headliners de los festivales más importantes del mundo, entre ellos Coachella y Lollapalooza. Artistas populares masivos como Ed Sheeran, Cardi B, Alicia Keys, Katy Perry y Justin Bieber han colaborado con reggaetoneros, algunos cantando en español. Hay muchísimos otros récords que el reggaetón ha roto este año, esto es una realidad y más nada. Con esos números e impacto cultural se resalta el éxito masivo del género.
Es importante aclarar que los Grammy no son premios a quién vende más, quién tiene más streams o llena más conciertos. Los Grammy Latino son una academia que premia, mediante sus miembros y socios votantes, a lo que según ellos son discos, canciones y artistas que deberían tener un reconocimiento. No es un voto popular y nunca lo ha sido. Pretende ser un voto de calidad para las obras. “Hay que hacerse tres preguntas. ¿Cuál es la edad promedio y demográfica del miembro votante de la academia? ¿Cuántos miembros votantes hay que trabajan en el género urbano? ¿Cuántos de esos miembros están en los comités y cuántos de ellos votaron?”, opina Krys, haciendo eco a algunas dudas que Balvin también mostraba en su testimonio en video. “Al final, la academia tiene unos miembros que votan, no es un voto popular. Y la parte demográfica de la membresía y la participación de los miembros tiene mucho que ver con quién sale nominado. Yo lo que siento es que hay que involucrar más a los profesionales de la música urbana. Como de otros géneros”, cierra Krys.
Desde VICE preguntamos a la Academia Latina de la Grabación sobre la reacción de los exponentes de la música urbana y nos respondieron esto: “Respetamos y admiramos a todos los géneros que componen el mundo de la música latina. En 2004, La Academia Latina de la Grabación ® lideró la tarea de reconocer al reggaetón (música urbana) en varias categorías, adaptándose a la evolución de la música. La Academia Latina de la Grabación sigue un estricto proceso de votación desde hace 20 años. Los miembros de la Academia, por medio de sus votos, seleccionan el material que consideran merecedor de una nominación. La Academia nunca ha influido en sus decisiones y siempre se ha adherido y respetado sus selecciones, incluso cuando hay gente que no concuerda con los resultados. No obstante lo anterior, estamos siempre abiertos a escuchar descontentos y críticas constructivas. Invitamos a los líderes de la comunidad urbana/reguetonera a involucrarse con la Academia, participar en el proceso, y participar en debates que mejoren la Academia. En su más pura esencia, La Academia Latina de la Grabación pertenece a sus miembros, de todos los géneros, y nuestras puertas siempre están abiertas. Juntos podemos encontrar fórmulas ganadoras. Sumémonos todos a resolver de fondo esta situación. ¡Bienvenidos siempre! “, cierra el mail.
La erupción de popularidad del reggaetón ha llevado la música latina a niveles de visibilidad, popularidad y de aclamación universal nunca antes vistos. Entonces, que hoy el reggaetón no tenga nominaciones en premios generales hace algo de ruido. No se puede negar la calidad, impacto cultural y manera de trascender de la obra de la música urbana.
El año pasado, J Balvin dominó las nominaciones (ocho) a los Grammy Latino y solo se llevó a casa dos, perdiendo Álbum del año contra Luis Miguel y Grabación del año contra Jorge Drexler, quien terminó siendo el más galardonado de esa noche, con tres premios. J Balvin actuó en vivo en esa ceremonia y sus ocho nominaciones fueron bastante sonadas antes de los premios.
Se puede pensar que el Grammy Latino tiene el mismo problema con el reggaetón que los Grammy con el hip hop, y este es un tema presente en Estados Unidos. La versión estadounidense de este premio tiende a premiar a Kanye West, Beyoncé o Kendrick Lamar y otros en la sección urbana o de rap, y pocas veces en premios generales. Pocos casos hay como el disco The Miseducation de Lauryn Hill o Speakerboxxx/The Love Below de Outkast, que ganaron Disco del año. Kanye West nunca ha ganado un Grammy a mejor disco del año. El Damn. de Kendrick Lamar perdió contra 24K Magic de Bruno Mars y probablemente quede en la historia como uno de los premios más curiosos. Damn. ya cimentó su lugar en la cultura popular como un disco bastante influyente y parteaguas, como My Beautiful Dark Twisted Fantasy de Kanye West o Lemonade de Beyonce. El de Bruno Mars no.
Ken Ehrlich, productor de los Grammy, señaló a la falta de diversidad en la industria como la causa de la pérdida de relevancia cultural del gramófono en Estados Unidos. “El hecho es que seguimos teniendo un problema en el mundo del hip hop”, le dijo al New York Times. Rodney Carmichael de NPR dice que “los Grammy necesitan más al hip hop que el hip hop a los Grammy”. También señala que quizás no existe un problema con el hip hop y el problema en sí sean los mismos Grammy: “el problema son los Grammy, una institución sumida en la política racial y cultural de Estados Unidos”.
El reggaetón ha sufrido racismo y clasismo desde que existe. ¿Nominar al género la mayor parte de las veces a categorías “urbanas” es una forma indirecta de separar o segmentarlo? ¿Aún no tienen sus artistas la suficiente calidad como para competir contra cantautores de canción popular y otros géneros?
Los exponentes más importantes (o casi todos) de la música urbana latina se manifestaron en sus redes sociales por las nominaciones, pero, ¿cuál es el trasfondo del mensaje y el discurso social detrás? ¿Solo quieren más representación en las nominaciones? ¿Más números? Kanye West y Jay Z han tomado partido y estancia sobre su relación con la academia en numerosas ocasiones.
¿Por qué no hablar de clasismo o racismo acá en Latinoamérica en contra de este tipo de géneros cuando en Estados Unidos sí lo hacen? El reggaetón sufre críticas clasistas sobre el contenido de su música. Para saber si hay un problema real del Grammy Latino con el reggaetón hay que poner este tema y preguntas claves sobre la mesa para abrir la discusión.
El año pasado, Kendrick Lamar, Childish Gambino y Drake declinaron la invitación para tocar en la ceremonia de los Grammy. Si los exponentes que se manifestaron esta vez siguen en desacuerdo con la academia, ¿sucederá lo mismo en noviembre de este año?
Kanye West o Jay Z o Kendrick Lamar y la prensa especializada musical sí hablan de racismo y clasismo en el hip hop en Estados Unidos; acá lo hacemos poco con el reggaetón. Anne Powers de NPR habla sobre el “racismo sistemático” en los Grammys tocando la ceremonia donde Adele ganó todos los premios generales en favor de Beyoncé.
El no tener suficiente representación en el comité de votaciones para la academia afecta vitalmente a la música urbana, es un problema real y debe solucionarse. Esta diversidad necesita existir y solo beneficia a los Grammy Latinos y a los músicos. Representación en géneros, edades, sexo. La gente que vota en la academia no es gente joven. Acá es trabajo y responsabilidad de todas las personas del género sumarse y pertenecer para defender espacios. No hablar del problema de raíz (racismo y clasismo) que sufrió y aún sufre el género también afecta. Que Maluma se haya quejado en su cuenta de Instagram de que “no lo nominaron luego de trabajar muy duro y hacer el mejor disco de su carrera” es válido para él, pero no toca el problema de fondo ni genera conversación útil para el género.
Réne Pérez Joglar, AKA Residente, en su Instagram habló sobre esto diciendo que “¿por qué también no hablan sobre que el agua en Puerto Rico está saliendo de color marrón?”. Además, cuestiona si los artistas hacían música para ganar un premio. Residente tiene veinticuatro Grammy Latino y cuatro Grammy.
Todo este movimiento #SinReggaetónNohayLatinGrammy corre peligro de convertirse solo en una queja de músicos muy exitosos si no se tocan problemas de fondo y se buscan soluciones reales como animar a toda la comunidad de la música urbana para ocupar espacios, ser representados dentro de la academia y seguir hablando del clasismo y racismo en contra del género.
Tener una nominación o un Grammy o Latin Grammy da prestigio. Lo sabemos. Pero también es importante decir que, sin importar en qué resulte todo esto, ganar o no ganar un premio no representa el impacto cultural que un artista tenga; mucho menos lo hace más o menos importante. Tupac va a ser Tupac tenga veinte Grammys o no. Y Juan Gabriel va a ser Juan Gabriel.
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